Alicia

17

Después de esa charla con Paul no lo ví por una semana porque tuvo una gripe que se complicó así que se me prohibió el entrar,pero la verdad es que él me pidió que no fuera porque no quería enfermarme, me sorprende lo rápido que empezó a cuidarme.

Luego pasó esa semana y él vino a visitarme a casa aprovechando que las chicas no estaban y... estoy embarazada,tengo hormonas locas y él estaba en casa y no quiso irse, pasó lo que iba a pasar.

- Buenos días,señorita.

Me muevo para verlo a la cara y me sonrojo cuando él besa mi frente,hay veces en las que me pregunto como hubiera sido haberme levantado esa mañana con él,probablemente me hubiera traído a casa y hubiéramos estado saliendo,pero el hubiera no existe, a demás,él está ahora aquí,desnudo,durmiendo en mi casa, y lo que mas me preocupa es que escuché a Olga quejarse de como fue obligada a dormir en la sala sin poder cambiarse a una pijama, esta mañana va a ser muy divertida sin duda.

-¿Qué tal?

- Pregunto lo mismo, no soy yo quien lleva a nuestro hijo.

No se por qué,pero no pude decirle mis sentimientos,pero él no sabe lo felíz que me hace cada que dice nuestro hijo,podría dar saltitos de emoción.

- Estoy bien Paul,pero tú eres el que necesita analgésicos y no trae ninguno.

- Bueno,es un precio que puedo pagar.

Me río bajito y sonrío cuando me besa ,siento como si fuera a fundirme,soy toda una babosa en sus brazos,pero no es mi culpa, resulta que mi chico no era raro,si no que esconde a una persona muy cariñosa bajo su torpeza.

Mordisquea mi labio y jadeo mientras él desliza una de sus manos por mi costado, pero se detiene sobre mi vientre acariciandolo como si fuera a romperse, deja su mano por un momento y ambos saltamos cuando un pequeño bultito golpea su mano.

-¿Eso... Alicia, eso...?

- Acaba de moverse, está diciendo buenos días papá.

Se queda viéndolo mientras yo enredo mis dedos en su cabello y cuando me ve mi corazón se estremece al ver las lágrimas en sus ojos.

-¿Qué pasa,Paul?

- No tienes idea de lo felíz que me hacen, los voy a cuidar toda mi vida.

Beso su frente y él sonríe besando mi mano y luego se levanta haciéndome sonrojar pero me río cuando me acuerdo lo de las Joyas Reales.

-¿Qué es tan divertido mujer?

- Nada,eres lindo lindo.

- No soy solo lindo lindo, amor mío, soy sexy.

Me río y me levanto de la cama caminando a donde está él y suspiro de satisfacción cuando me abraza, ambos estamos desnudos y abrazandonos,se siente tan correcto.

- Debemos vestirnos,no quiero que mi familia tenga hambre.

Sorprendentemente con una sola mano se pone la ropa interior,los pantalones (los cuales abrocho yo) y una camiseta, decide quedarse descalzo y luego me ve.

- Eres la mujer mas hermosa que he visto.

- Lo dices solo porque estoy embarazada.

Camina a donde estoy y toma uno de mis pechos sin descaro viéndolo sonriendo.

- Bueno, estoy seguro de que con el embarazo tus cachorros se hicieron mas grandes.

¡No puedo creer que haya dicho eso! Me pongo mi pijama rápido con su suéter y salgo de la habitación a la planta baja sin él,he tardado en acostumbrarme a mis enormes pechos y él hace esos comentarios.

Entro a la cocina y veo a una resacosa Olga bebiendo una cerveza a las nueve de la mañana,ella es un desastre,su cabello es un nido de pájaros, tiene su vestido todo arrugado y un poco de maquillaje bajo sus ojos.

-¡Mi bella Alicia! Creí que ayer estaban matandote.

- Cállate.

Abro el refrigerador buscando la caja de leche y la saco dejándola sobre la barra.

-¿Ya almor...?

-¡Oh Dios bendito!¡Morí y fuí al cielo de los Príncipes!

Oh, sólo es eso, creí que algo le había pasado a Hannah,sólo es mi hombre bajando a desayunar.

Paul entra a la cocina viéndome como si mi amiga estuviera loca y yo solo niego indicándole que se siente.

Escucho pasos corriendo y Hannah aparece en compañía de una recién levantada Sophie que al ver a Paul sentado en nuestro comedor abre los ojos enorme.

-¿Qué está pasando?

- Alicia decidió que si le gustan sus joyas reales.

Suelto una carcajada y Paul me ve escandalizado,es tan tierno,pero sí, me gustan sus joyas reales.

Las chicas van a la sala y quedamos Olga,Paul y yo en la cocina; mi amiga me abraza y golpeo su brazo cuando me besa en frente de él.

-¡Qué tienes! Vas a hacer que se moleste.

Veo al padre de mi bebé y él sólo niega rascando detrás de su cabeza.

- No sabía que te gustaban...

- No lo hace,solo Olga siempre me ha besado.

No quiero que le de importancia como tampoco quiero que eso arruine su buen humor,nuestro hijo acaba de hacerse notar debemos de celebrarlo.

-¿Ustedes estaban...? ¡perra suertuda! Si tu hombre lastimado te hace gritar así no quiero imaginar cuanto esté sanito,con razón estás embarazada.

Paul suelta una carcajada y yo lo veo negando, no puedo estár molesta porque es la verdad, él tiene que ser un dios o algo parecido porque creí que iba a morir en mi cama de felicidad.

- Ahora, Poulsen,usted tiene muchas cosas que responder antes de quedarse a mi niña.

Aquí vamos.