VALIENTE ; Wos

💫Veintiocho 💫

"A pesar del llanto y del dolor no pierde el encanto. Muere cada tanto, y vuelve más fuerte. Aunque el mundo a veces es un espanto siente que sigue teniendo buena suerte. Porque tiene con quien contar, y con quien soñar. Porque su corazón roto tiene amor para sanar."

Gina.

Acepté la invitación de mis amigas de ir a tomar unos tragos a un bar que se encontraba cerca de casa, por lo tanto, decidí ir caminando.

Ya un poco cansada, decidí retirarme del bar e ir a mi casa a descansar.

Eran las 04:30 a.m, caminaba por las calles de la ciudad, regresando a mi departamento, con miedo, porque noté que alguien me seguía.

Intenté mirar hacia atrás para asegurarme de que si lo que estaba pensando era verdad o quizá era idea mía.

Pero reconocí esa campera al instante y mi  cuerpo comenzó a temblar.

Federico me estaba siguiendo.

Intenté calmarme, respirar hondo y rogar que aparezca alguna persona a la cual pueda pedirle ayuda.

Fantaban tres cuadras para llegar a mi departamento, así que apure el paso, comencé a caminar más rápido y pude notar que él también.

Cerré los ojos con pesar, con miedo y sabiendo lo que iba a pasar. Respiré hondo y conté internamente, uno... dos... tres.

Comencé a correr lo más rápido que pude, deseando que él no me siga, pero eso era imposible. Oía sus zapatillas golpear en el piso cada vez más rápido y más fuerte, sabiendo que estaba aún más cerca de mí. Nunca me detuve, corría más rápido, lo más rápido que podía, pero fue en vano.

Sentí una de sus manos sobre mi  brazo y otra en mi cabello, tirando de él con fuerza.

-Sos muy imbécil si pensas que voy a dejar de seguirte Gina-.

Abrí mis ojos y me senté en un solo movimiento, mi respiración estaba muy acelerada, coloque una de mis manos sobre mi pecho intentado calmarme, todo fue un sueño, un horrible sueño.

Aún sentada en el sillón, la sensación de miedo seguía presente y sentí mis lágrimas caer sobre mis mejillas.

"Tranquila Gina todo fue un sueño, tranquila" Repetía internamente ya que Valentín se encontraba a mi lado durmiendo.

Lentamente salí del sillón, intentando no despertarlo, lo tape con una manta y caminé hacia mi habitación, busqué una toalla e ingresé al baño para ducharme.

El agua fría caía sobre mi rostro, intentaba controlar mi respiración y relajar mi cuerpo, pero me resultaba imposible, mis ganas de llorar eran totalmente necesarias en ese momento y así fue.

Me encontraba sentada en el baño, debajo del agua, tapando mi boca con mis manos para que Valentín no pueda escucharme llorar.

Los minutos pasaban y yo seguía ahí, sin intención de moverme, hasta que oí a Valentín golpear la puerta.

-Gi.. ¿Estás bien? ¿Qué haces duchandote a las tres de la mañana ?- Mierda, no quería despertarlo.

Me puse de pie, cerré la ducha y rápidamente busqué mi toalla.

-Gina dejame pasar- Ordenó.

-Estoy bie...-Aclare mi voz- Estoy bien Val, ya voy- Pronuncie mientras tapaba mi cuerpo con la toalla sabiendo que Valentín iba a ingresar.