Omegaverse Parte 2

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Ya habían pasado dos meses desde que el peruano comenzó a acortejar al ruso, esto era un hábito que ambos tenían comenzando en las mañanas, nuestro bicolor alfa iba a la oficina del jefe llevándole un café negro sin azúcar, mientras que a él le gustaba un macacino medio dulce. Al comienzo de la tarde el peruano se acercaba al despacho del ruso para comer juntos y ayudarlo en algunos papeles, para al final del día ir una última vez a su despacho para ayudarlo con los papeles que quedaban, y tratar de invitarlo a almorzar, lo cuál era bastante difícil y complicado pues el ruso siempre tenía montones de papeleo. Un día martes el peruano como cada mañana llegaba al despacho del omega para llevarle su café negro, pero ese día le pidió un favor, le dijo al tricolor menor que quería tener el viernes libre pues algo muy importante para él iba a suceder ese día y tenía que estar en su casa desde temprano. Por supuesto el ruso no se lo tomó como un amigo a otro, mucho menos como un coqueteo a otro, tenía que ver el progreso y las estadísticas del blanquirrojo para poder aceptar eso. 

Al terminar el día, el ruso le pudo confirmar al alfa que tenía permiso para poder tener libre ese día, y que no se preocupe demasiado pues tenía todo su progreso al día, pero tenía que descontarlo de sus vacaciones, así es como funcionan las empresas. Al fin llegó el día viernes y el euroasiático entro a su oficina un tanto desanimado, ya se estaba acostumbrando a la presencia del bicolor alfa. Se sentó en su respectivo asiento y comenzó a revisar algunos papeles, muchos de sus empleados hacían un espléndido trabajo pero uno destacaba más que los demás, el jefe de contaduría, definitivamente tenía algo con ese peruano que no salía de su mente en ningún momento del día. Siguió pensando en él unos segundos hasta que escuchó como alguien tocó su puerta, por unos segundos tuvo la esperanza que sea aquel bicolor que rondaba todo el día por su mente, pero supuestamente no iba a ir a trabajar ese día.

Rusia: Adelante. . . -da un suspiro mientras comienza a arreglar sus papeles, hasta que ve como alguien le deja un café negro frente a él, al levantar la vista nota como el blanquirrojo se encontraba frente a él con un hermoso traje azul marino bastante elegante que le quedaba hermoso- ¿Qué haces aquí? No es que te esté botando pero... ¿No se supone que tenías algo importante que hacer?

Perú: Si así es, pero le dije que me encuentre aquí, quería traerte tu café mañanero, no pienses que te vas a librar de mi tan fácilmente Rusia -reía levemente mientras se sienta en el mueble que se encontraba en la oficina del tricolor- Aparte quería ver a la persona que siempre está rondando en mis pensamientos cada mañana

Rusia: ¿Estás hablando de mi cierto?

Perú: Por supuesto que si, cada día tengo la esperanza de encontrarte a mi lado y que me digas "Buenos días", pero tendré que esperar mucho a que eso pase ¿Verdad?

Rusia: -al escuchar aquellas palabras, simplemente se da media vuelta completamente sonrojado ¿Cómo es que él siempre lo enamoraba cada día?- Per-Pervertido

Perú: ¿Pervertido? ¿Por qué? Yo solo quería ver a mi esposo cada mañana, el pervertido serás tu por mal pensar mis palabras

Rusia: Si si como digas. . . -toma su café mientras comenzaba a leer algunos papeles- y. . . ¿Con quién vas a salir hoy? Para que sea sumamente importante

Perú: Bueno... -se levanta de su asiento y se acerca a él hasta estar a su lado- Solo puedo decir que esa persona es la más importante en mi vida... Pero ya tengo que irme

Rusia: Si... claro. . .

Perú: Bien -sonríe levemente y se dirige a la puerta para abrirla, pero antes de salir voltea a ver al ruso- Por cierto Rusia... Tu eres la persona que amo ¿Si? Que no se te olvide

Rusia: ¿Qué-que? -esas palabras causaron que su corazón salte de alegría, el peruano todo ese tiempo se le había insinuado pero, era la primera vez que le decía que lo ama directamente, cuando volvió a levantar su mirada el peruano ya no estaba, y sin pensarlo dos veces se levantó de su asiento para poder seguirlo, quería poder decirle que también le gustaba pues nunca lo había dejado claro. Al salir fue directo al primer piso para tratar de buscarlo, pero grande fue su sorpresa que en el momento que salió al vestíbulo, una chica omega fue corriendo directamente a los brazos del peruano para abrazarlo y darle un beso en la mejilla ¿Quién era ella? ¿Por qué tanta cercanía con el blanquirrojo?- Oh. . .

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