No se puede borrar, se puede corregir, si.
Que el pasado sea inalterable nos obliga a prestar atención. En la vida no se puede empezar otra vez como si nada hubiera sucedido, se puede empezar otra vez, si. Pero como si todo hubiera sucedido.
"Podes caerte, levantarte, sanar y volver a ser feliz, todas las veces que sean necesarias, nunca lo olvides"
Gina.
Pasaron las semanas y seguía preguntándome ¿Qué hubiese pasado si intentaba defenderme ? ¿ Y si me ubiese pegado más hasta el punto de quebrarme un hueso o dejarme inconciente ? O peor, ¿Si me hubiese defenido y el me pegaba hasta matarme?. Son preguntas que no van a tener respuestas, preguntas que me hacía a mi misma y no podía compartir por miedo a que me digan que era “exagerada”. De igual modo las únicas que sabían lo ocurrido eran Camila y Tais, confiaba tanyo en ellas y les agradecía siempre por no decirle a nadie.
Y así fue, no le dije a nadie, el miedo que tenía de denunciarlo y que vuelva a lastimarme era más fuerte. Recibí mensajes de él amenazándome si lo denunciaba. Cami y Tais se molestaron un poco por eso, pero en el fondo sabían que tenía razón.
Muy pocas veces se hace justicia cuando pasan estas cosas, por más que denuncies mil veces, cuando apareces muerta, ahí, recién ahí quieren escucharte, recién ahí abren los ojos y yo sabía que no iban a escucharme, que mi denuncia iba a quedar ahí guardada en un cajón con muchas más.
Si, así son las cosas en mi país, un país en el que es un delito mucho más grave pintar unas paredes a matar mujeres, un país donde no hay verdadera justicia.
No volví a ver a Federico, pero recibía sus mensajes, salía de mi departamento con el miedo de que me esté esperando afuera, pero por suerte nunca pasó y espero no volver a verlo.
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Seguía trabajando para Entre Melodías, hacía coberturas fotográficas a artistas en todo el país y era realmente me distraía por lo menos un poco en estos últimos días.
Viajé a Mendoza, La Plata, Santa Fé y a Villa La Angostura. Por suerte Tais y Cami pudieron acompañarme, viajamos las tres en mi auto que hace poco pude adquirir.
El próximo evento que debía cubrir era el Cosquin Rock un festival de música que se lleva a cabo anualmente, con una duración promedio de 2 a 3 días, en Córdoba. A este festival acuden artistas y grupos de música argentinos, así como músicos de otros países como Uruguay, España y Estados Unidos y muchos más. Actualmente, es uno de los festivales de música más conocidos de la Argentina llegando a contar con la asistencia de más de 120.000 personas.
Yo debía estar en la carpa del escenario alternativo y estaba muy feliz de poder hacerlo, era uno de mis festivales favoritos sin dudas.
Llegamos al lugar del evento y con mis amigas buscamos un lugar para poder almorzar, fue un largo viaje y teníamos mucho hambre. Despúes de encontrar un restaurante nos sentamos a esperar nuestro pedido, Tais y Cami estaban muy emocionadas por el festival y no paraban de subir histories a Instagram, sacaban fotos de absolutamente todo, y si, a mi también.
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Hablé con producción para que puedan darme mi credencial y así tener acceso más cercano a los artistas. No tenía muy en claro quiénes iban a estar en esa carpa pero de todos modos me gustaba sorprenderme.
Y así fue, mientras esperaba sentada en un puff que había detrás del escenario de la carpa oí que ingresaba un grupo de gente, cambié mi postura ya que parecía que estaba en mi casa cual cómoda y me olvidaba de que estaba trabajando.
No logré ver bien quienes ingresaron pero uno de ellos se dirigió a uno de los dispensadores de agua que estaban en el lugar, lo oí quejarse ya que el agua de este se había acabado.
-Si querés agua, yo tengo- estiré mi mano con mi botella de agua, lo vi girar y tardé menos de un segundo en reconocerlo, y mi cuerpo se paralizó, sus ojos azules me miraban confundido y en cuestión de segundos se llenaron de un brillo incomparable.
