Alicia

13

Salgo de mi habitación en casa de mis padres como un ladrón intentando pasar desapercibida pero me detengo de golpe cuando veo una foto de la familia Real en la televisión,me acerco aún más y dejándome caer en el sofá a lado de mi padre escuchando con atención.

La noche de ayer se dió a conocer la noticia del accidente automovilístico en el que se encontraba el heredero a la corona,el Príncipe Klaus, su hermano,el Príncipe Paul,Conde de Monpezat y Thomas Carter vocero de la Reina y hombre de confianza del Conde de Monpezat

La Casa Real a dado a conocer que el estado de salud del Príncipe Paul es grave y que se esperan noticias de mejoría en las próximas veinticuatro horas, los Reyes piden oraciones por su hijo...

Siento el temblor de mis manos y volteo a papá y se por lo que refleja su rostro que estoy pálida, a papá le conté la verdad hace unos días y ahora que está pasando esto entiende mi sentir.

- Cariño... no puedes alterarte,estás embarazada,bebé...

Siento una lágrima rodar por mi mejilla dando paso a otras más y papá me abraza acariciandomi espalda.

- Alicia,pue...

Escuchamos el timbre y yo niego,solo quiero esconderme en los brazos de mi padre como cuando era una niña y tenía un mal sueño... Se que le dije a Paul que lo nuestro no tenía oportunidad,pero estos días que he visto tantas noticias sobre él... No es justo,no puede pasarle nada a una de las personas mas dulces del mundo.

- Tengo que abrir,cariño.

- No me dejes,por favor.

- Será un momento.

Papá me suelta levantándose del sillón y se va hacia la puerta dejándome sola; ni siquiera se como me siento,durante estos días he estado pensando todo y sólo me he golpeado la frente mil veces por lo estúpida que soy,ahora que el hombre está muriendo yo me estoy dando cuenta de como me siento... y no estoy felíz con eso,si algo le pasa a Paul...
No,no va a pasarle nada,son noticias, las noticias siempre exageran todo,¿verdad?.

- Cariño,tienes una visita importante.

¿Yo? Aparte de verme como una gorda llorona y moquienta,ahora tengo que ver a alguien más cuando no estoy en el momento indicado.

Me levanto del sofá viéndome,unos pantalones de maternidad blancos y un suéter verde con tenis,bueno,es lo mejor que puedo verme un jueves por la tarde.

Salgo de la sala y camino a la puerta para ver a un hombre alto rubio con ojos avellanas usando un traje,muy formal para ser casi fin de semana.

-¿Puedo ayudarte en algo?

Él me da una sonrisa que se me hace conocida y me tiende su manos,las estrechamos y lo veo con duda.

- Soy Eric... Conde de Monpezat.

¿Conde? Santa Vaca,es hermano de Paul, siento como empieza a surgir el pánico cuando recuerdo mi pequeño bache de cuatro meses que es mas que obvio por el suéter ajustado.

-¿En que puedo ayudarte?

- Necesito que vengas conmigo,probablemente mi madre vaya a matarme,pero Paul te necesita ahí.

- Tengo entendido que está saliendo con una francesa.

- Mi hermano lo hizo por obligación,no está cómodo con ella.

No voy a... bueno,si veo a Paul y está bien,podré decirle lo del bebé,pero si no voy y le pasa algo... sin duda no podría vivir con ello.

- Bien.

- Por favor,necesitamos irnos,es un viaje largo.

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El ascensor se abre y suspiro de alivio,había tanta gente en la entrada que creí que iba a sufrir un ataque de ansiedad,pero aquí estamos.

Camino detrás de Eric,quien ha sido extremadamente amable conmigo, hasta llegar a un pasillo lleno de guardias y un hombre mayor que se ve agotado,con todos los rasgos que he visto de esta familia lo puedo identificar de inmediato como el Rey Frederick.

- Majestad.

Ambos hacemos una reverencia y el Rey sonríe cuando ve mi vientre haciéndome sentir un poco incómoda.

- Señorita Andersen,es un gusto conocerla.

- Igualmente,Majestad.

-¿Vas a entrar a verlo?

Bueno,a eso vine,pero él es el Rey,él decide quien ve a su hijo y quien no.

-¿Puedo pasar?

- Por favor.

Camino a la puerta y la abro despacio para entrar a una habitación un poco oscura,cierro la puerta detrás de mí y camino a la cama que se encuentra en el centro,veo a Paul y una lágrima sale de inmediato cuando lo veo (malditas hormonas).

El hombre sonriente está frente a mí en una cama,dormido,con una gasa cubriendo una herida en su frente y un moratón enorme en su mejilla,tiene un brazo en una escayola y varios rasguños en su otro brazo,hay una intravenosa por la que corre un líquido amarillento y tiene un respirador para ayudarlo.

Me siento en un sofá reclinable que está al lado de la cama y acaricio mi vientre con calma.

- He escuchado que las personas que están en coma pueden escuchar... yo realmente no se que decirte...- Siento mi voz quebrarse y seco mis lágrimas.- Me alegro que no puedas verme,he sido toda llantos y mocos,seguro te daría asco... Lamento no haberte dicho nada esa vez que fuiste a casa de mis padres... Estuve maldiciendote por dos semanas por haber salido con esa duquesa... sólo quiero que sepas que el haber estado contigo... no me arrepiento de eso.- No puedo decir mis sentimientos ni en una situación así ¿Qué clase de persona soy?.- Necesito que te quedes aquí,con tu familia.

Tomo su mano dándole un apretón y la pongo sobre mi vientre llorando.

- Te pido perdón... No se lo que hago... sólo tengo veintidós años y soy estúpida y... tú me asustas,eres tan extraño y empalagoso,me tienes confundida,me gustas... y... vamos a tener un bebé.

Veo su mano inmóvil sobre mi vientre  y suspiro viendo a la ventana,tengo que dejar de llorar,no puedo ser tan berrinchuda.

- Esa noche que pasamos juntos fue la mejor de mi vida,me hiciste sentir tan hermosa y querida y... Lamento haberte dejado,probablemente si me hubiera quedado me hubieras convencido siendo todo sonrisas y cosas cursis,probablemente todo esto es mi culpa.

Creo que eso es lo que me ha afligido todo este tiempo,si yo no hubiera hecho el paseo de la vergüenza sola probablemente ya me hubiera vuelto loca,pero estaríamos juntos.

- No se si quieres que me quede contigo,aunque tampoco es como que me puedas hablar... tu madre me odia,creo que esa es la razón por la que estoy tan asustada,pero viéndolo ahora,podría pelear con ella todos los días si me lo permites.