"Me gustaría que seas mi primer amor, el único o el último, o de ser posible, que seas los tres."
Andrés Ixtepan
"El chico del que hablaremos hoy jamás había sido una persona que se interesara por otros. Pero no me malinterpreten. Por supuesto que le preocupaba el bienestar de sus amigos, o el de su familia, pues era una persona muy dulce, aunque pocas veces lo demostrara. A lo que me refiero es, que nunca había sentido la necesidad de conocer a una persona a fondo, mucho menos con intensiones románticas.
Pero esto es fácil de explicar, pues aún era muy joven. A su temprana edad no era ninguna sorpresa que sólo se centrara en su vida y considerara el amor como algo tonto.
Al menos eso es lo que todo el mundo pensaría, hasta aquel día.
El pequeño no pudo evitar que sus ojos la siguieran en cuanto entró al salón, ni cuando tomó asiento a unos pocos lugares del suyo. No entendió, aunque para nosotros sea algo obvio, el por qué de aquella necesidad de mirarla, de pasar los dedos por su cabello y comprobar si era tan suave como se veía, de hacer tonterías solo para que le regalara una sonrisa.
Pero aunque quisiera hacer todo eso, nuestro protagonista era demasiado tímido. No fue capaz, en los cuatro años en los que se conocieron, de mantener una conversación de más de dos frases sin salir corriendo. La chica creía que la odiaba, y no era de sorprenderse, pues él no hacía más que evitarla.
Así que aquel triste día, donde abandonó su país en busca de alcanzar aquello con lo que tanto había soñado, le sorprendió verla allí, junto a sus amigos y familia, brindándole una cálida despedida.
Aunque el tiempo pasó, y ya casi se había convertido en un adulto, el pensamiento sobre lo que podría haber pasado si hubiera actuado diferente, lo torturaba día y noche. Tal vez estaría allí a su lado, asistiría a sus conciertos, lo felicitaría por los premios ganados, le diría cuan orgullosa se sentía de haberlo visto debutar. Pero, por supuesto, aquello no eran más que desvaríos de un chico que había echado a perder lo que podría haber sido un hermoso primer amor.
Pero, el momento que todos esperamos llegó finalmente. No sabría decirles con seguridad la razón por la que se encontraron en aquel lugar, si fue mera casualidad o un plan del destino. Pero lo importante es que allí estaban, parados uno frente al otro una vez mas.
La incomodidad era palpable en el ambiente y ambos se sentían culpables por no poder decir todo aquello que se habían guardado. Aún así, cuando la vio caminar a lo lejos, el chico entendió que aquel no era el futuro que quería. Uno donde viviera con el pensamiento de lo que podría haber sido, lleno de arrepentimientos y rencores.
Quería sentirse libre de tomar su mano, expresarle todas esas dulces palabras que se había guardado por años. Quería compartir sus triunfos y caídas, llegar a casa al calor de sus brazos y la ternura de sus besos.
Así que con todo el valor que pudo recoger, le gritó aquellas palabras que debía haber dicho hace mucho tiempo.
—私はあなたが好きです、デートしましょう
Y lo que tanto hemos esperado, sucedió."
—Esto apesta—la castaña cerró la pantalla de la laptop sobre sus piernas, soltando un suspiro de frustración. Su dulce novio se limitó a masajear sus tensos hombros, en un intento por calmarla.
—A mi me gusta—le aseguró, aunque ella no le creyera en lo más mínimo—. Tienes talento.
—¡Sólo lo dices para hacerme sentir mejor, Niki!—replicó la chica, girándose para enfrentar su rostro—No es ni por cerca lo que quería escribir, es penoso.
—Lo digo porque de verdad creo que es grandioso, tonta—el menor la tomó de los hombros, obligándola a recostar su espalda contra su pecho. Había estado en esa posición por horas, sentada entre sus piernas en la mullida cama, mientras intentaba que la inspiración la alcanzase. Cosa que claramente no estaba logrando.
—Pero no está expresando todo lo que había pensado—un puchero se formaba en sus labios, mientras sentía las lágrimas amontonarse en sus ojos. Cada vez que no podía escribir, se sentía terrible. Era la única cosa que se le daba bien ¿por qué no podía hacerlo ahora? El sentimiento de insuficiencia la golpeó en el pecho y apretó las manos del chico, que descansaban en su cintura, tratando de calmarse. A él no le gustaba verla así, y no quería preocuparlo.
—Lo que yo veo, es una historia dulce sobre un primer amor. Nuestra historia— expresó, dejando un beso en su cien—. No te frustres, yo no podría poner todo lo que siento por ti en palabras ni aunque me pasara años en ello. Pero tú si puedes, porque eres increíble.
Siempre le sorprendía la manera en que la voz del chico lograba calmarla, sabía exactamente qué decir en todo momento. Sus palabras lograban reconfortarla, y hacerle olvidar todas las inseguridades y dudas que pudieran cruzar su mente.
—Tal vez sólo estás cansada, vamos a dormir un poco ¿si?
La suave melodía que dejaba los labios de su novio la arrulló, y se dejó llevar por el sueño con tranquilidad. La inquietud en su pecho, desvaneciéndose con cada tono. El amor en su corazón, creciendo con cada nota.
Quizá no pudiera expresar lo que sentía por aquel ser en palabras, pero ella, profundo en su alma, lo sabía con exactitud. Y no necesitaba mas que eso.
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𝔼ℕℍ𝕐ℙ𝔼ℕ
De TodoBreve recopilación de escenas que escribo en mis ratos libres con los miembros de ENHYPEN como protagonistas. ➢Mucho fluff y extra dulzura, suficiente como para causarte una diabetes. Espero que disfruten y le den mucho amor L♡