Crepa es mi OC más querido, así que decidí volverla la protagonista de mi fictober de este año. Originalmente ella es una híbrida (mitad ángel/mitad demonio), hija de Zira y Crowley (protagonistas de Good Omens); en cada capítulo de este fictober le...
Cuando Crepa se inscribió en la academia de policía de Londres, supo que sería difícil: no por ser mujer puesto que había muchas mujeres policía, pero sí por su apariencia. Y lo sabía.
Medía solo 1,60, tenía un rostro muy suave y de facciones delicadas, era delgada y claramente poco atlética. No parecía en lo absoluto una policía, y su instructora en la academia se lo dejó bien claro desde el inicio.
-Ser policía no es tarea fácil, ¡no es para débiles! ¿Eres débil, Crowley Fell?
-¡No, sargento!- contestó con toda la firmeza que pudo. La sargento instructora Raven la evaluó con la mirada de forma poco delicada y luego le dijo, con una franqueza aplastante:
-Pues es lo que pareces. Con ese cuerpo pequeñito dudo que puedas enfrentarte a un delincuente, o tan siquiera a uno de tus colegas durante este entrenamiento.
-¡.......!
-Si quieres salir de aquí como una verdadera policía, Crowley Fell, te aconsejo que guardes esas lágrimas y te esfuerces- dijo Raven con dureza.- Entrena más duro, concéntrate más, ¡y demuestra si de verdad tienes algo de policía dentro tuyo! ¡Ahora largo, tengo papeles de reclutas que ordenar!
Crepa hubiera querido llorar porque no estaba acostumbrada a los regaños de esa clase, pero en el fondo sabía que su superior tenía razón. Si demostraba flaqueza sus compañeros la pasarían por arriba... ¿qué podría esperar de los criminales el día de mañana, entonces? Como agente tendría que demostrar fortaleza física y mental. No podía limitarse a fallar en sus pruebas y terminar de vuelta en casa, por lo que volvió a su habitación y se lavó el rostro con abundante agua fría. Luego se miró al espejo.
"No dejaré que nadie me diga lo que puedo ser" pensó con férrea determinación. "Si digo que voy a ser policía es porque voy a serlo, ¡así que más vale que se preparen esos presumidos que tengo por compañeros! Les demostraré que no necesito ser una gigante ruda para ser una buena agente".
(...)
La mayoría de los reclutas de la academia eran hombres, pero incluso las otras mujeres eran más altas y fornidas que Crepa. La camaradería que reinaba entre ellos parecía provenir de su seguridad, de algo que nunca había incluido a la pequeña rubia.
-Es hermosa como ella sola, pero... ¡no parece tener pasta de policía!- susurró un muchacho llamado Neil en el campo de entrenamiento, donde iban a correr con obstáculos. Crepa lo escuchó y se mordió el labio, pero no le dijo nada. Con esa gente, pensó, las palabras no servían de mucho. Las acciones sí.
-¡Atención,debiluchos, en sus puestos ya!- ordenó la sargento Raven con un fuerte pitido de su silbato.- No voy a esperar a nadie, así que cuando cuente tres los quiero a todos corriendo. ¡A la una... a las dos... y a las, TRES!
-Oigan, ¿qué demonios...?- alcanzó a decir Neil antes que Crepa pasara junto a él como un bólido, con su coleta rubia ondeando como una bandera. No solo él, sino todos sus compañeros se quedaron helados: Crepa por cierto que siempre había sido rápida, pero ahora rezumaba una increíble seguridad al balancearse sobre las cuerdas, saltar los obstáculos y trepar la alta pared que formaba parte del circuito. Parecía otra, sus ojos echaban chispas y tenía el semblante serio y duro de una policía consumada. Hasta la sargento Raven quedó impresionada al marcar en su reloj el tiempo de Crepa, que llegó segunda detrás de Michael, el mejor del grupo.
-Nada mal, Crowley Fell... ¡Nada mal! Te felicito, parece que tienes talento después de todo.
-Gracias, sargento- contestó ella jadeando pero sin perder la seriedad, bebiendo de una botella de agua. Raven asintió una vez más y dijo en voz alta, para todos:
-¡Que esto les demuestre que aquí no hay favoritismos, ni lugares asegurados! Los que se graduarán serán los que se esfuercen y demuestren temple y aptitudes. Los que no, los que ya se den por aprobados solo por hacerse los rudos, ¡ésos ya pueden mover su trasero de vuelta a casa, porque no aprobaré a nadie que no lo merezca! ¡Ahora vayan rápido a las duchas, vamos, vamos, vamos! ¡Más rápido, o les haré correr otra vuelta!
-Okey... me lo merecía- dijo Neil ya en el pasillo, cuando Crepa pasó a su lado. Ella se giró y lo miró con curiosidad, sin entender.
-¿Qué cosa te merecías?
-Eso de recién. Eso, que me superaras con tanta facilidad y el reto de la sargento Raven. Yo sé que me escuchaste antes y te pido perdón, no debí subestimarte por tu apariencia. No soy quien para decir que no tienes pasta de policía. Evidentemente la tienes.
-¡Oh! Bueno, no te culpo por decirlo en realidad. No soy ciega, ya sé como me veo y sé que soy físicamente pequeña y poco intimidante. Pero eso no va a detenerme. Me voy a graduar y seré una policía de verdad como tú y como todos.
-Espero ver ese día. ¿Amigos?- preguntó, tendiéndole una mano. Crepa se la estrechó con una sonrisa y luego se metió al vestuario de mujeres, pensando que el desgaste físico de esa carrera había valido la pena si con eso se había ganado el respeto de los demás.
