11. Familias incómodas...

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holiboli...

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Capítulo Once
"Familias incómodas..."

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El trayecto a casa había sido tormentoso. Con su padre contando anécdotas familiares que Tails no debía saber.

Miró el reloj en su muñeca y suspiró; eran las 2:30 de la madrugada. Moría de sueño.

−Muy bien chicos, hemos llegado−Detuvo el auto y les sonrió animado−Tienen suerte, tu madre está preparando sus famosas galletas para la cena de ensayo de mañana−Comentó mientras ponía un pie fuera del auto.

Ellos le siguieron; realmente hubiese deseado celebrar la idea de comer las galletas de su madre, pero la hora y el cansancio le estaban cobrando factura. Tails en cambio, se relamió los bigotes pensando en la posibilidad de probar algunas.

La cocina de Aleena era legendaria entre las amistades de Sonic que habían tenido la oportunidad de probar alguno de sus platillos y Tails no era la excepción.

Dentro de la casa percibió el aroma inconfundible del dulzor de aquellas galletas de vainilla y canela que acompañaron su niñez.

−Estoy casa−La voz de su padre resonó en sus pensamientos, mientras lo observaba quitarse los zapatos y cambiarlos por unas pantuflas−Tengo compañía−Añadió después.

Pasos provenientes desde la cocina se aproximaron hasta donde se encontraban los recién llegados y ahí, frente al umbral de la puerta divisó una figura femenina sostener un bowl de metal y lo que podía suponer era un instrumento para batir.

−¿Maurice?−Lo miró incrédula, pero emocionada−¡Mira que guapo te has puesto!−Se abalanzó hacia él dejando caer el bowl con la mezcla que, por fortuna fue interceptado por su esposo −¡Me alegra tanto que estés aquí! ¿Pero por qué a esta hora y sin avisar?−La mirada de confusión en la mujer era evidente.

−Los encontré vagando en la Av. Wisp−Jules sonrió burlesco−Dicen que era una sorpresa−Añadió con diversión.

La idea de ver a su hijo y a su mejor amigo vagando por la ciudad a altas horas de la noche por haberse desorientado le resultaba en extremo gracioso, pero a su adorada esposa al parecer no tanto.

−¡Mi pobre bebé!−lo zarandeó un poco y comenzó a revisar que no tuviese heridas externas−¡Mira nada más qué flaco estás!−Le apretó un poco las mejillas, abochornándolo−Te prepararé algo de cenar−Y dicho esto se encaminó a la cocina dispuesta a prepararle algo de comer a su hijo en extremo flacucho y a su amigo de baja estatura.

𝑊ℎ𝑜 𝑤𝑖𝑙𝑙 𝑖𝑡 𝑏𝑒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora