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JinYoung no estaba allí. JinYoung no estaba allí, esperándolos. JinYoung estaba perdido, en peligro, solo e indefenso. Era en todo lo que podía pensar JaeBum.

- deja de ser paranoico, de seguro está en el pueblo, trabajando en el bar. - su compañero intentó calmarlo. Caminaba frenéticamente, mirando hacia el bosque. Pese a las heridas en su pierna, en lo único en lo que podía pensar era en JinYoung. - tenemos que ir al pueblo a por un médico.

- si dejamos que las brujas lo encuentren, habremos venido en vano. - dijo algo irritado. - quedan unos cuantos días para Halloween y JinYoung tiene algo que ver en esto, él sabe algo, y lo que él sabe hará que podamos salvar a esos niños.

- ¿él sabe algo... - inquirió YuGyeom. - o.. es lo que una excusa para ir por él? - JaeBum paró en seco, mirando a su compañero. Realmente estaba cansado, exhausto, sin ganas de discutir.

- JinYoung es... él es especial... - dijo sin más. - y saldrá herido si no lo encontramos a tiempo. - tomó un fuerte suspiro. - yo perderé la cabeza si algo le sucede sabiendo que pude hacer algo.

- escucha. - le habló su compañero, acercándose a él. - iremos al pueblo para que curen tus heridas, buscaremos si JinYoung está allí, y si no, mañana volveremos y lo buscaremos, pero vendremos preparados.

- pero tú viste lo que sucede allí dentro, ¿crees que JinYoung pueda sobrevivir solo allí?

- JinYoung domesticó a un lobo. - le respondió su amigo. - confiaré en que pueda esperarnos un par de horas. - Se puso de rodillas frente al mayor, mirando su pierna ensangrentada. Tomó su bolso y sacó unas vendas que traía en caso de emergencia, y esta era una emergencia. Levantó la manga del pantalón y la envolvió desde la rodilla hasta el tobillo, tratando de no mirar mucho las marcas de los dedos enterrados en la carne. - ahora, vámonos al pueblo, estás herido.

YuGyeom cargó a su compañero por los hombros, llevándolo al pueblo, lejos de ese horrible lugar.

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A la mañana siguiente, JaeBum fue atendido por un médico en su hostal. Sus heridas fueron saturadas y vendadas con mucho cuidado, debía tener cuidado de no exponerse a aguas sucias o a cualquier cosa que pudiera infectarlo. Al principio le costaría correr un poco, incluso caminar, pero dentro de unos días se acostumbraría.

A lo que no se acostumbraría era al parloteo del hijo del alcalde. Se veía agradable, pero sus temas de conversación y constantes disculpas lo hacían arrepentirse de haber sido herido en la pierna y no en los oídos.

- tranquilos, papá le pagará al médico. - les dijo él. - nadie que entre a esa parte del bosque sale ileso o cuerdo, siempre hay una víctima que queda atrapada allí, quizás sale en cuerpo, pero su alma queda perdida en la diversidad de los árboles podridos. Papá ha hablado sobre poner carteles de advertencia para evitar que la gente se pierda y llegue allí por accidente, aunque también hay gente que va allí a propósito para hacer estupideces. Hay también personas que se van a suicidar allí. Una vez un hombre arrastró a una mujer con su hijo hacia ese bosque y los colgó en un árbol, luego le juró al diablo para tener poderes y entregó su alma. En lo personal me da mucho miedo hablar de ello, ¿a ustedes no?, ¿por qué se dedicaron a cazar brujas? No digo que sea un mal empleo, de hecho, ayuda bastante, pero se ve peligroso, a mí me asustaría bastante.

JaeBum cubrió su rostro con su brazo, mirando algo irritado al hijo del alcalde. Hablaba más que un loro, de hecho, hasta un loro lo haría callar. En su vida había conocido a alguien así de irritante. Incluso preferiría que JinYoung lo rechazara mil veces y no estar aquí, escuchando palabra tras palabra a YoungJae.

Y JinYoung aún no aparecía. Desde anoche se preguntaba constantemente dónde se encontraba, si estaba herido, si estaba a salvo. Aunque su compañero le hubiera dicho que podía defenderse solo, sabía, muy en el fondo, que no lo lograría, no allí dentro. Si no fuera por su amigo, jamás hubiera escapado a tiempo. Debía encontrar a JinYoung.

- YoungJae. - le interrumpió la cháchara al menor. - ¿puedes hacerme un favor?

- el que pidas, siempre y cuando esté dentro de mis límites, o sino tendría que llamar a otra persona, de ser así le sugiero al señor HyunWoo, él siempre ayuda al resto, es un leñador que vive en los límites del pueblo. - y ahí iba otra vez.

- solo necesito que busques a JinYoung por todo el pueblo. - le dijo sin más. - busca a JinYoung, pregunta si lo han visto por el pueblo, y si no lo encuentras, vuelves aquí, ¿sí?

- puedo hacer eso. - le dijo, sin añadir nada más.

- buen chico. - cubrió su rostro con la almohada. - vete ahora y vuelve si tienes noticias de él. - el chico salió en silencio, cerrando la puerta detrás de sí. - al fin... - suspiró.

Se quitó la almohada de la cara, acersiorándose de que de verdad se haya ido, y cuando lo confirmó, se sentó en la cama, mirando su pierna herida. Susurró un par de maldiciones y tapó la herida. Se puso de pie y fue a orinar. Estaba en plena meada cuando tocaron la puerta.

- ¡ya voy! - gritó al terminar de mear. Subió sus pantalones, guardando su miembro, y corrió a la puerta, abriéndola. - ¿JinYoung...? - dijo estupefacto. El mencionado estaba frente a él, con una sonrisa discreta, con su mano derecha tomando su brazo izquierdo con timidez. - pensaba que te había sucedido algo. - soltó un suspiro, abrazando al chico repentinamente. - no vuelvas a asustarme de esa forma.

- lo siento. - dijo el chico. - es solo que me dio algo de frío y fui a casa por algo más para abrigarme, cuando volví ya era de noche y no sabía si habían salido, así que vine a buscarlos. Me alegra verte aquí, pero supe que estás herido.

- eh, pasa, pasa. - espaviló, apartándose de la puerta para dejar pasar al chico. Él entró con timidez, dirigiéndose a la pequeña mesa que estaba allí y dejó su bolso. - Dios, es que ese bosque es horrible. Pero entre YuGyeom y yo podremos deshacernos de esas pestes, dentro de poco esos niños volverán a casa y los familiares sepultarán a los perdidos.

JinYoung cerró la puerta detrás de él y corrió las cortinas, dejando a oscura la pequeña posada, con solo la poca luz que se filtraba a través de la tel y por huecos. Una vez en privacidad, se acercó a JaeBum, dejando sus manos sobre los hombros del hombre y éste dejando sus manos en la cintura del otro.

- pronto serás un gran héroe para el pueblo... - susurró el menor sobre los labios cazador. - pero para eso falta mucho, así que... matemos el tiempo, hoy... hoy no seas de ellos... sé mío.


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Niñas, quizás no vaya a actualizar por mucho tiempo porque voy a cerrar el año el 30 de noviembre y estoy entregando las tareas pendientes, y debo concentrarme en eso, y poner todas mis energías en eso. Así que denle love a este cap, porque este va a ser el último por mucho tiempo.

witch hunterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora