Crepa es mi OC más querido, así que decidí volverla la protagonista de mi fictober de este año. Originalmente ella es una híbrida (mitad ángel/mitad demonio), hija de Zira y Crowley (protagonistas de Good Omens); en cada capítulo de este fictober le...
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El compromiso de los príncipes Neil y Crepa había sido el acontecimiento más importante del siglo: la fastuosa fiesta en el Palacio de la Luna había durado toda la noche, con la asistencia de toda la realeza y nobleza solar y lunar. Todos habían quedado encantados con la rápida aceptación que los jóvenes novios se habían dado, y se aprestaron inmediatamente para organizar la boda, que se celebraría en el Palacio Solar dentro de una semana. El rey Crowley se encargaría de organizar todo, en tanto que su hijo permanecía como invitado en el palacio de su prometida para poder conocerla mejor antes de la ceremonia.
-Sé que te encantó tu novia, hijo, pero por amor de la diosa no vayas a ser impulsivo con ella, ¿sí? Se nota a la legua que es una niña tímida y bien criada, si te pasas de listo con ella y la asustas, todo nuestro trabajo se irá al...
-¡Por favor, papá! Sería incapaz de mancillar a la princesa Crepa con actitudes poco dignas. Voy a respetarla y mostrarle mi afecto de forma apropiada, y el rey Aziraphale no tendrá queja que lo haga arrepentirse de nuestro compromiso.
-¡De acuerdo, confío en ti entonces! Te veré en una semana, ¡que la diosa te acompañe!
La boda iba a a celebrarse en el palacio del Sol, lo que ponía muy nerviosa a Crepa. Nunca en su vida había pisado el reino vecino, dado que la guerra se remontaba a mucho antes de su nacimiento, por lo que Neil aprovechó para contarle cosas sobre su hogar y sus costumbres.
-Los novios deben pararse frente al altar del sol y dejar una ofrenda de oro a la diosa; luego, el sacerdote bendecirá las ofrendas y recitará los votos que nosotros tendremos que repetir.
-Entiendo...
-No te asustes, princesa, nada va a salir mal. Sostendré tu mano todo el tiempo, y ya verás que nuestra boda será exitosa.
-Príncipe Neil, siento que me he enamorado de ti apenas te vi- confesó Crepa con el corazón acelerado.- Como si fuera cosa del destino... pero, al mismo tiempo, tengo mucho miedo de como vaya a resultar nuestro matrimonio. Somos muy jóvenes y no sabemos gran cosa del otro, ¿qué pasará si fallamos?
-No pasará. Querida, recuerda que aunque nos desposemos no vamos a heredar el trono aún. Nuestros padres no piensan abdicar, así que dentro de todo seremos bastante libres de hacer una vida de esposos normal. Tendremos tiempo para aprender lo que nos falta y para comportarnos como un matrimonio ejemplar. ¿No lo crees?
-Bueno, dicho así, tienes razón- admitió Crepa algo más tranquila.- Será una gran aventura, ¡una enorme aventura! Pero al menos no tan enorme como lo sería gobernar los dos reinos.
-Algún día lo haremos, pero dentro de muchos años- reflexionó Neil.- Para entonces, tú y yo seremos mayores y tendremos lo necesario para sucederlos. Hasta entonces...- el príncipe sonrió pícaramente.- ¿Quieres que corramos hasta la cocina y tomemos helado en tu balcón?
