Fictober 2020 [Hetalia]

Día 19. Héroe/Villano [RusAme]

Aviso: Este capítulo contiene lemon. Si sois sensibles a este contenido, pasad a otro, gracias. <3
Aviso 2: No se me da muy bien escribir lemon y me da un poco de vergüenza escribir esto, btw espero haberlo hecho bien porque es lo que creo que encajaba más en este mini fic.

De nuevo una aburrida reunión mundial. El estadounidense siempre pretendía ser el centro de atención pero realmente se aburríat en esos sitios y sobre todo cuando se ponían a hablar de dinero. Además esas reuniones solo se resumían en sus discusiones con Rusia, que siempre trataba de llevarle la contraria dijese lo que dijese, en su opinión, él mismo era un héroe y el ruso el villano que trataba de impedir todos sus logros y buscaba su fracaso como si fuese su mayor objetivo, pero él no lo permitiría. No sabía desde cuando habían empezado esa rival, pero en cierto modo ambos la disfrutaban. En el fondo no se odiaban, simplemente chocaban demasiado.

Tras un largo debate aquel día, el estadounidense se sentía victorioso, tenía más apoyos y había hecho enfadar al ruso. Al salir de ahí se juntó con Dinamarca y con Prusia. Eran muy buenos amigos entre los tres, a pesar de que estos habían estado ocupados últimamente porque habían empezado a salir con alguien, Dinamarca con Noruega y Prusia con Austria.

-Qué solo estoy. -Dijo el estadounidense al verlos despedirse de sus parejas. Roderich iba a comer con las chicas a petición de Elizabeta y Lukas se iba con Arthur y Vladimir.
-Vamos, no es malo estar solo. -Dijo el danés con su elevado tono de voz habitual.
-Además según tú no te gusta nadie, qué más da. -El prusiano rió. El estadounidense siempre evitaba esos temas.
-Sí, supongo. -El estadounidense recordaba la discusión que acababa de tener con el ruso. No tenía muy claro sus sentimientos por él porque había una mezcla entre algunos sentimientos de atracción y otros de odio.
-¿Supones? ¿Nuestro héroe se ha enamorado? -Prusia bromeó, pero aquella respuesta había sido extraña.
-Es que no lo sé... Es muy complicado... Si es que el héroe se ha enamorado lo ha hecho de un villano.
-No me digas que... -El danés hizo una mueca de asombro. -¿Rusia? -El de gafas asintió.
-¿Qué haces enamorándote de ese psicópata? -El prusiano mostró verdadera preocupación al escucharlo.
-No sé si lo estoy. Solo que... He empezado a desarrollar sentimientos de atracción hacia su persona.
-Bueno, no te vamos a juzgar. Yo estoy saliendo con el que fue mi enemigo. -Dijo el prusiano ya más calmado.
-Da igual, total, él me odia y nunca habrá nada entre nosotros. Él solo quiere verme hundido.
-Vamos, más optimismo. -El danés le dio una palmadita en la espalda.

Después de despedirse de ellos fue hacia el hotel donde se iba a quedar tras aquella reunión, se encontraba muy cansado mentalmente después de aceptar sus sentimientos como para ir hacia algún otro sitio. Iba con sus auriculares puestos escuchando canciones de Lady Gaga bastante distraído para no pensar demasiado mientras caminaba por el pasillo hacia su cuarto, cuando encontró en su puerta a cierto ruso.

-¿Qué haces aquí? -Dijo el estadounidense con seriedad, no podía planear nada bueno estando ahí esperándolo.
-Has hecho enfadar a Rusia.~ Rusia busca venganza.
-Escúchame, perdón. No quería ofendert- -El ruso le puso la mano sobre su boca para que se callara y le quitó la tarjeta de las manos para abrir él mismo la puerta y cerrarla al entrar los dos. Después lo empujó hacia la pared y lo agarró del cuello.

-Sin todos tus apoyos no eres un héroe, ¿verdad? -Le susurró en un oído, aún sosteniendo su boca con su otra mano. El estadounidense intentó morderle pero con sus guantes no sentía nada. -Eh... No seas como un perrito indefenso, no te haré daño grave. -Llevó su rodilla hacia la entrepierna del estadounidense, apretando en aquel lugar sin hacer fuerza en exceso. Buscaba provocarle dolor pero no demasiado.

El estadounidense, por su parte, estaba empezando a imaginar cosas extrañas de aquella situación, cuando su rodilla rozó su entrepierna esta no tardó en reaccionar y en ese momento agradeció tener medio rostro tapado con aquella mano porque estaba muy avergonzado.

-¿Qué estás pensando, pervertido? -El ruso con su mano apretó la entrepierna del estadounidense, haciéndole gritar aún con la boca tapada. Este apartó su mano y repitió aquella acción, quería escucharlo así de débil, lo disfrutaba. Incluso él estaba empezando a sentirse excitado.
-N-no es lo que crees... -Dijo el estadounidense, dejando escapar esta vez una especie de gemido. No solo sentía dolor con aquella acción.
-Sí lo es. Es más, era mi intención. -Susurró el ruso, desabrochándole la camisa lentamente. Si quieres que me vaya lo haré ahora, si quieres que me quede sigo. Ya te he visto humillado, si me dejas seguir lo pasaremos bien.
-Q-quédate...
-Vaya, al héroe le gusta que el villano le haga estas cositas.~ -El ruso rió, retirando mientras la camisa del estadounidense. Después hizo lo mismo con la suya propia y seguido de eso lo volvió a tomar del cuello para levantarlo un poco y besó sus labios, este no tardó en corresponder el beso sin decir nada antes ni después. Luego de eso, se quitó su cinturón y le dio un par de latigazos al de gafas, que lejos de quejarse parecía disfrutar de aquellas acciones. El ruso disfrutaba de verlo en aquella posición, sentía que tenía todo el control sobre él en aquel momento y aquello era lo que más anhelaba desde que tenían aquella rivalidad. Después de eso, terminó de desvestirlo y se desvistió él mismo, empujando al de gafas sobre la cama, quedando sobre este. Empezó a dejarle marcas por todo el cuerpo, mientras este solamente podía soltar algún gemido, ninguno quería hablar en aquella situación, solo disfrutar del cuerpo ajeno.

Después de un rato a base de besos y dejarle marcas, el estadounidense hizo que el ruso se sentara sobre la cama y él se puso de rodillas en el suelo frente a él, acercando lentamente su boca hacia la entrepierna de este, donde se quedó un buen rato mientras este solo disfrutaba de la situación y acariciaba su cabello.

Después el ruso volvió a tomar el control y con algunos dedos de su mano preparó la entrada del adverso, cambiándola después por su propia entrepierna. Ambos disfrutaron de cada choque de sus cuerpos como si fuese lo que habían necesitado toda su vida, como si antes de eso se sintiesen vacíos. Ese día, el orgullo del estadounidense desapareció para estar completamente a la merced del ruso, hasta que juntos alcanzaron el clímax y no sabía cómo reaccionar hasta que el más alto decidió hablar.

-Ahora eres mío. Si me vuelves a dejar mal delante de otros te esperarán estos castigos...
-Creo que te quiero dejar mal siempre. -El estadounidense rió, y el ruso hizo lo mismo.
-Solo era una broma... Quiero decir, en esos momentos está bien decir esas cosas pero... Me gustas mucho. Llevaba mucho tiempo imaginándome cómo sería pasar una noche contigo y hoy simplemente has llevado a lo más alto la tensión que sentía al verte.
-Yo me sentía igual. Detrás de esa rivalidad me daba mucha curiosidad tener algo contigo. Pensaba que nunca dejaría atrás mi orgullo para eso pero ha sido muy fácil dejarme llevar por la situación. -En ese momento el ruso hizo un gesto de cariño acercando su nariz a la del otro dejando que ambas se acariciaran y lo besó después, ya de forma más suave y cariñosa.
-Esto no quiere decir que vaya a ser bueno contigo en las reuniones, es más, seré más duro y te esperarán castigos terribles si me replicas. -Intentó fingir seriedad en aquel momento.
-Estoy deseando ver todo eso. -El estadounidense rió, acurrucándose sobre el pecho del ruso. -I love you.
-я тебя люблю -Respondió el ruso, acariciando el cabello del estadounidense. Ambos se quedaron dormidos al poco rato. Y así fue como el héroe y el villano habían descubierto la gran complicidad que había entre ambos y lo bien que encajaban en todos los aspectos. Eran tan diferentes que se complementaban el uno al otro y aquellas diferencias solo aumentaban la tensión entre ellos en un buen sentido. Definitivamente su relación acababa de cambiar de forma muy positiva.