Amarte es mi destino

Capítulo 20

Anastasia

Despierto aturdida. El sonido de una máquina me hace saber que estoy en una habitación del hospital. Grace al ver que despierto se acerca a mí.

—Ana —la miro— nos has dado un gran susto.

—Pe... perdón —menciono lo más bajo posible.

—No te preocupes hija. Deja le hablo al médico para que venga a verte.

Asiento y Grace se marcha. Giro la cabeza y veo las luces de la ciudad. Siento que ya va hacer media noche. El recuerdo de mi desmayo me persigue. Tal vez mi mente confundió a ese hombre con Luke. Últimamente he estado bajo mucho estrés.

A los pocos minutos la doctora Green entra acompañada de Grace.

—Ana ¿Cómo te sientes? —la doctora abre mi expediente y empieza anotar algunas cosas.

—Me siento un poco aturdida.

—Han sido demasiadas emociones para tu condición y por el bien del pequeño y el tuyo es que las cosas te las tomes con calma, nada de emociones o mucha preocupación sino vas a tener que pasar todo el embarazo en cama.

Me muerdo el labio y asiento. Grace abre los ojos sorprendida.

—¿Estas? —sonrió y susurro un sí.

—Así es Grace, de hecho, hoy lo confirmo. Tu nuera tiene 10 semanas y media de gestación.

Veo como Grace se lleva las manos a la boca y llora. Eso causa en mi un gran sentimiento y también empiezo a llorar.

—Mi primer nieto. Christian se va a poner feliz con esta noticia.

—Bueno Ana esta noche te debes de quedar aquí, mañana por la mañana te doy de alta. Y recuerda tomar las vitaminas que te mande.

—Si doctora.

—¡Felicidades Grace! —cierra mi expediente y lo deja en la mesa— me retiro.

Green se va y Grace se acerca a abrazarme—. Esta es la mejor noticia que puedo recibir en medio de todo esto. Mi hijo se va a recuperar demasiado rápido porque ahora tiene un motivo más.

Hace rato que Grace se marchó. Tomo mi bolsa que esta en la mesa que se encuentra a mi lado y tomo mi teléfono para marcarle a Taylor.

—Señora —responde Taylor con el mismo tono de siempre. Serio.

—Taylor, el hombre que salvo a mi marido ¿sigue aquí?

Necesito salir de la duda de una vez. Puede que al hombre lo haya confundido y yo sola me estoy haciendo ideas en mi cabeza que no son.

—Si, el señor Lewis esta aquí.

—Dile que quiero darle las gracias por favor —trato de escucharme tranquila, pero en realidad no lo estoy.

—Muy bien señora, le doy la instrucción a Ryan de que lo deje pasar.

—¿Ryan esta afuera? —pregunto sorprendida.

—Así es señora —escucho a Taylor suspirar— después de que en la tarde el señor Grey sufriera el atentado no podemos permitir que algo le pase a él o a usted es por eso que le encargue al señor Welch mas seguridad para ambos.

—Está bien, ¿Cómo sigue mi esposo?

—Hasta el momento no ha despertado, siguen en UCI. Cualquier cosa yo le aviso. El señor Lewis ya va para allá.

—Gracias Taylor.

Cuelgo y mis manos empiezan a sudar. Escucho que tocan la puerta y digo que pasen. Ryan entra y me observa.