Christian
Después de ocho horas de discusión con los inversionistas japoneses por fin pudimos llegar a un acuerdo. Me hace falta ver a mi Ana, pero primero decido ir a mi oficina a ver los pendientes.
—Olivia ¿alguna novedad? —esta me mira y niega.
—No señor, ninguna, bueno solo su hermana Andrea llamo, dijo que era urgente hablar con usted, le dije que me dejara el recado, pero se negó, me dijo que le dejaba un buzón de voz.
¿Andrea llamo? Eso si es raro. Le doy las gracias y camino hacia mi oficina, reviso mi celular que deje sobre mi escritorio y veo que tengo veinte llamadas perdidas de ella, junto con las de mi mamá y papá.
Pongo el mensaje de voz en el teléfono y me siento.
—Christian te he tratado de localizar, pero tu celular me manda a buzón, es urgente que vengas a Múnich, Carrick, tu padre esta muy mal, quiere verte.
—Christian hijo contesta, tu padre te quiere ver, no se quiere ir sin despedirse de ti.
—Christian hijo lo siento. Tu padre acaba de morir.
Me recargo en la silla y niego, no, Carrick no puede estar muerto, mi padre no.
De inmediato le marco a Bob quien contesta a los dos tonos.
—¡Dime que no es cierto! Dime que Carrick no esta muerto.
Lo escucho suspirar—. Lo siento hijo, tratamos de localizarte desde la mañana, pero no te encontramos. Carrick te estuvo esperando hasta hace apenas una hora que murió. No te preocupes tu madre y yo nos estamos haciendo cargo del funeral.
—Voy para allá, solo le explico a mi novia lo sucedido.
—¿La vas a traer?
—Si, así que por favor encárguense de Leila, que no se le ocurra ir.
—Como tu digas Christian, y por fin vamos a conocer a Ana, aunque no sea en las mejores condiciones.
Le cuelgo y trato de arreglar lo mas que puedo, me dirijo a la oficina de Ana, Hanna me dice que esta sola, así que toco y escucho su dulce voz, esa que tanto me tranquiliza.
—Adelante— Entro y ella me mira sin entender, la noto nerviosa.
—Christian creo que tú y yo necesitamos hablar de algo importante —menciona, pero no le pongo atención, lo que ahora necesito es que me abrace muy fuerte.
La miro y me acerco de inmediato hasta donde esta, la pongo de pie y camino con ella hasta el sofá que tiene en la oficina, me siento y la jalo conmigo para que se siente arriba de mis piernas.
—Mi amor va a tener que ser después —coloco mi cabeza en su cuello y lo beso—, ahora necesito que estés cerca de mí y que nunca me sueltes.
—¿Christian, amor que sucede? —pregunta dudosa y sin entender que es lo que pasa.
—Mi padre murió — al momento de mencionarlo mi voz se quiebra, me pega más a ella.
—¿Bob? —pregunta y yo niego, la tomo de las manos y empiezo a jugar con ellas.
—Fue Carrick, mi padre biológico.
Me abraza y acaricia el cabello, quiero que siempre me tenga así y nunca me suelte. Si ella en verdad no sé qué haría en estos momentos.
—Sabes que aquí estoy —susurra, yo la miro y la beso.
—En verdad no sé qué haría sin ti, te amo Anastasia, te amo y nunca me dejes. Gracias por estar en este momento tan difícil de mi vida.
ESTÁS LEYENDO
Amarte es mi destino
Romansa¿Te casarías solo para salvar a tu familia de la ruina? Historia original, queda prohibida cualquier copia o adaptación de esta. ©Todos los derechos reservados MMXX