Día 10. Mafia AU [PruAus]

104 7 1
                                    

De nuevo aquella fiesta de Halloween a la que tenía que ir porque todos los países lo harían, además su mejor amiga, Hungría, quería llevar disfraces conjuntos entre los dos.

-¡Vamos! A ver qué tal te queda ese vestido. -La húngara, vestida de príncipe, animó al austríaco a salir de su habitación para ver su disfraz. Cuando este le hizo caso y salió quedó asombrada con lo bien que le quedaba aquel vestido de princesa, y él no parecía incómodo en absoluto. -¡Te queda precioso!
-Gracias, Elizabeta. Me da un poco de miedo que esos cavernícolas nos critiquen por ir "al revés" de lo normal pero es lo que hay. Como si la ropa tuviese género o algo.
-Así es, podemos llevar lo que nos de la gana. No pienso llevar un vestido de princesa en mi vida, qué pereza.
-Aún recuerdo cuando quemaste tu vestido de novia.
-¡Era feísimo!

Ambos rieron y terminaron de prepararse para ir a aquella fiesta de disfraces. Después quedaron asombrados con los outfits del resto.

-¡Hey, Austria! -Saludó el español, que iba vestido de cazador. Holanda iba de lobo, Romano de abuela y Bélgica llevaba una capucha roja así que suponía que iban de Caperucita Roja.
-Hola, España. Bonitos disfraces.
-¿A que son geniales? Wow, tú estás estupendo vestido así. Supongo que llevas a tu príncipe contigo.
-Hungría va de príncipe, sí. Fue su idea hacer disfraces conjuntos.
-Ten cuidado que la mafia no secuestre a esta preciosa princesa. -Rió y después se alejó un poco del austríaco, acercándose al neerlandés. -A ver si mi lobo se deja cazar de una vez...

El austríaco rió, pero alguien lo agarró del hombro y cuando se volteó gritó del susto. Alguien retiró su máscara y se disculpó.

-¡Lo siento, Austria-san! -Dijo el finés al quitar su máscara. -No quería asustarte.
-Oh, no me has asustado mucho. Tranquilo. -Mintió, ya que era demasiado orgulloso. Los nórdicos iban todos disfrazados de piratas.

-¡Maldito cazador, ven aquí! -Alguien vestido de carta de corazones iba subido en un caballo siguiendo al español.
-Po, espera. -El lituano intentaba detenerlo. Este iba de carta de tréboles.
-No quiero cazadores cerca de mi pony!!! Maldito España!!
-¡Es solo un disfraz! -Intentó parar a su novio.
-Alto ahí. -El "lobo" detuvo al polaco y este cayó de su caballo.
-Te lo buscaste, Po. Tienes que dejar de meterte tanto en el papel. -El lituano intentó calmarlo.

Rusia iba a conjunto con ellos vestido de rey de corazones. Y Bielorrusia iba con un disfraz que apuntaba a que iban vestidos de Alicia en el país de las maravillas.

Por su parte, Italia, Japón y Alemania iban de romanos, así que el austriaco suponía que el prusiano iría vestido de lo mismo. Pero no. Tras él se detuvo alguien y lo tomó sobre sus brazos.

-¡Prusia! ¡Suéltame ahora mismo!
-Claro que no, tengo que pasear a mi princesita sobre mis brazos. -El albino rió, este estaba vestido de mafioso. No iba a negar que el traje le quedaba muy bien pero estaba pasando mucha vergüenza.
-Cuando me baje de aquí le robaré la sartén a Hungría y te voy a abrir la cabeza.
-Una princesita no habla así de mal, tienes que ser más educada. Kesesese. Además tu príncipe está muy ocupado con su caballero de tréboles.
-IDIOTA. -El austríaco buscó a la húngara con la mirada y la vio con cierta ucraniana que iba vestida como el prusiano había descrito. -Vale, bájame ya.
-No. Nos vamos de paseo. -El prusiano salió fuera de aquel edificio del estadounidense, buscando algo hasta encontrarlo e ir hacia allí.
-¿Qué estás haciendo? -El austríaco sabía que el prusiano era molesto pero nunca había hecho algo así, probablemente le haría fotos para humillarlo o algo así.
-Calla ya, preguntas mucho. -Abrió las puertas de una limusina y lo metió dentro. Este se sentó frente a él y ordenó a que los llevaran a "donde ya sabía"
-Vale, qué hacemos aquí.
-Me he metido mucho en mi disfraz y he alquilado una limusina.
-Vale, me parece genial por ti. ¿Pero qué hago yo aquí contigo?
-Relájate un poco, Rod. Toma un poco de vino. -Le sirvió una copa de vino y él se llenó otra.
-Sigues sin darme explicaciones.
-Pues como soy mafioso hago lo que me da la gana y me apetecía salir con una princesita. -Bromeó, dando un trago a su copa.

Realmente el viaje no fue desagradable. Los dos estaban bastante cómodos y acabaron charlando como si nada. Una vez llegaron donde querían el prusiano lo volvió a tomar en sus brazos ignorando sus quejas, pues tenía más fuerza que él y salió de aquel vehículo.
Entró en un rascacielos y fue hacia el ascensor, donde se detuvo y entró.

-Mira las vistas, señorito. -Le hizo caso y miró fuera. No era demasiado fan de los Estados Unidos pero tenía que reconocer que a cuanto más subían más hermosas eran las vistas. Cuando subieron casi a lo más alto el ascensor se detuvo y el prusiano lo llevó hasta una habitación. Al parecer estaban en un hotel bastante lujoso. Era un tremendo derroche de dinero que el austríaco jamás haría, pero parece que el prusiano estaba tomando muy en serio su papel.  -Falta la parte de pelearme con otros mafiosos pero esto está siendo bastante realista. ¿No? -Dijo riendo, saliendo a una enorme terraza con una mesa decorada con flores, una botella de champagne y un jacuzzi. Aquello sin duda había costado bien caro y más con esas vistas que le hicieron quedar asombrado al asomarse.
-Vale, y qué hago aquí.
-¿Todavía no te has dado cuenta de qué haces aquí?
-No.
-¿No ves que esto es una cita, señorito?

Sus mejillas se pusieron completamente rojas. No esperaba que aquella noche acabaría en una cita y mucho menos con el país del que siempre había estado enamorado. No lo veía en una cita con él, siempre discutían pero claro, el prusiano siempre lo buscaba y además cuando lo había necesitado lo había apoyado. Su relación era muy de amor-odio pero en aquel momento era más lo primero.
-¿Por qué tendrías una cita conmigo?
-¿Por qué va a ser? -El prusiano rió de lo idiota que sonaba el de cabello castaño. Después llenó dos copas con champagne de la botella que tenían frente a ellos y le dio una. -Anda, brindemos.
-¿Por...nosotros? -Dijo el austríaco tímidamente. Estaba demasiado en shock todavía.
-¡Por nosotros! -Chocaron sus copas y tomaron aquella bebida. Después de ese momento se quedaron unos minutos mirando las hermosas vistas que había desde aquella terraza, hasta que el prusiano tomó al austríaco por la barbilla y lo besó. Este correspondió sin pensarlo.
-Gil... Gilbert...
-Roderich, siempre me has gustado.
-Tú también.

Los dos se besaron de nuevo, haciendo cada vez sus besos más intensos. Llegó un momento en el que el prusiano decidió empezar a desabrochar aquel vestido que tenía el austríaco hasta retirarlo, mientras que el adverso se encargaba de los botones de la camisa y los besos continuaban, cada vez con más deseo y necesidad.

Al final acabaron haciéndolo en el jacuzzi y después, por si no fuese suficiente, fueron hacia la cama, donde el de cabellos blancos había dejado un montón de velas y pétalos de rosa. Finalmente quedaron agotados y durmieron abrazados, cosa que llevaban siglos necesitando.

-Hmm... -El austríaco despertó, un poco confuso al principio. Este estaba solo en la cama y por un momento sintió como si todo hubiese sido un sueño. Pero solo por un segundo ya que el prusiano entró en la habitación con un enorme plato de tortitas y su té preferido.

-Buenos días, princesa.~ Te traje el desayuno.
-¡Idiota! No me llames así. Ya no estamos disfrazados...
-Da igual, es una frase preciosa. Es un poco contradictorio que la diga yo sabiendo de donde viene, supongo, pero bueno.
-Sí, realmente es muy raro que la digamos nosotros. Pero fue bonito. -Mostró una leve sonrisa y probó un trozo de aquellas tortitas. -Están deliciosas.
-Matthew me enseñó a hacerlas. Me ha ayudado también a preparar todo lo de anoche.
-Pues dile que me pase la receta. -Le dio un trozo al prusiano y tomó un trago del té. -Hm... La cantidad de azúcar perfecta. Qué bien estás haciendo todo, Gilbert.
-Para mi señorito lo mejor. -Besó su mano y cuando este acabó se llevó la bandeja para después regresar a la cama con él. Probablemente se venía otra ronda de lo que habían iniciado aquella noche.

____________________________________

No fue exactamente un AU como tal, pero necesitaba hacer este fanfic con ellos. Siempre es genial escribir algo nuevo de mi ship favorito (por si no lo habíais notado con todos mis fanfics). Espero que os guste <3

Fictober 2020 [Hetalia] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora