El sol, tan amado por algunos y tan odiado por otros.
Para Moira resultaba ser la segunda. Detestaba los días soleados, sobre todo en la epoca de verano porque terminaba toda sudada y quemada por aquella maldita cosa.
Pero dejó de odiarlos, sobre todo porque sentía que el mismo sol aparecía cada vez que salía con Travis...y siempre rogaba que hubiera sol y no ningún día nublado que les impidiese verse.