Día 22. Genderbend AU [TurGre]

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Aquella mañana la griega se encontraba durmiendo, nada nuevo para ella. Sabía que tenía trabajo pero le daba muchísima pereza hacerlo. Un maullido la despertó, al parecer un gato había entrado por su ventana. Esta sonrió y acarició al pequeño animal, llevándolo despues a comer algo. Tenía más gatos, así que tenía comida en casa. Si se trataba de ayudar a gatos perdidos no le importaba dejar de dormir.

Cuando estaba recogiendo todo lo que el gato había ensuciado, alguien llamó al timbre, y cuando se asomó abrió al instante. Era su mejor amiga, Sakura, la humanización del país de Japón.

-Hola, Sakura. -Sonrió, dirigiéndose a la cocina. -Haré té.
-Hola, Helice. De acuerdo. -La japonesa se sentó en el sofá que siempre se sentaba cuando venía de visita, esperando a su mejor amiga. Esta no tardó en llegar y le sirvió su té preferido.
-Bueno, ¿qué te trae por aquí? -La griega se sentó frente a su amiga, sirviendo el té en dos tazas. Era genial pasar el tiempo con ella porque ambas eran igual de calmadas.
-Digamos que estoy haciendo de mensajera. -La japonesa sacó una carta que iba acompañada de un pequeño paquete.
-Oh, no... -Sabía de qué se trataba cuando la japonesa hacía de mensajera.
-Vamos, no puedes estar molesta con ella toda tu vida.
-¿Cómo que no? Es una cobarde, mira como te usa de mensajera.
-Pero ella te quiere... Deberías tratarla más amablemente.
-Escúchame. Entiendo que también seas su amiga. Pero sabes que no es buena idea. Me encantaría serlo pero no puedo.
-Bueno, si no puedes ser su amiga porque ella te gusta, sé su novia.
-Claro, es tan fácil eso... -Dijo irónicamente, tomando un trago de su taza, la cual casi tira porque sonó el timbre. -No sé quién será. Iré a abrir. -Cuando la griega abrió la puerta se quedó completamente pálida, esperaba cualquier visita menos aquella ese día.
-No sé si molesto, pero tengo un motivo para estar aquí. -Dijo la turca, mirando a la griega con una sonrisa algo forzada.
-¿Qué quieres? -Ella no cambió su serio rostro. No iba a sonreírle a ella.
-Mi gato se ha escapado y quizá lo has encontrado. Sé que te gustan mucho los gatos y...
-Ah, sí. Espera, lo he estado cuidando. Se coló por la ventana. -La griega buscó al gato, que estaba jugando con uno de sus gatos. Lo tomó en sus brazos y se lo llevó a su dueña.
-Eh, me tengo que ir. Me ha llamado Amelia. Al parecer ha discutido con Anya y necesita hablar. Pasadlo bien. -La japonesa salió al pasillo, saludó a la turca y se fue.
-¡Sakura! -La griega se quejó, pero igual le dio el gato a la turca.
-Si ella está aquí... ¿Te ha dado eso?
-Sí, pero no lo he mirado ni creo que lo haga.
-Hazlo, por favor... Me ha costado mucho expresar mis sentimientos en esa carta. -De verdad parecía sincera hablando, así que la griega regresó al salón. Primero abrió el pequeño paquete y encontró sus dulces preferidos. Después miró aquel papel y empezó a leer la carta.

Hola, Helice.

En realidad no sé por dónde empezar. Bueno, sé que en los últimos siglos hemos estado muy mal. Antes de todo esto siempre cuidé de ti más que de nadie, y sé que jamás me perdonarás lo que hice por querer retenerte en mi casa. ¿Pero sabes por qué lo hice? Porque te quiero. Desde que tenemos prácticamente edades similares para los humanos estoy enamorada de ti y tenía miedo de que te pasara algo al salir de mi casa. Puedes tirarme esto a la cara cuando me veas, solo quería expresarte mis sentimientos más sinceros. Te amo, Grecia.

Çirin Adnan.

La griega leyó aquellas últimas palabras varias veces, tratando de encontrar una respuesta, pero solo dejó escapar algunas lágrimas de sus ojos. Sabía todo lo que le estaba diciendo, pero no aguantaba su actitud sobreprotectora porque sentía que la veía como algo inferior a ella y no era así, ahora eran iguales.

-Yo... Parece que aún no lo entiendes. No quiero que me protejas tanto. Quiero que me trates como a una igual.
-Eso ya lo hago. -La turca puso sus manos sobre las mejillas de la griega. -Perdón si te da la sensación de que no. Además sé que te hice cosas horribles en el pasado, pero te quiero muchísimo. -La turca también empezó a llorar y la griega no tardó en secar sus lágrimas.
-Eso ya da igual... Me alegra haber visto una disculpa tan sincera. -Sin dudar ni un segundo más, se acercó a los labios de la mayor, besándolos con cariño. Esta correspondió, acariciando su largo cabello y aferrándola más a ella. Por fin habían podido hablar las cosas sin perder los nervios y acabar discutiendo.
Lo que no sabían es que cierta japonesa las estaba espiando desde la ventana.

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Aquí una pequeña escena soft de reconciliación entre ambas. Amo este ship y con las nyos me parece mucho más cute aún.

Perdón por tardar un día en actualizar, estaba demasiado hypeada con el regreso de hetalia. Ojalá pronto aparezcan más países en el manga <33

Fictober 2020 [Hetalia] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora