Capítulo 23

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Anastasia 

Ya es un mes que Luke está aquí. No soporto tenerlo cerca, siempre vivo con la incertidumbre que Christian se entere quien es. He tratado de hablar con Christian muchas veces sobre Luke, pero de una u otra manera nos interrumpen, si no son problemas con su hermano, son de la empresa, pero nunca encuentro la manera de confesarle la verdad. Esto es una bomba de tiempo que en cualquier momento va estallar.

Grace ya se enteró porque una ocasión nos escuchó hablar a Luke y a mí. Me pidió mil explicaciones y yo se las di. Al principio se enojó y me dijo que no era justo lo que le estaba haciendo a Christian, el de meter a quien fue en un momento mi novio a la casa donde vive su hijo, pero le expliqué que yo ni siquiera sabía que él estaba vivo, que le he pedido que se vaya, pero no quiere.

Ella junto con Rachel me ayudan a sostener esta mentira que en cualquier momento se va a desmoronar.

Sigo leyendo los escritos que tengo frente a mí, pero ni siquiera les prestó atención, tengo que resolver todo esto cuanto antes.

—Ana... —escucho que me dicen a lo lejos pero no presto atención—. Anastasia ¿estás ocupada? ¿Te sientes bien?

Dejo de mirar los escritos y observo a Hanna que está apoyada en la puerta.

—Disculpa ¿me decías?

—Que si estas ocupada porque tu cuñado quiere hablar contigo.

—¿Ethan? ¿Le paso algo a Mia?

—No, no es Ethan, es Jack, el hermano de tu esposo.

Estoy confundida ¿Qué hace el aquí? Jack y yo jamás hemos cruzado palabra alguna. Es más, ni siquiera nos conocemos formalmente.

—Hazlo pasar.

Ella asiente y a los pocos segundos entra Jack. Mira todo a su alrededor y después me mira a mí. Eso me hace sentir incomoda.

—Así que tú eres Anastasia. Mi cuñada —me da una sonrisa que me causa escalofríos.

—¿Se puede saber cómo evitaste a los de seguridad?

—Sencillo. Me hice pasar como un mensajero. Es que la seguridad de mi hermano es tan estúpida.

—¿Qué quieres?

—Tranquila cuñada. Apenas y nos conocemos y ya vas directa a las preguntas. Pero pues si entre más rápido te diga las cosas mejor resultara esto —ríe—. Quiero que hables con Christian para que me deje la vicepresidencia de la compañía de mi padre. Él no quiere dejarme la presidencia está bien, pero yo también soy accionista e hijo de Carrick Grey y tengo todo el derecho como él.

—Yo no tengo nada que ver ahí. Sabes muy bien que para eso se necesita una junta de accionistas en donde deciden si tu como candidato resultas seleccionado o no.

—Ya lo sé —me hace una mueca de cansancio— pero yo no quiero eso porque todos van a votar en mi contra y si mi querido hermano me da su voto de confianza puede que los accionistas cambien de opinión y me dejen como vicepresidente.

—Pero que quieres que haga yo. Son decisiones de Christian.

Se rasca la oreja y después me da una mirada que me da miedo.

—Mira querida cuñada sé muy bien que estúpida no eres y que por tu bien y el de ese escuintle —señala mis estomago— vas hacer lo que te diga, sino vas a dejar a tu hijo sin padre.

Un miedo se apodera de mí, pero trato de ocultarlo. No quiero que se dé cuenta que sus palabras me afectan.

—No, no es lo que tu cabecita esta imaginando. No voy atentar contra mi hermano, ni volviéndolo a herir lo voy a lastimar tanto como tú.

Amarte es mi destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora