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Al entrar a la casa del joven notó lo hogareña que era, y otra razón por la cual estar apartada del pueblo. Era realmente linda y tierna, llena de vida. Habían hermosas plantas colgando del techo, con otras colgando debajo de estas macetas hasta la última que estaba en el suelo, una planta de agua, también habían algunas plantas trepadoras, lo que le daba un ambiente natural y fresco. Una verdadera belleza que lo tranquilizaba.

- ¿puedo hacerte un par de preguntas? - preguntó suavemente, siguiendo el chico hasta lo que parecía ser la cocina.

- supongo que sí. - respondió simpleza.

- ¿qué hacías con un lobo? - preguntó ahora de golpe. JinYoung guardó silencio unos momentos.

- cuando tenía 14 años, en invierno, encontré un pequeño lobo escondido en el jardín. - respondió con su voz algo quebrada. - era un cachorro indefenso y hambriento, supongo que tendría unos pocos meses. Yo lo recogí, le di un baño, le di de comer y se quedó a dormir, desde ese entonces no se ha separado de mí. Él se volvió mi amigo, mi compañero.

- normalmente... - habló despacio. - convivir con criaturas salvajes y vivir en lugares apartados es señal de brujería. - JinYoung se encogió de hombros, entregándole un vaso de vidrio con agua, cosa que sorprendió a Im. - los vasos de vidrio son todo un lujo.

- mi padre era un mercader bastante acomodado, nos traía regalos y sustento a mi madre y a mí. - mencionó, sentándose frente a él. - él murió hace un par de años y mi madre heredó la fortuna. Lamentablemente, la gente de este estúpido pueblo la juzgó como una bruja por tener dinero y estar acomodada, así que ya sabes quién la mandó a ejecutar.

- lo lamento mucho. - apretó un poco sus labios, algo arrepentido por haber hablado. - así que... ¿ahora estás solo?

- en la mañana estaba jugando con mi mejor amigo. - respondió con nostalgia y pena en su voz. - y hace unos momentos acabo de enterrarlo. - unas pequeñas lágrimas escaparon, así que las secó rápidamente.

- bueno, yo sé un poco de la soledad. - le dijo con una sonrisa compasiva. - mis padres murieron hace unos 10 años cuando las brujas atacaron mi pueblo, en ese entonces tenía 13 años. Maté a la bruja que quemó mi casa, luego casé a unas cuantas más en pueblos aledaños. Volví a mi pueblo a mis 18 y allí un amigo mío se unió a la cacería.

- el problema de las brujas empezó hace unos años, pero no había mucho problema como hasta ahora. - mencionó JinYoung. - vivían muy dentro del bosque, pero no secuestraban niños, y los hombres realmente no se adentraban mucho por temor a las brujas. No sé qué pasó este año, realmente no entiendo lo que está sucediendo. - relamió sus labios, tocando sus orejas con sutileza.

- es simple; nada bueno. - comentó, bebiendo agua. - absolutamente todos los aquelarres son malos, jamás habrán brujas o brujos buenos.

- ¿nunca has encontrado uno? - preguntó JinYoung. - es decir, así como hay cosas malas, debe haber algo bueno.

- los brujos son los peores, temperamentales, enojones y si no te convierten en sapos; te golpean hasta la inconsciencia. - JinYoung se puso de pie para ir a la ventana y abrirla, de paso, tomó una fuente llena de nueces y frutas, dejándolas a frente a JaeBum junto con una sonrisa algo tímida. - aunque... cuando te vi, caí embrujado por tus encantos. - las mejillas del chico ardieron con fuerza. - eres bellísimo... realmente me encantaste. - alcanzó el antebrazo del chico, acercándolo más a su persona hasta sentarlo finalmente en su regazo. - ¿qué dices sobre una cita esta noche? Mañana empezaré la cacería, regálame esta noche... no lo sé, piénsalo...

JinYoung se levantó rápidamente, apartando el brazo del mayor. Arregló las arrugas de sus pantalones, alejándose de él con algo de rabia y decepción. 

- realmente te invité por haber salvado mi vida hace unas horas, pero no te daré sexo por ello. - habló más que indignado. - acabo de perder a mi mejor amigo, y aunque la charla me haya animado un poco, tus comentarios fueron sumamente innecesarios e impropios para la ocasión.

- yo solo...

- no intentes excusarte. - le interrumpió con indignación. - realmente eres un pervertido, desde presentarte desnudo en el lago y lo que acabas de hacer y decir. - relamió sus labios. - si quieres comer adelante, pero cuando termines por favor retírate. 

- JinYoung, yo... - intentó hablar, levantándose para acercarse al menor. - lo siento...

- gracias por salvarme, cuando necesites podrás hablarme, pero, por favor, no intentes llevarme a la cama. 

JaeBum soltó un suspiro y solo salió en silencio de la casa. JinYoung lo siguió y cerró la puerta detrás. Una vez solo, apoyó su espalda en la puerta, mordiendo sus labios. Quizás pudo haber aceptado la invitación, pero no tenía tiempo que perder. Se dirigió a su cuarto y abrió la puerta, dejando salir a pequeños lobeznos, rubios y negros, con su pelaje bien peinado y cuidado, sin nudos.

- habrá una enorme cacería de brujas, creo que sucederán cosas muy feas. - se sentó en el suelo y tomó a los cachorros, dándoles tiernas caricias. - intentaré no ir al pueblo, creo que tengo todo lo necesario aquí... ah, espero que todo  salga bien... Uhg, quería sexo... soy virgen, pero quería sexo.

Por otra parte, JaeBum iba a regañadientes hacia el pueblo, pensando en sus métodos de conquista más sutiles. JinYoung era un chico hermoso, lindo y sexy, y sentía una gran atracción que iba más allá de lo físico. Tenía un pequeño flechazo.

Al llegar al pueblo, miró de reojo que su amigo estaba con una mueca de sufrimiento detrás de su guía turística. Rió perezosamente y se fue por otra calle, aún no quería unirse a su tour. Luego se metió a una taberna, quizás un trago le vendría bien para su rechazo amoroso. 

- una cerveza. - se sentó en la barra, llamando la atención del cantinero. 

witch hunterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora