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Dos semanas después.
Cierro la caja registradora y veo el lugar,es un sábado a las cuatro de la tarde y el lugar está a reventar,quiero comer maldición,pero la linda Olga no quitó el letrero de la promoción de la semana pasada y ahora todo mundo hizo citas,estoy muerta.

Me dejo caer en mi banco y tomo una de las revistas y abro una página al azar,esto es una broma,hay una foto enorme de Paul sonriendo y juro que algo se movió en mí,vaya que es lindo.

-¿Viendo de lo que te pierdes?

Cierro la revista de golpe y volteo viendo a Olga quien ríe.

- Tienes que admitir que tiene lo suyo.

- Como la torpeza.

- No tienes que ser tan dura con él.

Se escucha la campana de la puerta y veo correr una melena pelirroja hacia donde estoy,se detiene agitada y me sonríe.

- Sophie,ya te he dicho que no puedes hacer eso.

Buen Señor,¿Qué imagen voy a dar si entran personas corriendo en mi salón de belleza? Una buena no creo.

- Lo siento,pero llegó esta carta para tí.

- Los sábados no hay correo.

- Ve de quien es.

Me da la carta y casi me caigo del asiento cuando veo el emblema Real en ella,veo a las chicas pidiendo privacidad y cuando veo que no la voy a obtener abro el sobre sacando la hoja para ver una letra temblorosa pero linda.
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Señorita Andersen:

Me permito escribirle esperando que se encuentre bien y pidiendo disculpas de nuevo por el desastre de la cena pasada.

Queriendo redimirme me gustaría invitarla el día de mañana a cenar,19:30,alguien estaría esperando por usted.

Espero que pueda asistir.

Påul Pøulsen.
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Bueno,ya que su Alteza lo pide con tanta amabilidad... Buen Dios,es tan directo que siento que me está ordenando a ir mañana.

Dejo la carta en la mesa y veo a las chicas que tiene unas muy grandes sonrisas,no entiendo como es que ellas están más emocionadas que yo si ni siquiera lo han visto en persona.

-¿Y? No puedes recibir la carta de un príncipe y luego quedarte callada.

-¿Dónde quedó la privacidad de correo?

- Venga mujer.

Sonrío y antes de que pueda decir algo una clienta se acerca a donde estoy y sonrío,se ve tan bonita que a simple vista es mas que obvio que han hecho un buen trabajo.

- Te ves hermosa.

-¡Oh,gracias! No estaba segura de que me fuera a quedar bien el color.

Me paga y luego se va agradeciendo,me gusta mi trabajo y si a demás gano dinero es aún mejor.

- Bien,Alicia,esa chica no te salvó,habla ahora.

- Bien señoritas,me está invitando de nuevo a cenar,pero no pienso ir así que dejen de hacerse ilusiones.

No me gusta el chico,no es tan difícil de entender, a demás no me parece justo hacerle perder el tiempo con alguien con quien no va a pasar nada.

-¿Quieres que vaya yo? No tengo ningún problema.

-¡No!

Sophie se ríe y la golpeo con la revista haciendola reír aún más.

- Es un bombón.

- Supongo,si te gustan esa clase de hombres...

-¿Los hombres poderosos,ricos y guapos? No creo ser la única.

Ellas no lo entienden, a demás,no soy la señorita perfección y elegancia,puedo llegar a hacer tonteras y no puedo callarme cuando debería,no soy la candidata adecuada para lo que buscan, a demás,ni siquiera le agrade a la Reina a pesar de haber hablado como tres segundos.

-¿Qué es lo que dice la carta?

- Dice que un auto me estará esperando mañana a las siete y media,ni siquiera lo pide amablemente,me está ordenando cenar con él.

-¿Estás diciendo que tienes el valor de desobedecer la orden de un Principe? Vaya que mi amiga es valiente.

AliciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora