VALIENTE ; Wos

💫Veinticinco💫

"Los momentos de crisis son tiempos para crecer, desde adentro"

Valentín.

Tenía pensado en ir a la casa de Rebecca a penas salí de la fiesta, pero era muy tarde y necesitaba analizar todo con calma.

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Mi cabeza no paró en toda la mañana, intentaba tranquilizarme y darle el beneficio de la duda, pero me resultaba imposible, todo era tan claro, todo indicaba que Rebecca me mintió, me mintió para tenerme a su lado y para alejarme de Gina.

¿Cómo pude ser tan idiota y no darme cuenta de que me estaba mintiendo?

Mientras más leía la conversación con su amiga más me decepcionada de ella, era un puñal más que se clavaba en mi pecho, no entendía que necesidad tenía Rebecca para hacerme esto, nunca iba a entenderla. 

Y aunque ella era experta en mentir, esto verdaderamente me sorprendió.

Me levanté de mi cama, me vestí y fui al departamento de Rebecca. Necesitaba terminar con esto de una vez.

Abri la puerta y la encontré en la mesa de su living desayunando.

-Decime. ¿ Qué mierda es esto ?- Grité tirando el celular de Rebecca en la mesa.

- ¡Ay amor ! Me asustaste. Buen día ¿ no ?- Dijo mientras tomaba su celular.

-Decime ya Rebecca ¿ De que mierda está hablando tu amiga ?- Me acerqué a ella mirándola a los ojos.

Ella me miró confundida y siguió mirando la pantalla de su celular.

Noté como su expresión cambió cuando se dio cuenta de lo que yo estaba hablando.

-De que me hablas no... no entiendo- Pronunció nerviosa.

-¿Ah no entendés? Dame el celular, yo te explico. - Saqué su celular de sus manos, ingrese en el chat de su amiga y comencé a leer en voz alta.

-"Ay Rebe, no sé como haces para seguir con esto, creo que desde un principio te dije que mentir con un embarazo no es bueno"- Suspiré intentando calmar mi ira.

-"En algun momento Valentín se va a dar cuenta de que ese bebé no existe y vas a ten..."-

-¡YA VALENTÍN YA!- Me interrumpió gritando.

-Si es todo mentira, no estoy embarazada. Pero tenes que entenderme, estaba desesperada, lo estoy. No puedo tenerte lejos, no puedo..- Dijo negando con nerviosismo.

-Jodiste todo Rebecca, entendé que jodiste todo. ¿Cómo pudiste? ¿Qué mierda tenes en la cabeza nena?- Mis ojos comenzaron a llenarse de lágrimas.

-Perdoname, por favor Valu, perdoname- Tomó mis manos pero salí de su agarre.

-No puedo, Rebecca vos no entendés la gravedad de todo lo que hiciste flaca, de verdad no te das una idea- Sentí lagrimas caer por mis mejillas.

-Por favor Valentín no llores, te amo, no hagas esto- Caminó rápido hacia mi para abrazarme.

Rebecca me lastimó tanto en este último tiempo, me costó muchísimo decidir que lo mejor era separarnos, la amaba con toda mi alma, pero ahora no la reconocía y cada vez me convencía de que no la quería a mi lado. La decepción era cada vez más grande y mis sentimientos por ella disminuían a pasos agigantados.

Intenté calmarme y poder ser claro con lo que quería y sentía.

-Rebecca, mírame a los ojos- Ordené.

Tomé su cara con mis manos, suspiré y comencé a hablar.

-Tenés que entender que esto ya llegó su fin, no soy bueno para vos, mira las cosas horribles que haces para que estemos juntos, y esas cosas me lastiman, así que vos tampoco sos buena para mí.
Rebecca, miles de pibes matarían por tener a una mina como vos al lado, lo sabes.- Ella asintió y se alejó.

-Yo ya no quiero esto, quiero estar solo y con vos al lado no puedo ser libre, espero que lo entiendas- Comencé a caminar hacia la puerta y antes de salir la miré.

-Suerte Rebecca-. Cerré la puerta y salí de su edificio.

Camino a mi departamento no pude dejar de llorar, me dolía el alma, y aunque ya no quiero nada con Rebecca, no puedo negar que no me lastimó todo lo que me hizo mientras estuve a su lado.

La idea de ser padre ya se había apoderado de mi mente, y aunque al principio no quería, eso dejó de disgustarme a medida que aparecía en mis planes, planes que habia cambiado totalmente, por un bebé, por un bebé que Rebecca se inventó.

No podía entenderla, no podía entender que mierda pasaba por su cabeza para hacer algo así. Jugar con los sentimientos y las vidas de las personas de esa forma no estaba bien.

Lo único que necesitaba era un abrazo, un abrazo que sane todo el dolor que sentía, un abrazo que vuelva a ponerme los pies sobre la tierra o quizá, un abrazo que me haga sentir estar en las nubes, en paz, donde nada ni nadie pueda volver a hacerme sentir mal otra vez, necesitaba ese abrazo, su abrazo.

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Volvi, como notarán ya no disfruto tanto escribir.

No quiero dejar la novela a la mitad o guardarla en borrador. Le están dando mucho amor y eso me hace súper feliz.

El capítulo que viene va a ser algo fuerte.

Quería avisarles también que muy pronto termina.

Los tkm.