"No es casualidad
que la vida te lleve,
una y otra vez,
a algunos lugares.
Algo tienes que cerrar,
algo tienes que terminar
de aprender ahí"Gina.
Pasaron los días y seguía sintiéndome mal por lo ocurrido con Rebecca, el hecho de volver a vivir una situación de violencia hacía que me sienta débil, frágil y sentía que cualquier persona tenía derecho a maltratarme, a insultarme y humillarme.
Lo que pasó con Federico no fue la primera vez.
Mi niñez se basó en presenciar la violencia de mi padre hacia mi madre, recuerdo sus gritos, los golpes, las amenazas, recuerdo que cada vez que él llegaba de trabajar, yo corría a esconderme bajo mi cama, por miedo, era solo una niña, tenía cinco años y recuerdo más de lo que debería.
Era Domingo, muy domingo. Estaba cansada de fumar sola en el balcón y de la melancolía barata de la televisión, así que decidí salir a caminar, era una noche con un clima agradable y mi humor no era tan bueno como para seguir encerrada dentro de mi departamento.
Por lo general cuando estaba en mi casa solo vestía con remeras largas y mis pantuflas de unicornios. Ya era hora de vestir decentemente, me peiné con una coleta, me puse unos shorts, una campera y zapatillas deportivas, coloqué mis airpods y seleccioné una buena playlist para así, salir de mi edificio y comenzar a caminar.
Después de caminar por casi 40 minutos llegué a una de las grandes plazas de la zona y decidí sentarme en uno de los bancos, saqué de mis bolsillos mi encendedor y mis cigarrillos, prendí uno de ellos e intenté relajarme, todo iba bien hasta que en mi playlist comienza a sonar “Andrómeda” y Valentín aparecía otra vez en mi mente.
Al día siguiente de lo ocurrido con Rebecca, Valentín me envió un mensaje que decía “Tenemos que hablar, Gina”, no le respondí, creo que ahora me arrepiento un poco, sé que él no tiene la culpa de lo que pasó, nunca lo culpé, solo me alejé.
Salí de mis pensamientos y decidí pasar la canción, me puse de pie y comencé a caminar otra vez, eran las 22:00 pm, tenía hambre y mis ganas de cocinar eran nulas , así que fui a McDonalds, compré mi cuarto de libra con queso para llevar, ya que caía una leve llovizna y era probable que luego llueva más fuerte, y ganas de mojarme no tenía.
Llegando a mi departamento noté que a unos metros de la entrada del mismo se encontraba un grupo de personas bastante numeroso, todos con sus celulares en las manos filmando no se muy bien que, ya que era imposible de ver.
Cada vez se acercaba más gente al lugar, no le di mucha importancia, intenté pasar entre medio de ellos, algo que fue bastante difícil, todos se empujaban y gritaban emocionados, no entendía bien lo que decían hasta que oí a alguien hablar claramente.
-Es Wos ! Es Wos!- Gritó con euforia una chica.
Y de un impulso mi vista fue hacia donde las demás personas del lugar miraban y con dificultad pude verlo, estaba arrinconado contra una pared mientras la gente tiraba de su ropa y le pedían fotos, el intentaba sonreír pero su incomodidad era notable, noté que pasaba la mano por su cabello y suspiraba, como si eso lo frustrara mucho, miré hacia atrás y cada vez llegaba más gente.
Y yo.. yo tenía dos opciones: O me iba del lugar y hacia como si nada hubiese pasado, o ayudaba a Valentín a salir de ahí.
Comencé a empujar a la gente hasta llegar a Valentín, el me miró, suspiró en forma de alivio y con la mirada me dijo todo. Tomé su mano y con mucha dificultad pasé entre medio de la multitud, saqué mis llaves del bolsillo de mi campera y abrí la puerta del edificio lo más rápido posible, Valentín ingresó y la gente quedó del otro lado de la puerta, golpeando la misma y filmando con sus celulares.
-Seguime- Pedí y comenzamos a caminar hasta llegar al ascensor, ingresamos y presioné el botón que daba al piso de mi departamento.
La respiración de Valentín se oía bastante acelerada.
-Gracias, Gina- Bajó su mirada y noté que tenía vergüenza.
-No hay problema, te podes quedar acá hasta que se vayan- Asintió y vi como se formaba una pequeña sonrisa en su rostro.
Las puertas del ascensor se abrieron, salimos de el y caminamos hacia mi alborotado y para nada ordenado departamento, mierda.
-Te pido disculpas por el desorden- Dije antes de abrir la puerta e ingresar.
-No veo ningún desorden, tu departamento es muy lindo y grande- Su cara de asombro me dio un poco de gracia.
-Gracias, ponete cómodo- Señalé el sillón del living para que tome asiento.
-Gracias por esto, de verdad- Volvió a bajar la mirada.
-Ya te dije que no tenes que agradecer, ¿Estás bien?- Me acerqué a él buscando su mirada, tardó unos segundos en responder.
-No, no lo estoy, no me acostumbro a esto y me estresa- Su mandíbula se tensó otra vez.
-Tranquilo, a medida que pase el tiempo vas a saber como manejar estas situaciones- Coloqué mi mano sobre su hombro y el asintió con una pequeña sonrisa.
-Yo compré comida para cenar, si querés pido delivery para vos y cenamos juntos-
-Si, por favor, muero de hambre- Asentí y busqué mi celular para llamar a un delivery.
Mientras esperábamos la comida, no cruzamos palabra alguna, Valentín estaba muy callado y pensativo, realmente no pensé que la situación que vivió fuera del edificio lo afectara tanto.
La comida llegó, bajé a recibirla, regresé a mi departamento y nos sentamos a cenar.
Un fuerte viento ingresó por las ventanas abiertas de mi balcón y seguido de ello, truenos, odio los truenos.
Me puse de pie para cerrar las ventanas del balcón y pude notar que llovía torrencialmente.
Al pasar unos minutos rompí el silencio.
-Podes quedarte en el sillón- Dije en un solo impulso.
-¿Qué?- Frunció el seño y me miró confundido.
-Que podes quedarte a dormir, en el sillón, está lloviendo muy fuerte y... y hace frío, solo digo, como quieras- Comencé a titubear y sentía su mirada sobre mí.
-O hasta que pare un poco de llover- Dije al no escuchar palabra alguna de su parte.
Pude notar como ladeo su cabeza, levanté la mirada y me estaba sonriendo.
La puta madre Valentín, no me sonrías así.
~~~~~~~
Después de mil años, volví.
Quizá este no sea el único capítulo de hoy.Como podrán notar, cambié la portada, Gracias RE_WOSISTA Te amo amiga !
OTRA COSA MUY IMPORTANTE!!!
"CANGURO" ESTÁ NOMINADA A "CANCIÓN DEL AÑO" EN LOS PREMIOS GARDEL.
SI NO LO VOTÁS TE GUSTA YAO CABRERA.
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VALIENTE ; Wos
Hayran KurguNo se puede borrar, se puede corregir, si. Que el pasado sea inalterable nos obliga a prestar atención. En la vida no se puede empezar otra vez como si nada hubiera sucedido, se puede empezar otra vez, si. Pero como si todo hubiera sucedido.