VALIENTE ; Wos

💫Diecinueve💫

"¿Viste que no era para tanto?
A veces, lo que nos pasa nos parece trágico y creemos que no vamos a poder. Pero pudiste  una vez más y estás acá.
Al final no era para tanto."

Gina.

Pasaron las semanas y mi vínculo con Valentín era más fuerte, nos veíamos seguido, nos juntamos a merendar, salíamos a caminar, íbamos a fiestas con nuestros amigos y todo marchaba bien.

Con respecto a mis cortes... ya no lo hacía, mi mente estaba tan ocupada en mi trabajo, en mis amigos y en Valentín que ya no tenía tiempo para pensar, ni para llorar. Pude darle una oportunidad a la paz y dejar que los miedos desaparezcan, por ahora...

Era sábado por la tarde y decidí salir a caminar, es una buena terapia para mí.

Por la noche íbamos a reunirnos con mis amigas y los amigos de Valentín para despedirlo ya que se iba de viaje a competir.

Llegando al parque pude notar que los padres de Federico se encontraban sentados en uno de los bancos, yo comencé a caminar en otra dirección y a unos metros pude verlo, se bajaba de su auto con una chica e iban de la mano hacia sus padres.

Federico me miró y se quedó parado sin decir ni una palabra, solo me miraba. La chica que lo acompañaba le hablaba, pero el parecía no escucharla, solo miraba hacia donde yo estaba.

Mi cuerpo se paralizó, mis piernas comenzaron a temblar y yo solo quise que la tierra me trague en ese preciso momento.

Di media vuelta y comencé a caminar rápido, ingresé en una farmacia, no sé porque, no necesitaba nada del lugar, solo quería sentirme a salvo y cualquier negocio público era un lugar a salvo para mí.

Logré calmar mi respiración y comencé a caminar mirando las góndolas. Tomé una caja de curitas, ya que Valentín usó las últimas aquella vez que me caí. Fui hasta la caja a pagar, delante mío había una chica, dio media vuelta y como si fuera poco encontrarme con Federico, ahora estaba frente a Rebecca.

Ella me miró de pies a cabeza.

-Que casualidad encontrarte acá- Dijo con una sonrisa fingida.

-Horrible casualidad- Afirmé.

-Ni tanto - Encogió sus hombros.

-Quería pedirte perdón por lo de aquella noche- Murmuro.

-Okey- Asentí y pasé por su lado para poder pagar mis curitas. Lo que menos quería era tener una conversación con ella.

-Podrías decirle a Valentín que conteste mis llamadas, por favor- Pidió en voz baja. ¿Que se piensa?.

-Si no te contesta, es por algo- Hice una mueca y miré a la cajera que prestaba atención a nuestra conversación.

-Se que no tengo derecho a pedirte nada, pero por favor, tengo que hablar algo importante con el- Colocó su mano en mi hombro.

-De verdad, te lo agradecería- Finalizó y se fue.

Dios me sostuvo mi mano en ese momento para no pegarle apenas me tocó. Loca de mierda.