—Zaid...— hablo nerviosa, aún con su mano agarrando con fuerza mi brazo y su otra extremidad apuntando a Enzo— por favor, baja el arma.
—¿Estás bien? — mi hermano intenta avanzar pero Zaid le saca el seguro al revolver— suéltala.
—Zaid, por favor...
—nos vamos, Siria.
—Tú de aquí no te vas con ella— le dice Enzo.
—¿Qué vas a hacer al respecto? ¡Le han lavado el cerebro! — le grita Zaid.
—Zaid, basta. Detén esto.
—¿Qué te hicieron creer, eh? Dime, ¡Dime, Siria! — Zaid zamarrea mi brazo, haciéndome soltar un gemido de dolor — ¡Te han puesto en mi contra!
—te has puesto en su contra tú solo, pedazo de hijo de puta— le gruñe Enzo.
—Cierra la maldita boca o te la destrozaré con balas.
—Zaid...
—¡Tú también cállate! — Zaid me grita y yo tiemblo en mi lugar, especialmente, cuando lo veo sacudir el arma en dirección a mi hermano.
—por favor, por favor... — mi voz es temblorosa— me iré contigo, haré lo que quieras, pero...
—Siria, no— Enzo me mira— no vas a llevártela, hijo de puta, ¿Sabes cuánto tiempo la esperamos? Diecisiete años. No vas a llevarla.
—¿Quieres probar?
—Zaid, no— intento controlar el miedo en mi voz— Enzo... Enzo, muévete— le digo, clavando mis ojos en los suyos— por favor, no quiero que esto termine en una tragedia.
—no voy a dejar que te lleve, Siria— dice. Su voz firme, de algún modo, me calma— Sei mia sorella, no...
—en nuestro idioma— le escupe Zaid— muévete o serás comida para gusanos.
—no voy a moverme— mi hermano bloquea la única salida de la cocina.
—Enzo, por favor.
—cállate, Siria.
—¡No le hables así!
—voy a matarte, pedazo de mierda— Zaid avanza y con él, voy yo. Me arrastra, hasta que estamos a pocos pasos de mi hermano— muévete.
—dije que no.
—¡Zaid, no! No, por favor— pongo mi mano sobre la suya— por favor, por favor, detén esto, te lo ruego.
—dile a tu hermano que se mueva, cariño.
—Enzo... —mi hermano clava sus ojos en los míos y siento que podemos comunicarnos sin palabras. Le prometo que regresaré, que encontraré la forma de irme de su lado, aunque ahora las cosas sean más difíciles y no tenga a Ahmed de mi lado— múevete, te lo pido por favor.
—va a hacerte daño.
—no quiero verte morir— susurro.
Enzo y yo nos miramos y decimos todo sin hablar. Intento transmitirle que soy fuerte, que podré aguantar lo que sea porque ahora sé que hay una vida mejor esperando por mí, una vida que anhelo y personas con las que quiero estar.
—voy a encontrarte— promete.
—qué lindo... realmente conmovedor— Zaid habla con burla— muévete, pedazo de mierda— Enzo se mueve a un costado y yo respiro cuando Zaid me empuja y mi hermano queda detrás— por cierto... — Zaid me detiene y aprieta mi brazo antes de girarse y encarar nuevamente a mi hermano— nunca intentes pasarte de listo conmigo, idiota— luego, presiona el gatillo. El sonido me sobresalta y más, ver a mi hermano caer al suelo para agarrarse con fuerza la pierna.
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Obediencia |+18| (borrador)
ChickLit-Nada es lo que parece, Siria y debes tener algo muy en claro: "La obediencia puede llevarte al placer más profundo o al castigo más salvaje". Siria vive en lo que ella siempre conoció como un convento. Allí, las Madres educan a las mujeres para se...