El bosque era tranquilo, sin nada que pudiera molestarla. Por supuesto aquel día era para descansar, según la kitsune de cabello negro, sin embargo, pese a que estaban en una especie de picnic el caballero que era su amante, aun se encontraba entrenando
"Deberías venir conmigo, ¡debes comer algo!" Refunfuñó la mujer zorro mientras que la colas de la misma se movían con impaciencia.
"Tengo una razón." Comentó, retomando el agarré de aquel objeto con firmeza.
"¿De verdad? ¡Dimela!"
"Debo proteger lo que le da sentido a mi vida, y esa eres tu"
Sypha podía sentir las mejillas arder por tal comentario que escuchó, no era su fuerte responder a eso por lo que con cierta vergüenza se llevó un trozo mediano de tarta a su boca, sin embargo, como era de insistente, la mujer palmeó un par de veces el lugar vacío de su izquierda para que le hiciera caso y se sentase junto a ella.
Tras terminar de comer, Sypha suspiró.
"Lo entiendo pero deja la espada por hoy. Estamos descansando." Murmuró mientras se abrazaba al brazo ajeno mientras envolvía sus colas alrededor del cuerpo ajeno.