VALIENTE ; Wos

💫Once💫

"No estás mal, mal están las personas que engañan a otras.
Vos tenes el corazón roto, pero la conciencia tranquila.
Lo tuyo se cura, con un poco de locura y con un rato de ternura."

Gina.

Regresé al living con una almohada y una frazada, Valentín me miró, tomó las cosas y las colocó en el sillón.

-Podes convertirlo en sommier- Sostuve el respaldo del mismo y lo puse en forma horizontal.

-Así vas a estar más comodo- Tomé la frazada y la extendí.

-Así está bien Gi, gracias- Ponuncio Valentín en voz baja mientras tocaba mi hombro con su mano.

-De nada, cualquier cosa que necesites, golpea la puerta de mi habitación- Valentín asintió con una sonrisa, otra vez esa sonrisa que generaba mariposas en mi estómago.

-Hasta mañana, Valen-

-Hasta mañana, Gi-

Caminé hacia mi habitación, me coloqué el pijama y me recoste en la cama.

No podía dejar de pensar en que el mismísimo Valentín Oliva estaba durmiendo en mi departamento y sinceramente eso me gustaba, por más que haya decidido alejarme de él, no podía, algo en mi quería estar siempre cerca de Valentín y Dios, básicamente no lo conocía.

Pasó aproximadamente una hora y no podía dormir, y si se preguntan ¿Cuál era el motivo ? La respuesta es: truenos.
Cada noche de lluvia y truenos suelo ir al living a ver televisión con todas las luces de la casa encendidas, es la única forma de controlar mi miedo. Pero esta vez, Valentín se encontraba en el living durmiendo y claramente no iba a molestarlo.

Pasaron los minutos y no pude más, me coloqué mis hermosas pantuflas de unicornios, me puse de pie y caminé hacia la puerta, abrí la misma lo más despacio posible, sin hacer ruido, caminé por el pasillo que te lleva al living, dando pasos lentos y silenciosos, miré a Valentín y podía jurar que me quedaría toda la vida viéndolo dormir, que ser humano tan perfecto.

Tomé mi laptop de la mesa y seguí mi camino hacia la cocina, cerré la puerta de la misma intentando no despertar a Valentín, encendí la luz, abrí el refrigerador, saqué el helado y me senté a ver mi serie.

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Al pasar unas horas noté que ya no llovía, apagué mi laptop, guardé el poco helado que quedó y volví hacia el living, eran las 4:20 de la mañana y si, era un buen momento para fumar.

Caminé hacia el balcón, encendí un porro y exhale el humo con los ojos cerrados mientras me apoyaba sobre la baranda.

-Buenas pantuflas-

-¡Mierda ! Valentín, me asustaste- Coloqué mi mano sobre mi pecho intentando calmar mis latidos, como si eso funcionara.

- Perdón Gi, perdón- Caminó hacia mí riéndose de la situación y luego me abrazó.

-Perdoname vos a mi por... por despertarte- Sentí su perfume, el mismo perfume que tenía la campera que el supo darme.

-¿Estás bien?- Colocó su mano sobre mi mentón buscando mi mirada, sus ojos azules miraban mis labios, tensó su mandíbula y como si eso fuera poco, lamió sus labios.

-Si.. solo me gusta tu perfume- Acercó su cara a mi cuello lentamente.

-A mi el tuyo  Gi- Dijo con voz ronca, mis mejillas ardían y me daba vergüenza que Valentín me vea así.

-¿Querés?- Levanté mi mano mostrándole el porro.

-No, yo no consumo drogas Gina- Su cara se puso seria y miró hacia un costado.

Mierda, debe pensar que soy una drogadicta.

-Es.. esta bien- Bajé mi mirada y Valentín comenzó a reír.

-Es mentira tonta, dame eso- Sacó el porro de mi mano y le dio una calada.

-Sos un tarado- Rode los ojos.

-¿Y puedo saber que haces despierta a esta hora?-

-Truenos- Dije rápido y en voz baja.

-Perdón, no te oí bien- Frunció sus cejas mientras me miraba fijo.

-Truenos Valen, los truenos me dan miedo- Bajé la mirada, debe pensar que tengo cinco años.

-Tranquila, a mi también me dan miedo- Colocó su mano sobre mi hombro y lo miré confundida.

-¿De verdad?- Y Valentín volvió a hacerlo.

-No tonta- Soltó una carcajada.

-¿Cómo te van a dar miedo los truenos?- Su risa era tan contagiosa que aunque no quería, comencé a reírme yo también.

-Que tarado ¿Te comiste un payaso hoy?- Levantó sus hombros y negó mientras mordía su labio inferior queriendo ocultar su risa.

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Nos quedamos en silencio por varios minutos, viendo los pocos autos que pasaban por la calle.

Noté que Valentín me miró rápidamente y luego quitó la vista de mi. Comence a dudar en que quizá quería decirme algo.

-¿Todo en orden?- Pregunté mientras Valentín encendía el porro ya que el mismo se había apagado.

-Si, osea... no Gi, no- Lo miré atenta esperando a que continúe.

-Es que yo..- Noté que estaba nervioso, comenzó a pasar la mano por su cabello reperidas veces.

-Yo no sé cómo preguntarte esto-

-Eu, tranquilo, podes preguntarme lo que quieras- Acaricie su brazo intentando calmarlo.

-Está bien- Suspiró y continuó.

-La noche de la fiesta, tu.. tu pelea con Rebecca, ¿Vos la iniciaste?- No podía creer lo que Valentín me estaba preguntando.

-Ella me dijo que salió de la fiesta con sus amigas, comenzó a caminar y vos fuiste corriendo detrás de ella y le pegaste-

Rebecca, te odio con todo mi ser.

-¿Qué? No Valentín, fue todo lo contrario, yo nunca haría eso, no la conozco, no tengo motivos- Hablé rápido y comencé a caminar por el balcón de un lado hacia el otro sin parar.

-¿Pero entonces ella si tendria motivos para hacerlo? Ella tampoco te conoce Gina- Me detuve a mirarlo ¿La está defendiendo?.

-No lo sé Valentín, yo nunca iniciaría una pelea, menos con alguien que no conozco. ¿De verdad me crees capaz de eso?- Suspiré frustrada.

Y el no contestó, solo se quedó en silencio por varios minutos.

-Si, me crees capaz- Afirmé.

-Yo no dije eso Gina- Se acercó a mi y tomó mis manos.

-Tu silencio si Valentín, tu silencio dijo todo- Salí de su agarre y di un paso hacia atrás.

-Y está bien, no me conoces, a ella si, es tu novia o ex, no lo sé. Pero lo que sí se, es que tenés una imagen de mi muy errada Valentín, yo nunca haría algo así, yo... yo no soy así- Noté que mis ojos comenzaban a llenarse de lágrimas.

-Ya es tarde, voy a dormir, podes quedarte todo lo que quieras, que descanses Valentín- Y no lo pude evitar, mis lágrimas comenzaron a caer.

Salí del balcón y comencé a caminar hacia mi habitación.
  

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Mejor tarde que nunca.
Gracias por tanto amor a la novela, lxs abrazo fuerte.