Alicia

¿Por qué papá es el Rey?

Entro a la habitación de mi pequeño Ashton y sonrío al verlo correr a la cama cuando nota que estoy entrando, Ash es el típico niño que lo mandan a dormir y se pone a hacer cualquier cosa menos dormir hasta que mamá o papá vienen a la habitación, ya no me sorprende.

Camino hacia la enorme cama que está en el centro de la habitación y sonrío cuando Ash abre los ojos en el momento en el que me siento a su lado, mi pequeño señorito sabe que no puede engañarme.

-¿Por qué no estás durmiendo? Cenaste hace dos horas.

- Quiero dormir contigo, mami.

Si algo ha aprendido muy bien es el intentar convencer a todo el mundo con su carita de cachorro a que se haga lo que quiera, pero en alguien tiene que entrar la cordura y evitar que se vuelva un niño malcriado, así que de vez en cuando me toca ser la mala y tener que decir que no.

- Ashton, cariño, tú has dicho muchas veces que ya eres un niño grande, y los niños grandes duermen en sus camas en sus habitaciones.

- Pero esta no es mi habitación.

Han pasado dos meses desde que Paul, Ash y yo nos mudamos de regreso a la ciudad en la residencia oficial y Ash ha tenido problemas para entender que no vamos a irnos de aquí y que tiene que acostumbrarse a que esta es ahora su casa por lo que probablemente esta es la vigésima vez que tenemos esta conversación, he sido buena y ha dormido con nosotros pero no creo que sea bueno para su rutina de sueño que esté en una habitación donde hay movimiento tan temprano por lo que tiene que aceptar el cambio y dormir, no hay nada que podemos hacer.

- Mami.

-¿Qué pasa, Ashton?.

- Si yo debo dormir aquí, ¿tú y papá pueden dormir conmigo?

Sip, esta conversación me la sé de memoria, le diré que no y luego tendré que explicarle que no podemos estar durmiendo los tres juntos todos los días porque todos necesitamos nuestro espacio, nada nuevo.

- Mami.

- Sólo duerme, mi amor.

- Pero quiero que duermas conmigo.

Vuelve a poner su cara de cachorro castigado y yo solo niego para volver a acostarlo y cubrirlo con la manta para besar su frente mientras me quedo en el sillón que está a su lado esperando a que duerma, realmente no puedo entender como mi pequeña sabandija tiene tanta energía.

-¿Por qué papá no viene?

- Debe estar durmiendo.

-¿Podemos acompañarlo?

Lo veo seriamente y él me da una de sus sonrisas tan parecidas a las de su padre y yo solo niego mientras siento como mi corazón se derrite, los dos hombres de mi vida saben comprarme con sonrisas.

Lo veo cerrar los ojos y yo solo suspiro viendo la habitación esperando, esto va a tomar un buen tiempo y yo solo quiero ir a dormir.

- Mamá.

Lo veo otra vez y noto la determinación en su rostro así que me levanto acercándome a la cama mientras él se sienta en ella en silencio para luego verme fijamente.

- Ashton, mañana tienes que ir a la escuela, duerme ya o no habrá pastelitos mañana.

- Pero tengo una pregunta.

- No puedes dormir con papá y conmigo.

-¡Mami, escucha! Esto es en serio.

Me siento a su lado y lo rodeo con mi brazo mientras se recuesta a mi lado poniendo su pequeña mano sobre la mía.