Por y para siempre

Tan cerca, Tan lejos ✨

Gina Pov's

A pesar de haberme quedado al lado de los muchachos, a pesar de mi explosión en el avión, a pesar del dolor físico y del miedo por no ver a Seiya mi corazón estaba sangrando por varias cosas a la vez.

Estaba dividida entre mis sentimientos por la persona que amaba, mi lealtad hacia ella y mis sentimientos y lealtad hacia las que eran mis amigas desde los catorce años. Necesitaba pensar y estaba claro que no podría hacerlo si seguía solo pensando en lo que había pasado en ese avión.

Camine al lado de Seiya, pero ninguno de los dos nos tocábamos, todos los gestos cariñosos de los días de atrás y el abrazo en el avión parecían haber quedado en el pasado. Como el hielo que se forma tras la tierna nieve si la temperatura sigue bajando. Tan cerca y a la vez tan lejos que dolía.

Quería romper esa pequeña distancia y coger su mano, pero tenía miedo, miedo de no ser suficiente para mantenerle a salvo. Me había quedado claro que los enemigos venían a por mí y yo no pensaba dejar que ninguno de mis seres queridos fuera atrapado en medio, no más. Nunca más.

Sentí a los chicos hablar entre ellos, pero los ignore y cuando los tres se estaban subiendo al auto que los llevaría a casa junto conmigo di un paso atrás y luego otro.

Taiki y Yaten parecieron no darse cuenta, pero Seiya giro su cara aterrorizada hacia mí, provocando que sus hermanos mirasen.

- Bombón... - susurró Seiya y el miedo impregnaba su voz - ¿Qué haces...?

Sentí más que vi como daba un paso hacia mí, pero yo me volví y salí corriendo hacia una zona desierta y oscura del aeropuerto. Invoqué mi transformación mientras corría, escuchando como los pasos de los tres hermanos me seguían mientras gritaban mi nombre, pero no hice caso de ninguna voz y en un destello de poder desparecí en el aire.

Aparecí en casa y caí de rodillas, estaba temblando y sabía que nos buscarían aquí. Así que fui hacia mi hermana que jugaba en la sala con Chibi Chibi y sin explicarle nada la cogí de la mano y nos teletransporté a las tres a los restos del antiguo palacio de la luna. Aquí nadie nos podría seguir, al menos eso esperaba. Los Starlights no sabían de él y las Sailor no tenían poder suficiente para hacerlo sin mi o sin las outer.

- ¿Qué diablos ha pasado, Nee-chan? - preguntó Mi-chan viniendo a abrazarme pues yo había caído de rodillas nuevamente, en el mismo sitio en el que me había teletransportado. Sentí a Chibi Chibi jugar con mis alas y lágrimas se deslizaron por mis ojos.

No podía hablar y mi hermana pareció entender, como pudo me ayudo a levantarme y nos llevó a la parte del palacio que aún quedaba en pie y con sus techos casi intactos, era la antigua sala de oración de la familia real y tenía un aura casi mística que nos hacía saber que aquí era donde residía los restos de poder de mi madre y de Silver Milenium.

Seiya Pov's

Estaba algo conmocionado por los eventos en el avión, y sabía que mis hermanos tenían muchas preguntas, pero, aun así. Me mantuve fuerte, necesitaba hacerlo. Mi novia había resultado ser una de las Sailor misteriosas que emitían un aura de poder tan pura y fuerte que daban ganas de no alejarse nunca, no entendía cómo no me podía haber dado cuenta antes. Y ahora que me había enterado, era para saber que estaba en peligro porque el enemigo quería su semilla estelar. ¡Maldición!

Diablos, y me olvidaba que, según esas chicas, las Sailor Inner, como las llamó ella. Según ellas, no solo era una Sailor extraordinariamente fuerte, no claro... eso sería demasiado fácil. No, yo tenía que ir y enamorarme de la Princesa de este planeta, como no. Aunque ahora que lo pienso ella nunca dijo que fuera la princesa de la Tierra... ¡Diablos! Mis pensamientos eran un huracán.