-Las mujeres y el mar no se mezclan- gritaba Neil en medio de la oscura taberna, aporreando su jarro de ron contra la mesa.- Atraen la mala suerte, las tormentas y las peleas entre los hombres.
-¡¡Es cierto!!- corearon los otros piratas, armando tal cacofonía de exclamaciones y risas que era difícil oír algo.
-Tener una mujer en la tripulación es un error, por eso en mi barco somos todos hombres. ¡Hombres fuertes!
-¡Hombres rudos!
-¡Hombres de verdad!
-Hombres muy, muy estúpidos- remató una voz femenina dura detrás de ellos, volcando todo su ron sobre la cabeza del capitán Neil. Los piratas presentes ahogaron una exclamación de horror ante la insolencia de la mujer pelirroja, pero antes que pudieran hacer nada ella desenvainó su espada y los amenazó con dureza.
-¡Calmen sus ansias, escorias! Solo vine a comprar bebidas para mi gente, pero ya que estaba escuchando tantas idioteces no me quedó más remedio que intervenir. ¿Conque las mujeres no son buenas piratas, eh? Yo te demostraré...
-¿¡Quién rayos eres tú!?- gritó Neil parándose de golpe y mirando con odio a su rival. La mujer soltó una risotada y contestó, petulante:
-No tengo por qué darte mi nombre, ¡pero recuerda esto! Tu arrogancia de hombre no te servirá de nada si te cruzas en el camino del poderoso Ángel Rosa. ¡Estás advertido!
-¿Ángel qué? ¿Qué diablos es eso?- preguntó preguntó Neil a su tripulación. David, su segundo al mando, le dio la respuesta en un rápido susurro.
-Dicen que es un barco pirata tripulado únicamente por mujeres. ¡Todo un escándalo, señor! Ayer lo escuché en el pueblo.
-Un barco de mujeres... ¡Bah! No me impresiona- escupió el arrogante pirata.- Esta bruja pelirroja debe ser su capitana, ¡pero se ha equivocado si cree que puede intimidarme! ¡Hombres! Alisten sus espadas. ¡Vengaremos nuestro honor y lo haremos hoy mismo!
(...)
El Ángel Rosa estaba amarrado lejos de los otros barcos, protegido por recias piratas de expresiones temibles. Neil y algunos de sus hombres las observaban buscando puntos débiles, pero era obvio que su seguridad era buena. Desde la cubierta varias mujeres más vigilaban listas para dar la voz de alarma ante ataques, y tenían buenos cañones preparados por lo que podían ver.
-Podemos abordarlas igual, capitán- sugirió Michael.- Nuestro barco tiene cañones más grandes y nuestros tripulantes son aguerridos. Nadie se acobardará ante un grupo de damas.
Neil no estaba acobardado, pero algo le dijo que debían esperar y así lo hicieron. No había ni rastro de la mujer pelirroja que lo humillara en el bar, y era a ella a quien quería castigar primero.
"Ninguna mujer por capitana que sea puede humillarme así y salir con vida" pensó airado y a punto de dar la señal para atacar, aún cuando no estaban a bordo de su propio navío. Pero una señal de su otro lugarteniente Michael lo hizo salir de su ensimismamiento.
-¡Capitán, allí está la mujer pelirroja bajando del barco... y no va sola!
-¿Eh?- Neil observó y vio que era cierto, la arrogante pirata iba acompañada de otra joven, mucho más hermosa y delicada que cualquier pirata que él hubiera conocido. Era pequeña, rubia y de inmensa belleza, con unos ropajes hermosos que no parecían ir para nada con ella. No solo Neil sino todos los demás se quedaron atónitos cuando las mujeres pasaron tan cerca de ellos que pudieron oírlas.
-Raven, gracias por haber traído esos cajones de ron hoy más temprano. Le vendrán muy bien a las chicas para nuestro próximo viaje, ojalá lo hubiera recordado antes, ¡casi provoco que nos atrasáramos!
-No se preocupe, capitana Crepa, no fue nada. Es mi deber ayudarla a mantener las cosas en orden.
-¿Tuviste problemas en la taberna del pueblo?
-Nooo...
-¿Segura? Un pajarito me dijo que discutiste con la tripulación de otro barco... otra vez.
-¡Esa lengua floja de Nina, debería arrancársela con mis propias manos!- vociferó Raven furiosa, a lo que Crepa contestó con una risa cantarina y dulce.
-¡Ya, ya, no te enojes con ella, sabes que es su deber informarme de todo! La envié para que te ayudara con esos cajones de ron, pero no está de más que me contara lo que pasó. ¿Quieres contarme por qué lo hiciste?
-¡Lo hice para proteger su honor, capitana!- afirmó Raven muy digna.- Esos estúpidos cerdos estaban allí hablando mal de las piratas mujeres, diciendo que traen desgracias y todas esas tonterías. No podía permitirlo.
-Ya veo...
-Antes que den gracias que no decapité a ese tarado que tienen por capitán, el Neil ése. Solo le dejé un amable recordatorio de que, si se cruza en el camino del Ángel Rosa, lo aguardará una muerte lenta en mis manos.
-¡Raven, eres un sol en verdad! Admiro mucho que quieras proteger a nuestras chicas, pero ya sabes lo que suelen pensar los hombres de nosotras. Es difícil hacer que nos vean como iguales.
-Pues por eso, capitana, se los haremos entender a punta de espadazos.
Crepa volvió a reír y luego instó a su lugarteniente a seguir camino, ya que evidentemente tenían que recoger un último encargo en el pueblo antes de zarpar. La tripulación de Neil se había quedado atónita ante cada palabra de las dos piratas, pero Neil el que más. El apuesto jefe no podía creer que ese pequeño angelito fuera capitana de un barco, ni que tuviera a su mando a una salvaje como Raven y a un grupo presumiblemente igual de salvaje. ¿Quién era esa Crepa? ¿Cómo podía existir una pirata con tal aire de ángel?
-¿Eh... capitán? Nos quedamos aquí, o...
-Volvamos al barco- musitó.
-¿No atacaremos?
-No, hoy no... no.- Suspiró hondo y recapituló.- No las abordaremos, pero las seguiremos cuando zarpen hoy por la noche. ¡Debemos volver y alistar nuestro navío ya mismo!
-Bueno, ¡ya oyeron al jefe! ¡De vuelta al barco, tenemos un viaje que preparar!
Neil observó al Ángel Rosa y se preguntó qué esperaba conseguir al seguirlo. Bueno, ya pronto lo averiguaría.
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Crepaverso
FanficCrepa es mi OC más querido, así que decidí volverla la protagonista de mi fictober de este año. Originalmente ella es una híbrida (mitad ángel/mitad demonio), hija de Zira y Crowley (protagonistas de Good Omens); en cada capítulo de este fictober le...