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Una mujer en estos momentos se encontraba hablando tranquilamente con los pequeños.

Ella estaba para adoptar a uno de ellos.

Era una mujer algo mayor, alrededor de 40 años, era viuda, y se había quedado con la ilusión de tener un hijo con su esposo.

Ella es abogada, tenía un buen sueldo y un hogar amplio, en la misma tiene unos pares de mascotas las cuales fue consiguiendo intentando llenar su vacío.

En ellas se podían contar un loro, un husky, un cobayo y un gato persa.

Se acercó a ti un momento con una suave sonrisa.

-"Ya he tomado una decisión"

Dijo con suavidad y tu le prestaste atención.

-"Rintarou es un niño muy tranquilo a la vez de energético a su manera, me agradan mucho su presencia, es algo misterioso"

Dijo con una suave sonrisa y tu le correspondiste dándole también una sonrisa.

-"Adoptaré al pequeño Rintarou, quiero conocerlo mejor, es un niño muy especial, estoy segura que va a lograr muchas cosas"

Recordabas que él solía decir que nadie lo iba a adoptar porque seguramente los adultos lo veían aburrido.

Cuando le dijiste a Suna que sería adoptado el mantuvo su rostro serio pero sus ojos tuvieron un brillo diferente.

La mujer iba a ir a buscarlo el día siguiente a la tarde.

-"Suna! Debes estar muy feliz! Vas a tener muchas mascotas!"

Atsumu decía con emoción mientras todos cenaban.

Suna se mantuvo muy callado durante el resto del día, solo contestaba haciendo muecas, asistiendo, negando o con murmuros, no mucho más, eso te preocupaba bastante.

Una vez acabaron, los niños se fueron al cuarto, que ya se encontraba bastante vacío para ellos, e iba a estarlo aún más cuando se fuese Suna.

Tu fuiste a tu cuarto a ponerte tu pijama, una vez terminaste de cambiarte escuchaste unos golpes en tu puerta, diste permiso de que pasara y viste a Suna asomarse.

-"Que sucede Suna?"

-"Puedo hablar un rato contigo...y luego quedarme a dormir aquí?"

Decía mientras jugaba con sus manos y miraba el suelo.

-"Por supuesto, ven"

Te sentaste en la cama e hiciste un lugar para que el subirse.
Una vez él se sentó a tu lado apoyó su cabeza en tu regazo, empezaste a acariciar su cabello con suavidad.

-"Realmente esa señora me quiere? Que vio en mí? Soy aburrido a la vista..."

-"Oh cariño no digas eso, a la señora Hichiro le pareciste muy misterioso e interesante, por eso te eligió, estoy segura que ella vio más allá de tus gestos y apariencia, y supo que eres un niño encantador"

Decías mientras acariciabas su cabello con suavidad, sentiste pequeñas gotas que caían en tu regazo.

-"Lo siento..."

Suna se separó y pasó su mano por sus ojos para secar las lágrimas que habían caído.
Te miró con determinación y te dio un fuerte abrazo.

-"Gracias por todo... Me alegra mucho que nos hayas cuidado..."

Sonreíste y correspondiste a su abrazo, ambos se acostaron y durmieron con facilidad.

~~

Suna estaba en la puerta de la casa junto con la mujer que lo había adoptado, él saludó a todo moviendo de lado a lado su mano y se marchó.

Subió al auto de la señora Hichiro y cuando arrancaron él se quedó viendo la casa hasta que la perdió de vista.

-"Nos encontraremos ahí chicos..."

Dijo en susurro.
Hichiro vivía a una hora y media de ese lugar, así que lo iban a cambiar de escuela.

-"Cómo te sientes Rintarou?"

Él volteó rápidamente a la mujer.

-"Bien"

Dijo encogiéndose de brazos y mirando por la ventana.

-"Quieres saber cómo estoy yo?"

-"Um.. Claro?"

Respondió confundido por la repentina pregunta.

-"Estoy muy feliz, muy muy muy feliz, quizás parezca que no es así, pero nunca fui muy expresiva con mis emociones. Pero desde el momento en que tuve tus papeles, tuve una inmensa alegría, estoy feliz de que estés conmigo"

Suna veía una leve sonrisa en el rostro de la mujer mientras hablaba.

-"Lo sé, se nota en tus ojos lo feliz que estas, tienen brillo... Tienen vida, algo que no tenían cuando fuiste por primera vez"

Mencionó ahora mirando a la mujer, ella soltó una pequeña risa por su comentario.

-"Podría decir lo mismo de ti, tienes un brillo diferente, ya lo tenías incluso estando en ese lugar, pero cuando viniste conmigo ese brillo cambió. Y no me refiero para mal, pero no puedo descifrar del todo que significa, y me gustaría aprender de ti"

En todo el viaje no hubo demasiada charla, pero el silencio que había no era para nada incómodo.

Cuando finalmente llegaron al hogar de Hichiro, Rintarou quedó fascinado por lo grande que era su hogar y por la cantidad de espacio que tenía.

-"Mi esposo era arquitecto, y se encargó de hacer todo esto, yo intenté ayudarlo pero siempre me decía que no, ya que tenía miedo de que me lastime"

Ella rio leve ante el recuerdo.
Se escucharon unos ladridos y rápidamente un Husky apareció yendo directamente hacia ellos, cuando vio a Rintarou se detuvo y empezó a olerlo, para luego sentarse y mirarlo.

-"Ya le caes bien a Taiyo"

-"De verdad?"

El preguntó acercando su mano lentamente al perro el cual luego se dejo acariciar.

-"Por cierto! Ayer preparé algo para ti aquí"

Ella extendió su mano hacia él, Rintarou luego de observar unos segundos su mano decidió tomarla y seguirla al patio trasero.

Sus ojos brillaron un poco cuando vio la red de volley y la cesta con las pelotas.

-"Si quieres puedes invitar a tus amigos y jugar aquí, y si gustas puedes practicar conmigo también! No sé mucho pero me encantaría aprender"

Rintarou se acercó de golpe a ella y le dio un fuerte abrazo en manera de agradecimiento.

Ninguno dijo palabra alguna, él le dio un fuerte abrazo y ella acarició su cabello con ternura.

-"Vamos, aun tengo que mostrarte tu cuarto y tienes que conocer a Pichiro, Coya y Torio!"

Él asintió con entusiasmo y fueron a ver el resto del lugar y de paso conocer a las mascotas. 

Cuidando (Inarizaki Niños)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora