witch hunter

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Ser arrastrado al infierno fue una maravillosa y vil jugada, sacarlo del tablero y enviar su alma a ese lugar para mantenerlo a raya. Estuvo atrapado allí por años, reviviendo los peores momentos de su vida, y lo más cruel, hacerle creer que cuando salió, los demonios le daban una puñalada por la espalda.

Cuando abrió los ojos y vio a YuGyeom pensó nuevamente que seguía en ese lugar, pero YoungJae lo tomó en brazos para abrazarlo, para contenerlo, entendió que finalmente había salido de ese horrible lugar, ya para el momento que JaeBum entró, ya estaba estable.

Todo había terminado.

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- ¿volverás a la aldea con ese chico? - le preguntó JaeBum a su compañero.

‐ ya lo solté, así que estoy viendo hacia el futuro. - le respondió YuGyeom, mirando hacia donde estaban los muchachos conversando con los pequeños lobeznos entre sus brazos o jugueteando entre sus pies. - creo que ya es hora de retirarnos.

- ya lo creo. - le respondió JaeBum con una sonrisa. - bueno, aquí vamos.

Cono último trabajo, los 4 se dirigieron a esa parte oscura del bosque. JinYoung empezó a hacer su brujería. Él no era como el resto, no sonaba como si su poder fuera oscuro, tampoco sonaba tétrico, más bien sonaba como un canto, una poesía inentendible.

Se detuvo un instante, sintiéndose algo débil, aunque eso significaba que estaba funcionando. JaeBum corrió rápido a sostenerlo, sus piernas temblaban, pero todo estaba listo.

Los cachorritos olfatearon la tierra, y con curiosidad entraron a la otra parte. Los árboles cercanos empezaron a perder ese color negro oscuro hasta ganar ese color marrón viviente y las hojas empezaran a crecer con un sano color verde, las hojas marchitas en el suelo quedaron perdidas cuando pasto fresco empezó a brotar. En leves tintineos y suave brisa pequeñas hadas de hicieron ver, volviendo al que alguna vez fue su hogar. A lo lejos se vieron pequeñas siluetas, dejando confundido a los jóvenes allí. A medida que se hicieron más grandes y visibles, cayeron en la cuenta que eran WonHo y sus hombres, sin ninguna herida, completamente sanos y salvos.

- ¿qué sucedió? - preguntó uno de ellos, llegando donde los chicos.

- acabamos con las brujas y salvamos a los niños. - respondió JaeBum con una sonrisa triunfal. - de paso, JinYoung los sacó de allí.

- ¡eras un brujo todo este tiempo! - gritó WonHo, tratando de ir contra el pequeño brujo blanco.

JinYoung se quedó petrificado, asustado, mirando hacia su atacante. YuGyeom noqueó de un golpe a ese sujeto, evitando que dañara al brujo.

- los cazadores aquí somos nosotros, por lo tanto nosotros decidimos quién es brujo aquí. Y con toda certeza, podemos decir que usted no es más que una cerda. - sentenció Kim, ahora alzando su vista al resto de los hombres. - este chico de aquí es solo un joven normal que nos ayudó a todos a hacer de este un mejor mundo, nos ayudó en esta guerra y los niños están a salvo. Su juicio y protección ya no son requeridos, así que vuelvan con sus familias, o yo qué sé, solo largo de aquí.

Al voltear, le guiñó un ojo al brujo.

Los hombres miraron confundido a esos chicos, aunque no añadieron nada más, solo se retiraron, volviendo con sus familias y seres queridos. JinYoung miró extrañado al cazador más grande.

- estuve donde tú también estuviste, y no quiero volver allí por nada de la vida. - le respondió Kim al notar su mirada curiosa. - así que estoy haciendo mis méritos para alejarme de ese lugar, así que empezaré agradeciéndote por sacarme.

Eso plantó una sonrisa en los labios del menor.

YoungJae y YuGyeom volvieron a la aldea, mientras que JaeBum y JinYoung daban un relajante paseo por el bosque hasta llegar a la casa del último.

Se quitó su chaqueta y zapatos junto a sus calcetines. JaeBum lo miró de reojo, ya no volvería a caer, simplemente trató de ignorarlo, no quería quedar como un idiota, dejaría de presionarlo, solo esperaría a que todo sucediera naturalmente.

- cuando estuve inconsciente entendí algunas cosas sobre la vida. - habló Park, tomando la atención de Im, aunque este no volteara a verlo. - nunca se es suficientemente bueno, vivimos tratando de hacer buenas acciones por temor a lo que haya detrás de la muerte, pero ser bueno no basta, hacer cosas buenas por otros no asegura que estarás fuera de ese lugar. Así que... no importa si se tiene un desliz en la vida, cuando estés allí solo querrás recordar lo maravilloso que sucedió en tu vida y escaparás algunos segundos de allí.

- y tú... ¿qué quieres hacer? - preguntó Beom, intentando sonar desinteresado, ya que al voltear encontró al chico con una camisa suelta que mostraba su pecho delgado y unos pantalones fáciles de bajar. El mayor se sentía demasiado tentado, pero no se lo demostraría todavía.

- ser... tuyo... - respondió él. - quiero... quiero que mi primera vez sea contigo... ahora... bueno, solo si tú...

JaeBum, sin pensarlo dos veces, corrió a besarlo, tomando su cuerpo como si fuera lo más ligero del mundo y corrió al cuarto del chico para tomarlo. Se dejaron caer sobre la cama, y el mayor se deshizo de su propia camisa, mostrando su pecho bien trabajado, luego retiró la ropa del chico, admirando el arte que era su cuerpo.

Empezó a repartir besos por su torso delgado y plano, dando caricias con la yema de sus dedos a lo largo de su cintura. Subió hasta su pecho, empezando a darle atención a sus pezones rosados, besándolos y jugando con su lengua, arracándole suaves gemidos al menor, junto con tiernas risitas al provocarle cosquillas al pasar sus uñas desde sus caderas hasta su vientre. Aquel juego endureció el miembro del menor y JaeBum tomara un momento para hacer esto bien.

Era la primera vez del menor, así que debía tratarlo bien, ser gentil, y sobre todo, romántico. El chico confió en él, así que ahora debía hacerle ver que podía controlarse y hacer esto especial para él, con todo el amor que alguna vez juró sentir por él.

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Por una amplia aceptación por que esta historia tuviera M-preg les daré en el gusto y placer.
En el siguiente escribiré cosas sexosas y el sub-siguiente (capacito el epílogo) que tuvieron mini brujos.