VALIENTE ; Wos

💫Veintisiete💫

"Volveremos a ser libres.A besar sonrisas, y a abrazarnos sin prisa. A sabernos imprescindibles, a sentirnos invensibles. Volveremos a mostrar lo que escondimos. A donde más nos quisimos. A sentirnos completos.
Volveremos para ser mejores de lo que fuimos."

Gina.

Tomé la mano de Valentín e ingresamos al edificio, subimos por el ascensor, aún de la mano y sentía como él me tomaba con fuerza, como si tuviese miedo de que lo suelte y era lo que menos quería.

Sin decir una palabra salimos de ascensor y caminamos hacia la puerta de mi departamento, saqué las llaves de mi bolsillo, abrí la puerta y miré a Valentín invitándolo a pasar.

-Vamos Valen, podés pasar- El asintió e ingresó.

Aún sin soltar su mano cerré la puerta y lo  miré, su vista recorría todo mi living, mirando cada detalle.

-Podes sentarte en el sillón, yo voy a traerte un vaso con agua- Dije mientras acariciaba su mano, el asintió, solté su mano lentamente y comencé a caminar hacia la cocina.

Al regresar vi que Valentín aún seguía parado en el mismo lugar.

-Valen, vení, sentate conmigo- Hablé dando unas palmaditas en el sillón, el asintió con los ojos a punto de largar sus lágrimas, se sentó a mi lado, recibió el vaso con agua y bebió un poco, luego de ello suspiró y pude notar como sus lágrimas recorrían su mejilla.

Pasé mi mano secando su rostro y él solo me miraba a los ojos.

-¿Querés contarme que pasa?- Pregunté con un poco de miedo.

Luego de unos segundos el respondió.

-Yo... yo no sé cómo contarte esto, me siento mal- Murmuró mientras bajó su mirada al piso.

Me acerqué más a él, pasando mi brazo por su espalda, acariciandolo.

-Tranquilo Valen, si no querés o te sentis incómodo, no es necesario que me cuentes-

-No, necesito contarte- Aseguró.

-Está bien, entonces contame como puedas- Afirmé.

Mientras se tomaba su tiempo para comenzar a hablar observé su rostro. Tenía ojeras, la nariz roja y sus ojos muy hinchados, como si hubiese llorado mucho y al darme cuenta de eso, sentí un dolor en el pecho.

Sus ojos se cristalizaron aún más, mordi mi labio y lo abrace acercando su cabeza a mi pecho.

-Rebecca me mintió, me mintió con el embarazo... nunca estuvo embarazada y yo... yo me siento un estupido, me siento manipulable, me siento... roto- Dijo con la voz entrecortada.

Fue duro escuchar las palabras de Valentín, fue duro saber que Rebecca era capaz de hacer todo eso, de lastimarlo tanto.

Suspiré intentando calmar mi ira hacia Rebeca y abracé más fuerte a Valentín, sentí sus brazos al rededor de mi cintura, aferrándose aún más.

Dolía ver a Valentín así, dolía escuchar su llanto sin intención de parar, verlo desmonorarse en frente mío me rompía el corazón.

Rebecca, te odio con toda mil alma, te odio de verdad.

-No entiendo por qué lo hizo, no la entiendo Gina. Se que no soy un santo pero yo nunca le hice nada malo para que ella se comporte así- Pronunció entre lágrimas.

-Tranquilo Valen, a veces uno no logra entender por qué hay personas que van por la vida haciendo tanto daño a los demás, a veces las personas no miden las consecuencias de sus actos, no toman dimensión del daño que generan. Pero lamentablente lo hacen y aunque cueste, tenes que estar tranquilo sabiendo que vos diste lo mejor siempre, sos una persona maravillosa, un ser de luz y no exagero cuando lo digo. Todo va a estar bien Valen, la vida tarde o temprano pone todo en su lugar.- Aseguré dejando caricias en su cabello intentando calmarlo.

Él se acomodó en el sillón secando sus lágrimas, me miró a los ojos y puso sus manos en mis mejillas.

-Vos sos mi lugar Gina-

Cerré mis ojos al oír a Valentín y sentí una leve sonrisa formarse en mi cara.

-Y vos el mío Valentín, vos sos mi lugar-

Hundió su cabeza en mi cuello abrazándome por la cintura. Ya no lo escuchaba llorar pero sentía sus lágrimas mojar mi remera, lo abracé también haciendo que nos recostemos sobre el sillón, quedando él sobre mí pecho.

Le hice mimos en su espalda hasta que sentí su cuerpo relajado y su respiración más tranquila. Sabía que no estaba durmiendo  porque sus dedos se dezlizaban lentamente desde mis costillas hasta mi cintura.

Ya había pasado unas horas, el sol se había escondido, las luces del living estaban apagadas, pero por las cortinas de mi balcón entraba la luz tenue del alumbrado de la calle, haciendo que el ambiente sea más tranquilo aún.

Nos encontrábamos aciéndonos mimos mutuamente, sintiendo la respiración del otro, sin decir una sola palabra, pero cuidándonos el uno al otro, sí, yo cuidaba a Valentín, y aunque él no lo supiera, también me cuidaba.

Mi corazón estaba roto, mi alma también pero no necesitaba expresarlo en ese momento. El solo hecho de tener a Valentín conmigo era más que suficiente.

Y sentí que por fin, todo comenzaba a sanar, o por lo menos eso parecía, Valentín sin saberlo me sanaba a mí, sanaba mi dolor y juntaba mis pedacitos en cada abrazo y en cada caricia.

Al pasar un rato, se acomodó quedando frente a mi, mirándome a los ojos, dejando caricias en mi mejilla, cerré los ojos al sentir su tacto.

Sus labios húmedos se posaron en mi frente, dejando un beso tierno y largo, seguido de ello me abrazó.

-Saname Gina-

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La paz se hizo presente, al fin.

Gracias por tanto amor, los tkm.