BODA 1/3

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-"De verdad cumplirias ese capricho por una mujer mayor como yo?"

-"Por supuesto que lo haría!"

Dijiste entre pequeñas risas, te encontrabas en la casa de campo de la señora Hiriko, la mujer que te habías encontrado en la calle hace años y la habias ayudado, la mujer que ahora era la abuela de Shinsuke.

-"Estás segura de ello? Quizás sea más significativo para ti si usas el de tu madre..."

-"Oh no Hiriko, de verdad, muchas gracias por considerarlo, pero es algo que no podría hacer. Prefiero dejar esas cosas en el pasado y tenerlas como un buen recuerdo"

Una sonrisa se formó en los labios de la mujer y se acercó más a ti para tomar tus manos.

-"Muchas gracias por cumplir el capricho de esta mujer anciana, siempre tuve el deseo de que mi vestido de bodas sea utilizado en el casamiento de mi hija o hijo. Pero bueno, tu sabes que no pudo ser así"

Ella soltó una leve risilla antes de continuar.

-"No tuve hijas mujeres, solo tuve a mi muchacho, y bueno, él me dio a un adorable yerno así que mi vestido nada más ha estado acumulando polvo"

Hiriko analizó tu mano izquierda, mirando con ternura tu dedo anular, en el cual yacían dos anillos. El anillo de alambre que Shinsuke te había regalado cuando era un niño, y el nuevo anillo de compromiso de oro que él te había dado hace un mes.

Tuvieron un mes muy agitado, para poder organizar todo lo necesario para lo que será su boda.

Y ya solo quedaban 2 días para la misma.

-"Creo que Shinsuke no podría haber elegido mejor mujer para ser su esposa que tú"

Tus mejillas no pudieron evitar tornarse rosadas por el comentario de ella.

-"Tal vez pudo haber estado con alguien más joven- Au!"

Ni bien acabaste esa frase recibiste un golpe con un abanico en tu cabeza por parte de Hiriko, quien ahora tenía levemente el ceño fruncido por tu comentario.

-"No digas eso! Es como si dijeras que Shinsuke no te ama de verdad!"

-"Lo siento! Je es que a veces no puedo evitar pensar en eso"

-"Uh uh, no voy a dejar que mi nieta tenga inseguridades así que quítate ya eso de la cabeza. Te sientes muy mayor acaso? Tienes 35, Shinsuke 24, los dos aún tiene toda una vida por delante, qué más da esa diferencia? Acaso se dejaron de querer?"

Ella hablaba firme con sus brazos cruzados, hace mucho que no te regañaban, sonreíste levemente y colocaste tu mano en su hombro.

-"No volveré a quejarme de ello"

Dijiste con una suave y sincera sonrisa, lo cual hizo que Hiriko se relajase y te respondiera con otra sonrisa.

-"Entonces, te daré el vestido!"

Hiriko se levantó rápido de su lugar y fue a buscar lo dicho en un armario que había, estaba bien guardado en una caja, su estado era impecable.

-"Es muy hermoso..."

-"Deberías probartelo ahora para ver si es de tu medida!"

Sugirió Hiriko, y aceptaste, tomaste el vestido y fuiste al vestidor para cambiarte.

Te habías sorprendido cuando ya lo tenias puesto, parecía hecho exactamente a tu medida, haciendo que sonrías levemente recordando las palabras que una vez Shinsuke te dijo.

"Creo que estábamos destinados a estar juntos"

Saliste con una sonrisa llena de ternura, jugando un poco con el velo entre tus manos, alzaste la mirada para ver a Hiriko que parecía estar conteniendo sus lágrimas y tenía una sonrisa llena de orgullo.

-"Estas hermosa!" dijo ella para ir contigo y tomar tus manos

-"Abuela regresé!"

La voz de Shinsuke alarmó a ambas, ella te hizo regresar al vestidor y cerró de golpe la puerta, poniéndose en frente de la misma.

-"Abuela está todo bien?"

Shinsuke la vio parada de manera protectora en esa puerta. Hiriko simplemente sonrió y asintió ante su pregunta, de todas formas dejando extrañado a su nieto.

-"Iré a darme un baño... Hoy fue un día largo en el campo con pops"

Dijo estirándose y le dio una sonrisa a su abuela.

-"Luego yo me encargaré de la cena"

Fue lo último que dijo antes de retirarse al baño.

Cuando Hiriko vio que estaban fuera de peligro te sacó del vestidor, ya no tenias puesto el vestido para ese momento.

-"Quédate a cenar querida"

Sonreíste ante su propuesta y aceptaste a la misma.

Fue muy divertido ver el rostro de sorpresa y alegría de Shinsuke cuando supo que estabas allí.

Cuidando (Inarizaki Niños)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora