Anastasia
Ha pasado una semana desde la discusión que tuve con mi padre, he tratado de evitar a Grey lo más que puedo, no tolero tenerlo cerca de mi sabiendo que me mintió, pero trato de hacer como si nada hubiera pasado, aunque si ha pasado, mi corazón no es el mismo.
Estoy en mi balcón observando el día, me abrazo a mi misma, todo esto me parece una maldita pesadilla de la que quiero despertar. A lo lejos puedo observar a Elena y a mi hermana, ambas miran su celular mientras beben algo. Decido meterme mejor a mi recámara cuando escucho algo que me detiene.
—Mamá me quiero ir de viaje a Paris, pero sé que papá no lo va a permitir —hace un puchero y puedo ver que Elena le sonríe.
—Mi vida no te preocupes por eso, yo me voy a encargar de que tu padre te dé el dinero para ese viaje, tú no te preocupes nena.
Niego, esto no puede ser, ellas se están dando una vida de lujos mientras mi vida se rompe en pedazos, esto no puede ser. Me muerdo el labio, están disfrutando una vida con dinero sucio que mi padre acepto a cambio de mí.
—¿Como es posible que ellas hablen tan tranquilas? —susurro furiosa mientras entro a mi recámara.
Coloco mis manos en mi cadera y doy vueltas de un lado a otro. Los recuerdos de la pelea con mi papá me atormentan, ¿y si lo mejor es aceptar lo que mi padre hizo? Total, quien se va a fijar en mí, cuando se enteren de que estamos en la ruina todos nos van a dar la espalda, además que se le va a pagar la deuda a Christian.
—No Anastasia, tú no eres así—. Me reprendo—. No puedo dejar que mi padre me manipule de esa manera.
El sonido de mi celular hace que deje mis pensamientos a un lado y tomo la llamada sin siquiera ver quién es.
—Bueno —contesto enojada.
—Mi amor —escucho como dicen del otro lado de la línea— ¿hablo en mal momento?
Suspiro, es Christian, por estar en mis pensamientos ni siquiera vi quien llamaba, por lo regular cuando el me hablaba y veía su nombre en la pantalla trataba de controlarme y fingir que todo estaba bien, pero tomar la llamada así de la nada hace que mis sentimientos estén a flor de piel y que no pueda controlarme y reclamarle.
—No para nada —menciono mientras me siento en mi cama— ¿qué pasa amor? —esto último lo digo sin ganas y con un esfuerzo enorme, trato de sonar lo más convincente.
No puedo creer como sus te amo pueden sonar tan naturales y convincentes, pero se muy bien que no es así, creí que el al igual que yo en este año se había enamorado, pero no, todo era fingido, es un buen actor, nada le costaba "hacer cariños" a la mujer que él había comprado. Cada vez esto para mi es un peso y un error.
—¿Sigues ahí amor? —menciona Christian del otro lado de la línea.
—Si ¿Qué pasa?
—Quería invitarte a cenar esta noche, también a tu familia, bueno si pueden.
—Si yo les digo, —ya quiero que esta tortura termine— ¿a qué hora?
—A las nueve, paso por ti para que vayamos a la casa de mis padres. Ponte el vestido color ciruela que tanto me gusta.
Pongo los ojos en blanco, pensaba ponerme ese, pero para llevarle la contraria a Christian me pondría otro. No iba a complacerlo, ya no.
—Si amor —esto último lo digo con sarcasmo, pero sin que él lo note— te veo al rato.
Christian se despide y yo sin contestarle cuelgo. Suspira y avienta el teléfono a un lado mío. Fingir que nada pasa y que sigo sintiendo por Christian confianza y amor es difícil de fingir, no puedo negar que lo amo, pero me duele lo que hizo, decidí ir a esa cena por Grace, porque ella no tiene la culpa de lo que hizo su hijo, además de que también en todo este tiempo se ha ganado mi cariño, como una madre.
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Amarte es mi destino
Romance¿Te casarías solo para salvar a tu familia de la ruina? Historia original, queda prohibida cualquier copia o adaptación de esta. ©Todos los derechos reservados MMXX