"Y allí se encontraba el anciano, cerca de la banca de madera. Días grises lo traen aquí,
Como si las nubes hablaran de ella. Él esperaba su amor pues se hicieron una promesa. Ella dijo, "Cariño, allí estaré, donde el sol y la lluvia se besan". En una sonrisa esconde su angustia quizás, hoy no pueda verla. Él no desiste; sigue esperando, y la bruma del día, ya casi se acuesta. Lágrimas corrían por su cara arrugada, sus ojos bailaron en alegría y tristeza. Al ver un arcoíris adornar el cielo, donde el sol y la lluvia, se besan."Clairel Estevez
La luces se apagaron de golpe, sumiendo a los siete en un profundo silencio.
—¿Apagón?—la voz de Sunoo resonó por el lugar, asustando a la mayoría del grupo, pero ninguno dijo nada al respecto.
—Las luces de emergencia se encenderán pronto—los tranquilizó el mayor, pero Jungwon ya no estaba escuchando. Su mente había viajado rápidamente a aquella conversación que había tenido tiempo atrás con una chica particular.
«—Claustrofobia y nictofobia- le respondió mientras estiraba frente al espejo—. Lo cual no es una buena combinación si trabajas en este lugar.
—¿Por qué no?—cuestionó el joven frente a ella. La conversación se había desviado completamente del tema inicial, como siempre pasaba cada vez que hablaban. Por supuesto, aquello no le molestaba a ninguno de los dos, pues era una perfecta excusa para pasar tiempo juntos, aunque no quisieran admitirlo.
—Las puertas tienen cerradura eléctrica, si ocurriese un apagón no sólo me quedaría a oscuras, sino que también encerrada—aunque la chica hablaba con soltura, Jungwon no evitó notar el leve temblor de sus manos. Era más que claro que el sólo pensar en la situación le aterraba en demasía.»
No lo pensó dos veces y con toda la velocidad que sus piernas le permitían, corrió a la sala donde sabía que la chica se encontraba. No le importó el no poder ver nada a su paso, incluso aunque en más de una ocasión estuviera a punto de chocar fuertemente contra una pared. Sólo había una proridad en su mente, y era aquella joven de dulce sonrisa.
«—Noona, ¿Qué sucedería?—le cuestionó tiempo después. Por más que la conversación hubiese cambiado de rumbo tiempo atrás, la idea seguía circulando por su mente.
—¿Sobre qué?
—Si se quedara encerrada aquí, en la oscuridad.
—Oh—la chica lo pensó un momento, aunque conociera la respuesta con exactitud—Pues, lo mismo que ha pasado otras veces.
—¿Ya le ha pasado?—preguntó con sorpresa, aterrado ante la idea de que la muchacha hubiera sufrido aquello antes.
—Sí, más de una vez—le sonrió, transmitiéndole esa calma que en realidad necesitaba ella—. Pero no dura mucho, no te preocupes.
—¿Cómo?
—Termino por desmayarme, casi siempre. Así que el miedo dura poco— aunque aquello hubiera sido dicho en tono de broma, al chico no le parecía gracioso en absoluto.
—Noona, no tiene que temer—le aseguró convencido—. Yo estaré allí para cuidar de usted.
La chica le sonrió con ternura, por supuesto que estaría allí para ella, y la idea le encantaba.»
—Aquí estoy, aquí estoy—la aterrada figura se aferró con fuerza a sus brazos, entre sollozos y temblores. El chico se limitó a acariciar el pelo de la chica, y cantarle una suave melodía, en busca de calmar su llanto.
Incluso cuando la luz hubiese vuelto, no la soltó. Pues Jungwon siempre cumplía sus promesas, había prometido cuidar de ella, y aunque no lo hubiera dicho entonces, la cuidaría hasta donde sus fuerzas alcanzaran.
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𝔼ℕℍ𝕐ℙ𝔼ℕ
De TodoBreve recopilación de escenas que escribo en mis ratos libres con los miembros de ENHYPEN como protagonistas. ➢Mucho fluff y extra dulzura, suficiente como para causarte una diabetes. Espero que disfruten y le den mucho amor L♡