Hoy es lunes, mi fin de semana me la he pasado en casa como siempre.
Después del colegio no puedo esperar por como va a ser mi primer día y no dejo de imaginarme en una película donde se enseña de una manera tradicional.
Llego al lugar del entreno, leo un cuadro que dice que este lugar se llama dojang y tiene que ser respetado. Empieza el entrenamiento con un poco de movilidad articular, activamos el cardio y estiramos un poco. El instructor dice : "cojan paletas". No tengo ni idea a lo que se refiere pero veo que los demás van hacia un lugar especifico y toman un objeto que sirve como foco y absorbe el impacto de los golpes. Entonces nos dicen que hagamos una "bandal" <que es una patada semi circular con el empeine dirigida a la cavidad abdominal> entonces hacemos 50 con la pierna derecha y otras 50 con la pierna izquierda. A menudo me veo en el suelo por mi falta de equilibrio en las patadas, el piso aquí se llama tatami.
Continuamos en el entreno haciendo muchas patadas de formas de golpear que no me imaginaba que se pudieren realizar.
Al final del entreno mi madre me pregunta.
- ¿Que tal te ha parecido el entreno?
- Bien, quiero volver
Entonces mi madre habla con el instructor y le pregunta la cantidad de riesgo de este deporte y arte marcial. Mi mamá teme que me vaya a hacer daño o peor aun que me convierta en una persona agresiva, pero el instructor le explica que un arte marcial no se trata de eso y de que por el contrario me convertiré en una persona más humilde.
Me siento como un personaje oriental lleno de emoción esperando el miércoles para poder entrenar de nuevo.
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Nadie nace campeón
Teen FictionTrata sobre un chico inseguro que al empezar a entrenar artes marciales consigue seguridad en si mismo, una hermosa novia y los mejores amigos de toda la vida. En su carrera deportiva llega a ser el número uno a nivel nacional. Pero todo esto no es...