Inmortal

...023 Red

...023 Red

Rojo, pasión, alerta, un color potente que llamaba la atención de cualquiera, esa era una de las razones por las cuales Eijiro Kirishima tenía su pelo tinturado de ese color, obviamente además del hecho de que era el color simbólico de su héroe ejemplo a seguir Crimson Riot.

Eijiro se consideraba a si mismo como alguien que a pesar de no ser el mejor académicamente estaba allí para todas las personas, él podía ser tu amigo, tu hermano, tu bro, tu pana, tu compa, tu parce, tu amigo hombre que si eres mujer, es al que le pides que te pase una toalla higiénica de tu mochila y si eres hombre, el que se encarga de que nadie orine junto a ti y se respete la ley de los orinales, el que finge ser tu novio para conseguir premios gratis en concursos para parejas, el que ...; bueno ya entendieron.

La infancia de Kirishima no había sido color de rosa, a lo largo de su vida siempre se sintió inferior, realmente se veía a si mismo como un secundario, incapaz de resaltar o mostrar que no era alguien mas del montón, su particularidad era buena, pero anteriormente no le veía uso alguno. Todo esto sucedió hasta que su amiga Mina Ashido le demostró lo contrario, y se dio cuenta de lo que cualquiera podría llegar a ser y pues Crimson Riot es su héroe favorito desde que tiene memoria, un héroe varonil, respetuoso, que salva a los débiles y es incondicional no solo en su trabajo sino también en su forma de ser, Kirishima tenia una meta, demostrarse a si mismo que el podía, y que realmente todos pueden si se enfocan en su objetivo.

Y en el día de hoy alguien estaba pidiendo ayuda a gritos, aunque al parecer por su personalidad no dejaba salir sus alaridos de ayuda. Su nombre:

Bakugo Katsuki o más conocido como el musulmán rubio por los pasillos de la UA

Eijiro lo sabía, su compañero estaba muy confundido mentalmente, podría jurar que el rubio se había dado cuenta de algo de una manera muy shockeante, no era de su incumbencia saber lo que le paso, pero realmente le interesaba en que le podría ayudar al rubio.

Porque después de todo, todas las personas necesitamos una segunda oportunidad después de que nos damos cuenta de que estuvimos haciendo mal, pero esa oportunidad no necesariamente la debía dar aquel que sufrió u alguien cercano, esa oportunidad era mejor que se la diera un extraño, así tus temores de que te juzguen disminuirán y cuando estuviera listo el aprendizaje no vendría solo, sino con un nuevo amigo.

Eijiro ayudaría Bakugo en lo que fuera, porque después de pelear junto con él en la USJ se dio cuenta que no todo siempre es de únicamente0 2 colores.

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Tener vendas hasta por donde no da la luz, era un jodido fastidio, pero su movilidad no era cero, así que debía considerar estas lesiones como no tan mierda y verlas como un aprendizaje por parte de su vida y carrera profesional.

Todo su tiempo en cama estuvo recordando lo que paso con Izuku Midoriya y el líder de la liga de villanos (manos locas/manolo), aunque aún no hallara una razón canónica, mucho menos real, estaba convencido de que había algo más escondido dentro de la vida del peliverde, había muchos huecos en su historia, tales como ¿Cuándo se dio cuenta de su telequinesis?¿porque los estudios médicos no arrojaban nada fuera de lo común en el cerebro del joven?¿Que con eso del hedor de muerte?. Qué horror tener alumnos misteriosos, más que curiosidad en ese momento tenía intriga y un poco de temor.

Aunque no se considerara un religioso, sabía que era un tema de respecto y por lo del fantasma 8figura humana que alcanzo a ver, junto con el hedor a muerte y lo de la liga, Izuku Midoriya tenía muchas cosas ocultas tras de sí.

De lo que sabía y había podido investigar de él era que durante su vida fue un quirkless hasta que descubrió su telequinesis, desde ahí todo bien, lo curioso comienza cuando dejo de estar con personas, los seres humanos son seres sociales, es imposible para uno vivir solo y por lo tanto aislarse del mundo, Izuku Midoriya no parecía tener lazos de amistad, ni compañerismo con absolutamente nadie. Eso era muy raro.