Por y para siempre

Regreso a Casa✨

Narración normal

En la tierra habían pasado exactamente 9 días desde que Galaxia había sido salvada y todo había vuelto a la normalidad. Todos habían regresado a su vida normal desde ese entonces, pero apenas hacía dos días que habían dicho adiós a sus amigos. Pues todas consideraban a las Starlighs y a su princesa amigos, aunque se cuestionaban si ellas ya habrían llegado a su destino pues ninguna tenía idea de dónde se encontraba el planeta de las muchachas.

Gina Pov's

Habían regresado a la tierra hacia apenas unas horas, ellas habían podido sentir el poder de las Starlights y su princesa en su camino hacia a casa. De hecho, les había tomado todo lo que tenían no dar la vuelta, pero debían cumplir la promesa que le habían hecho a Miracle y revisar a sus bebes.

Ambas estaban en shock aún por eso, no esperaban ser mamas, no tan jóvenes al menos. En lugar de ir a su casa de Tokyo, habían ido a su apartamento en Yokohama puesto que sin Chibi Chibi era lo suficiente grande y además les daría la suficiente privacidad como para descansar y pensar que harían, por suerte para ellas su manager había insistido en que no dejaran de alquilar el apartamento para cuando tuvieran que trabajar en Yokohama o cerca de allí, y gracias a eso ahora tenían un lugar para descansar mientras se hacían a la idea sin llamar la atención de nadie.

Mai estaba tumbada en el sofá y yo fui a sentarme entre sus piernas apoyando mi cabeza en su vientre.

- Es increíble... - susurré, mientras trataba de sentir algo en su barriguita. - Pensar que ahí dentro hay una nueva vida, ¿verdad?

- Aún no lo asimiló. - murmuró Mai con una sonrisa boba en la cara. - Pero soy feliz, aunque me siento mal, por qué creo que Healer/Yaten tiene derecho a saber. Pero nosotras somos protectoras de la luna... ¿no? No podemos irnos al otro extremo de la vía láctea a vivir. ¿Qué haremos?

- Aún no lo sé... - respondí dudosa, la verdad que eso también había pasado por mi cabeza. - Tal vez, deberíamos pedir consejo.

- ¿A quién? - preguntó Mai con suavidad. - Haruka nos querrá estrangular por imprudentes, Michiru posiblemente nos apoye, pero no creo que piense muy bien de esto y las demás estarán felices, pero seguro nos dirán que somos muy jóvenes.

- Te olvidas de... - dije mientras mi cabeza pensaba en la última Sailor. - Plut.

- ¿Plut? - cuestionó ella con duda en su voz. - Bueno, es la guardiana de la puerta del tiempo por algo... Tal vez, haya algo que podamos hacer.

- Y luego está el reino de la luna... - murmuré con una sonrisa misteriosa. - Ha sido restaurado, las semillas esterales pertenecientes a ese reino esperan en el caldero para ser enviadas a casa. ¿Qué haremos?

- Espera... ¿Cómo sabes eso? - pregunto Mai sorprendida, pero solo necesitó una mirada hacía mí para entenderme. - Lo sentiste cuando volvíamos a la tierra... ¿no?

-Sí... - susurré mientras me incorporaba y la miraba a los ojos. - Pero yo no estoy lista para ser Reina y además... para que el Reino se levanté las muchachas deberían dejar su vida aquí... Estoy pensando pedirle a Galaxia que envíe a los Selenitas a renacer a la Tierra, si es posible sin recuerdos de su pasado. Pero debo saber si es posible... y creo que solo Plut puede darme esa respuesta.

- Mañana hablaremos con Plut - comentó Mai con una sonrisa suave. - ¡Hoy toca descansar! Y la cita con el doctor la tenemos en dos días... estoy nerviosa por eso.