9

114 7 0
                                    

Tres meses.

Me dejo caer en una banca mientras como de mi helado y acaricio mi vientre,bien bebé,estamos celebrando tus primeros tres meses,no puedo esperar a que llegues.

- Hola.

No no no, volteo a mi lado y me sonrojo cuando veo a Paul a mi lado,ha pasado tanto tiempo que no nos veíamos.

Me acomodo en la banca y cierro mi abrigo mientras como de mi helado,se que mi barriga no es tan notoria,pero no voy a dejar que la vea.

-¿Qué tal?

¡Oh Dios! Sabía que debía ir directo a casa, pero no,la glotona quería comer un cono de nieve saliendo del doctor así que ahora estoy junto al padre de mi bebé muriendo de nervios.

- Nada,igual que la última vez que nos vimos.

¿Está queriendo decirme algo? Lo veo con recelo y veo mis zapatos,no se que decir,él no a preguntado nada y aún así siento que está aquí para interrogarme como si fuera a enterarse de mi embarazo,cosa que es imposible porque cuando ví a Thomas tenía cuatro semanas.

- Pensé que no volvería a verte después de que te fuiste.

Él no sabe que para mí también fue doloroso levantarme y hacer el paseo de la vergüenza saliendo a escondidas como una ladrona.

- Escucha,no quiero ser grosera,pero la verdad es que no estoy interesada en tí.

Y menos después de que ví que había tenido una cita con alguna chica dos semanas después de lo nuestro,se que no tengo derecho a estar celosa o reclamarle algo,pero si esperaba un poco de discreción.

- Además, por lo que pude ver no haz estado perdiendo el tiempo.

Vamos chico levantate y ve a tu castillo en busca de una princesa para ti y a mí dejame en paz.

- Sabes que necesito una esposa,probablemente si no te hubieras ido...

No me importa lo que tenga por decir así que me levanto del banco y camino lejos de él tirando mi cono a la basura,maldito,al fin había recuperado el gusto por la nieve y ahora solo la amargó.

Meto mis manos en los bolsillos y camino unas cuantas calles,ventajas de vivir cerca de un parque y del hospital,mi bebé tendrá a donde ir a jugar y un médico cerca en caso de emergencia,a él no le va a faltar nada.

Llego a casa y abro la puerta molesta,me quito las botas y el abrigo y camino directo a mi habitación,una buena siesta no me va a hacer daño.

Abro mi puerta entrando al dormitorio y y Olga desde su cama me interroga con la mirada,buen señor,ella sí que me conoce.

Camino a su cama y me acuesto a su lado riendo cuando se pone encima de mí.

- Bien,ahora que te sacaste el palo del trasero dime,¿Qué pasa?

- No me ha pasado nada Olga.

Se acerca demasiado a mi rostro y me da su sonrisa que me dice que o le cuento lo que me pasa o ella me lo va a sacar a cosquillas.

- Ví a Paul.

Su mirada cambia por completo a sorpresa y me río cuando me besa levantandose de la cama haciendo un baile divertido.

-¿Qué te sucede?

- Dime que le dijiste del bebé y que ahora serán felices juntos y se casarán y...

La veo seria y su sonrisa desaparece para volver a la cama sentandose a mi lado abrazandome.

-¿No le dijiste?

- No tiene caso,él ya salió con alguien y tiene que casarse pronto.

- Ajá,y tú vas a tener a su bebé,ese hombre debería de estár aquí durmiendo a tus pies.

- Olga...

-¡Ah no! A mí no me vas a convencer con lágrimas, ¿Realmente no te gusta? No tiene sentido porque entonces por qué te acostarias con él.

- Porque soy una tonta.

No hay otra respuesta,después de correr bajo la lluvia me olvidé de las circunstancias que rodeaban nuestra cita pero en la mañana todo me golpeó haciendome huir,pero no tengo porque explicárselo,soy un adulto y puedo cuidar de mí.

- Pero que va a pasar cuando necesites ayuda.

-¿Estás diciendo que no voy a poder con mi bebé? Tengo una casa y un negocio propio...

- Lo se,pero qué va a pasar cuando des a luz,he escuchado que las mujeres después del parto se ponen todas sentimentales y por más que me gusten tus tetas tengo un gusto mayor a los hombres,deberías dejar que Paul cuide de los dos.

Que mas quisiera yo que él no fuera un príncipe y no tuviera todas esas reglas a su alrededor y pudieramos vivir en una casita y querernos,pero se que esto no será así.

- Olga,vas a ser la madrina de mi bebé y mis padres van a estár rondando por aquí,creo que tengo el apoyo suficiente.

- Bien bien,mamá necia.

Sonrío y nos acomodamos en la cama mientras ella acaricia mi pequeña barriga.

-¿En serio él no la vió?

- Hace frío afuera,usaba un abrigo.

- Bien bien,eso no importa,¿Qué dijo la doctora?

- Se alegró de que las nauseas terminaran,me dió una lista de cosas que no debo comer y fuí toda lloriqueos durante la ecografía.

- Lamento no haber podido ir.

- Olga...

- Ser la madrina es ser una segunda madre.

¿Ven? No necesito más mientras la tenga a ella y a mis padres.

AliciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora