Mircea no tenía palabras para poder expresar lo que había sucedido en aquella pequeña huerta del bosque.
Tampoco negaría que aquel gran hombre había captado su atención, quizás estaba un poco embobada con eso. ¡Nadie la había besado antes! Y le había gustado.
Lo que empezó como una pequeña charla en aquel lugar mientras recogía las hierbas, terminó en un acalorado beso que le hacía sentir un poco extraña...como si pidiera más.
Sin embargo, tras concluir con aquel beso y mirarlo cual niña encantada en silencio, solo obtuvieron un breve intercambio; aquello incluía compartir aquellos frutos de la huerta.
Hubo una breve charla antes de que el mayor se marchase, una divertida con una despedida agridulce.
Tenía una clara mezcla de emociones, pero sin duda todas ellas eran positivas, él le había gustado y...esperaba que en algún momento volvieran a cruzarse.