Por y para siempre

Preparatoria✨

Las semanas de descanso de sus estudios y hasta el comienzo de las clases pasaron en una relativa paz, quitando ese ataque sufrido unos días antes y en el que aún seguían pensando, pues sinceramente ambas se encontraban incómodas pensando que sus enemigos eran también Sailor Scouts, y sin saber exactamente qué estaba pasando. Pero quitando ese pequeño incidente todos los días habían pasado en paz, sin nuevos ataques, lo que les permitió mudarse a su nuevo apartamento y adaptarse a vivir nuevamente en su antigua ciudad, de hecho, vivían relativamente cerca de su antiguo vecindario, es decir, que su nuevo apartamento estaba en la misma zona de Tokio, pero estar de regreso en los vecindarios que las vio crecer hizo que recordaran tanto cosas buenas como malas, y que en algunos momentos provocó que tuvieran encuentros con quienes habían sido sus compañeras y amigas, cosa que no las había molestado, aunque si había sido un poco extraño.

Un par de veces se cruzaron con las muchachas, pero ellas no las reconocieron lo que fue extraño, pero esperado y por eso mismo motivo las gemelas tampoco se acercaron a ellas, era mejor así por el momento. Si volvían a coincidir en la preparatoria posiblemente se acercasen, pero sino era mejor mantener las distancias y que cada cual siguiera su nuevo destino.

También se cruzaron con Darien, que como muy bien había calculado Gina había regresado a la semana de ella llevar la carta a su departamento. Aunque en este caso sí que hicieron uso de algo que tenían desde su época a solas pues ambas tenían accesorios que les permitían disfrazarse, Gina contaba con su querido Luna Pen que a pesar de que Luna le había repetido mil veces que solo debía usarlo para temas de las Sailor, ella jamás había hecho caso, y Mai tenía su polvera, que cumplía la misma función, así que una vez disfrazadas, tras casi entenderse con solo miradas, comenzaron a seguir a Darien sin que él lo notara.

Vieron como el príncipe de la Tierra se reunía con las Sailor Outer y les pedía que le explicasen la carta y donde se suponía que estaba la princesa de la luna. Las muchachas pensaron que tal vez, en él por estar demasiado lejos no había surtido efecto su deseo y por eso deberían extremar sus apariciones, pero segundos después descartaron ese hecho cuando las Outer le dijeron claramente que ella no había renacido en esta época tras la última batalla y que por eso recaía en él y en el cristal dorado el provenir del planeta.

La cara de desconcierto de Darien realmente merecía la pena de ver y ambas chicas se divirtieron, aunque para Gina fue muy obvio que a pesar de su desconcierto hubo un brillo de algo más en quién fuera su exnovio, pero no tuvo tiempo de pensarlo pues ambas se tuvieron que ir rápidamente al ser casi cazadas por Urano.

Después de eso, ellas se dedicaron a trabajos que Otori les encargo puesto que cuando empezaran la preparatoria tendrían algo menos de tiempo y quería cumplir con la mayor cantidad de compromisos posibles para seguir ahorrando dinero, a pesar de qué durante el año pasado hubieran hecho una cantidad de ahorros interesante, pero ser precavidas nunca estaba de más.

Fue en uno de esos trabajos que volvieron a coincidir con los hermanos Kou, de hecho, fue Gina quién se fijó en ellos.

- Hey, Mi-chan - dijo Gina de pronto sorprendiendo a su hermana. - No son esos los chicos...

- ¿Qué chicos, Nee-chan? - pregunto Mai.

- Three Lights... Mi-chan, que otros chicos conocemos y que sean nuestros amigos. - murmuró Gina que en esta ocasión llevaba el pelo trenzado a partir de un único odango en la mitad de su cabeza.

Cuando Mai se dio cuenta, agarro la mano de su hermana y salió corriendo hasta donde estaban los chicos, pero dado que habían tenido que evitar a varios miembros del staff y alguna que otra fanática, llegaron justo alado de los muchachos algo agitadas.

- ¡Hey, chicos! - gritaron ambas felices.

Los tres chicos se volvieron pensando que serían más fanáticas, pero al ver a las muchachas sonrieron cálidamente y se acercaron a saludarlas.