Boku no Deku (KatsuDeku)

Deku XVI

Me despierto solo en una habitación desconocida y entro en estado de shock cuando descubro que lo de ayer no ha sido una de mis locas fantasías, de verdad estoy desnudo en la cama de Kacchan y lo que me apetece es gritar como una colegiala enamorada. No puedo reprimirme y lo hago durante unos minutos con una almohada en la cara, pero me calmo cuando mi vena curiosa me obliga a levantarme y a cotillear por toda la habitación.

"Son las cosas de Bakugo, ohhh"

Con cuidado lo miro todo y no puedo evitar abrir el armario de su ropa, para descubrir todas esas prendas que me encanta admirar sobre su cuerpo. Me río pensando que está un poco desordenado, pero es algo que va con su carácter, me lo imagino tirando todo dentro cuando sabía que venía para su casa.

El cajón de su ropa interior es mi siguiente objetivo, y olvidando toda prudencia, saco uno de sus bóxers y me lo acerco a la nariz, descubriendo su aroma masculino que tanto me pone.

—No sabía que estabas despierto—me dice a mis espaldas.

Me sobresalto y no sé como esconder la prenda, hasta que lo escucho reírse pícaro por mi reacción.

—No hace falta que lo escondas, yo hice exactamente lo mismo con tu ropa hace un rato—me explica entrando en el cuarto con una bandeja con comida.

—Somos unos pervertidos, ¿eh?

—No creo, yo solo soporto tu olor, no me gusta el de nadie más.

—Pues yo...—me quedo pensando, pero él me corta.

—Si te gusta alguno más, no quiero saberlo...venga, a la cama, tienes que comer algo.

—Oh, eres muy amable, no pareces del tipo de hombre que trae el desayuno a la cama.

—Si lo cuentas por ahí, te mataré—me dice con una sonrisa que da miedo.

—Te gusta mantener tu imagen de "soy un hijo de puta peligroso", ¿no?

—Exacto, así que también te agradecería que no cuentes lo nuestro.

—¿Estás loco?, yo tampoco quiero que sea de dominio público, aunque Denki lo sabe.

—Jiro también, vio nuestro vídeo en el ascensor, aunque luego lo borró—me explica serio.

—Puf, entonces, ¿qué hacemos?

—Para empezar, dejar de besuquearnos en el trabajo.

—Pues tú deja de tocarme bajo las mesas—le replico.

—Y tú deja de pasearte medio desnudo por el vestuario.

—¡Solo me cambio de ropa!

—Ven vestido de casa.

—No voy a ir vestido de héroe en el metro, ¿quieres que me acosen los fans?

—El que te acose es hombre muerto.

—No amenaces a nadie, sobre todo a Todoroki—le digo serio.

—Ese capullo engreído, como lo pille cerca de ti...

—Estás equivocado, no creo que me vea de esa forma.

—Tú no te das cuenta porque eres muy inocente, pero te mira...te mira igual que te miro yo.

Me centro en su cara y me sorprende su gesto tímido, y no puedo evitar sentir mucha ternura por él.

—Bueno, aunque sea así, yo solo tengo ojos para ti—le digo acariciando su cara.

Me sonríe y compartimos el desayuno, charlando y aprovechando muy bien nuestro día libre desnudos sobre su cama.