21. Cuentas y sentimientos...

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Holi... 

:)

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Capítulo Veintiuno
"Cuentas y sentimientos..."

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Después de un rato Rose había logrado dormir nuevamente y se permitió relajarse al fin. El reloj en su muñeca marcaba las 9:30 pm; el tiempo había transcurrido con mucha rapidez.

En silencio y el ir y venir del personal médico poco a poco comenzaba a ser menos frecuente; supuso se debía a que los pacientes —que podían— comenzaban a dormir.

Recostada en la cama Rose tenía esa expresión apacible y llena de calma y tranquilidad.

Le parecía la mujer más hermosa que existencia en ese plano existencial, no tenía duda de ello. Tan frágil y delicada cual Rosa en el jardín, sabía que esa mujer le había vuelto loco y no estaba seguro de querer dejar de estarlo. Aún dormida no perdía ese encanto que le caracterizaba.

Acarició su mejilla con el dorso de su mano y ella dio un leve respingo a causa del contacto. No había despertado, en cambio logro que la joven cambiase de posición dándole la espalda.

Era tan perfecta...

—Me encantas...—Soltó sin pensar acariciando la cabeza de la joven y ella nuevamente se estremeció un poco—Te juro por mi vida que jamás dejaré que nada malo te pase...—susurró, entre suaves caricias.

Porque solo en la complicidad del sueño se sentía capaz de dejar fluir aquellos sentimientos que florecían en su interior.

Era un cobarde en el fondo...

Soltó un leve bostezo debido al cansancio y se encamino hacía la salida en busca de la dichosa máquina de café. Si iba a pasar la noche ahí al menos bebería algo para afrontar los nervios del momento.

Sabía que ella estaba fuera de peligro y que el reposo le ayudaría a salir mañana por la mañana, pero aun así se sentía tan inseguro. Inevitable le resultaba pensar en esa época en dónde prácticamente vivía las 24 horas del día dentro del hospital.

Poco había cambiado desde su última visita a aquel hospital; y era inevitable que María no llegase nuevamente a su mente y la sensación de pesadez se instalara nuevamente en su pecho.

Caminó con pasos lentos hasta la máquina y depositó el billete presionando los botones segundos. Mientras esperaba que el líquido llenase el vaso de unicel que había seleccionado, se permitió echar un vistazo en su teléfono.

Demasiadas llamadas perdidas de ese idiota de Jet y toda su parafernalia de amores sentimentalismos baratos estaban fuera de su interés en ese momento; no tenía tiempo para pensar en ese idiota y sus sandeces de ebrio drogadicto, ya después se encargaría de él y sus crisis existenciales. Abrió su red social predilecta y notó como tenía un mensaje de Rouge indicándole que se comunicase inmediatamente con ella en cuanto leyera el mensaje.

¿Qué podía querer esa loca mujer a esas horas? Dudó un momento en si debía contactarla o no; posiblemente eran tonterías, pero la pequeña posibilidad de que fuese algo más estaba ahí y solo por ello se convenció a si mismo de hacerlo.

Presionó la opción de marcar y esperó un par de segundos a que la fémina atendiese el llamado; dio un trago al café recién servido y una pequeña mueca de desagrado se le formó en el rostro. No le gustaba, simplemente era eso.

𝑊ℎ𝑜 𝑤𝑖𝑙𝑙 𝑖𝑡 𝑏𝑒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora