Vampira

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(Ubicado en el mismo mundo que Centáuride y Mujer pájaro)

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(Ubicado en el mismo mundo que Centáuride y Mujer pájaro)

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-Snif... ¿puedes creerlo, querido?- balbuceó Zira entre lágrimas.- Nuestra Crepita cumple 118 años... ¡No puedo creer lo rápido que pasa el tiempo! Parece que fue ayer cuando andaba por la casa en pañales, aleteando a ras del suelo para imitarte...

-Lo sé, ¡yo tampoco puedo creerlo para ser sincero!- contestó Crowley igualmente emocionado, quitándose los lentes para secarse las lágrimas.- Tendremos que ser fuertes, ángel. Ahora que es mayor, seguramente querrá marcharse a conocer el mundo, tener aventuras... ¡Enamorarse de un buen vampiro! No... ¡No estoy listo para eso, ángel!- gritó Crowley angustiado y provocando la hilaridad de su hermano Lucifer, que había ido a visitarlos.

-¿Son así de dramáticos siempre, en serio? Pobre sobrina mía. Con razón parece tan ansiosa por llegar a su mayoría de edad.

-¡No te burles, idiota! ¡Esto es un tema serio!

-Sí, sí, ya me di cuenta. Aziraphale, lo siento, cuñado, no quería burlarme de ti. Pero ya en serio, a los dos les digo... ¡cálmense un poco, caramba! Ni que Crepa fuera a armar la valija para irse ya mismo de Londres y no volver jamás.

-Tienes razón, sabemos que estamos exagerando- admitió Zira con un suspiro hondo.- Pero es difícil ver a tu única hija volviéndose una vampiresa adulta. No podemos evitar pensar en que será de ella ahora. A dónde la guiarán sus próximos pasos.

-De seguro no será nada malo- opinó Lucifer echando una buena bocanada de humo de su cigarrillo.- O sea, es Crepa, es la vampira más inocente que he conocido. ¿Qué de malo podría pasarle a alguien tan centrada como ella?

(...)

-¿Qué... qué acabas de decir, Crepita...?

-Pues eso, papi. ¡Que quiero celebrar mi cumpleaños viajando alrededor de Europa!- expresó Crepa riendo feliz.- Ya lo tengo todo bastante planeado, escucha: el padre de Olivia es dueño de una agencia de viajes, y nos ha gestionado pasajes a buen precio a Oli, Peach, Moonie y a mí, por supuesto...

-Crowley, me falta el aire- murmuró Aziraphale abanicándose con la mano. Crepa que estaba tan entusiasmada contando su plan no lo notó.

-Vamos a recorrer Europa en un tour magnífico, papi, y nuestro guía será el hermano mayor de Moonie, Neil... ¿Lo recuerdan? Ese demonio tan agradable que me dio tutoría para pasar mis clases el año pasado...

-¿Un demonio?- repitió Crowley entrecerrando los ojos.- ¿Mi hija quiere viajar por toda Europa con un demonio? ¿Qué he hecho mal, señor?

-¡Papi, no seas exagerado! Neil ya estaba planeando su viaje con Terry, un amigo suyo de la infancia, y cuando se enteró de nuestro plan nos preguntó si queríamos combinarlo con el de ellos. ¡Yo dije que sí, por supuesto, siempre es divertido viajar con más gente!

Aziraphale cesó de abanicarse y observó a su hija mientras se mordía el labio, haciendo un gran esfuerzo por no ser dramático y ver las cosas como eran. Crepa era una hermosa vampiresa, con unos ojos azules impresionantes y labios como pétalos de rosa. Ya fuera que estuviera usando ropa de humana o ropa acorde a su naturaleza vampírica, con grandes capas y accesorios, ella siempre lucía preciosa. Era además una joven muy despierta, sensible y que se llevaba bien con todas las razas, por lo cual tenía amigos muy diferentes entre sí: Olivia la chica lobo, Peach la ángel, Moonie la demonio. Por más que le doliera verla deseando alejarse, Zira lo sabía. Las chicas como ella, con esa curiosidad y don de hacer amistades, no se quedaban mucho en casa. Le gustaba la idea de recorrer el mundo y no podía reprochárselo. No podía romper en pedazos el sueño de su hija porque simplemente a él le entristecía que quisiera festejar su cumpleaños viajando con amigos.

-Crepa... ¿tienes dinero para hacer ese viaje?

-¡Tengo mucho ahorrado, papi! Vender sobres de sangre sintética para vampiros vegetarianos fue todo un éxito. La empresa está creciendo y el señor Newton me aseguró que no solo soy su mejor vendedora, sino que soy el rostro perfecto para promocionar la marca.

-¿Rostro? ¿Vas a hacer publicidad para ese negocio, hijita?- preguntó Crowley impresionado ante la claridad con que Crepa se explicaba sobre sus planes a futuro.

-Exacto, papi. El señor Newton me lo ofreció y yo no dudé en aceptar, porque creo en su negocio. ¡Los vampiros vegetarianos como él merecen más apoyo y yo estaré encantada de dárselo! Cuando vuelva del viaje comenzaré a encargarme de la publicidad.

-Tesoro, no sé qué decir. Te veo tan... ¡segura! Definitivamente ya no eres una niña.

-Papi Zira...- Crepa se sonrojó y luego lo abrazó, y Crowley los abrazó a ambos.- Sé que querrían que me quede en Londres con ustedes, pero tengo que aprovechar esta oportunidad. El viaje, el alojamiento, todo está arreglado y estaré rodeada de amigos. Será difícil encontrar otro momento mejor que este para viajar.

-Solo se tiene 118 años una vez en la vida, querida- asintió Zira enjugando las lágrimas y dándole una gran sonrisa a su hija.- Adelante, haz ese viaje. Disfrútalo mucho, ten experiencias maravillosas y no te preocupes por nosotros, que estaremos bien.

-Te estaremos esperando cuando decidas volver, hija- agregó Crowley dándole un beso en la frente.- Te educamos para que tengas confianza en ti misma y llegó la hora de ver los resultados, así que vuela tanto como quieras y no pienses en nosotros. Vamos a saber adaptarnos a lo que sea que decidas.

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