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JinYoung se quitó la ropa holgada que lo cubría, quedando en paños menores, revelando la bella figura escondida detrás de esa ropa. JaeBum lo observó atentamente, apreciando el bello arte que era el cuerpo del menor. También se desnudó, esperando con ansias al chico, aunque se confundió al ver al menor ponerse otra ropa.

Cuando volteó, se sorprendió, o mejor dicho, se asustó, al ver al hombre desnudo en su cama. Apretó un poco sus labios, mirando con incomodidad al cazador. Él malinterpretó las cosas, y ahora se cubría con la sábanas, avergonzado.

— yo... bueno, solo quiero descansar, ¿sí? — habló el menor. — la reviviscencia es un tanto agotador y fueron días algo difíciles para mí, ahora... ¿podemos dormir?

— oh, sí, claro. Lo siento. — respondió el cazador, tomando nuevamente su ropa y poniéndosela. — pensaba que después de lo que hiciste...

— necesitaba que supieras eso, además... cuando encuentres a esos niños tendremos un poco de tiempo, ¿está bien? — al cazador asintió. JinYoung se sentó en la cama y se recostó a su lado. — no hagas nada extraño.

Apagó la vela a un lado de su cama y se acurrucó bajo las mantas. JaeBum pasó sus manos por su cintura, abrazándolo. Le dio un dulce beso en el cuello y ambos cayeron en los brazos de Morfeo.

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Pasada la media noche, todos estaban dormidos, descansado para la batalla de mañana. Una suave brisa recorrió la casas, llegando al cuarto de JinYoung, haciéndolo pequeñas cosquillas en su rostro y cuello. El chico sonrió, retorciéndose un poco entre los brazos del cazador. La pequeña corriente lo hizo levantarse, siguiéndola aún estando dormido. Pequeños pasos, suaves pisadas, su cuerpo se dejaba llevar. Se sentía liviano, siendo jalado por sea lo que sea eso.

Uno de los cachorros despertó, mirando a su dueño caminar dormido, siendo empujado por pequeños demonios escurridizos. Movió a sus hermanos hasta que se despertaron, corriendo rápidamente hacia su cuarto para alertar al cazador.

JinYoung rió suave, saliendo de casa y sintiendo la heladez de la noche en un abrazo gentil. Sus ojos azules se abrieron, aún bajo una hipnosis, siguiendo esa brisa.

Los cachorros se movieron sobre el cazador, moviéndolo, aunque no había caso, por lo que uno decidió morderle una nalga. JaeBum despertó por el dolor, mirando a esas pequeñas bestias, volteo al no sentir a JinYoung a su lado.

Saltó de la cama para buscar al chico, corriendo rápido hacia afuera. Se detuvo en la puerta, mirando hacia todos lados, hasta que vio a JinYoung cerca de unos árboles.

El chico se detuvo frente a una enredadera enorme, un rosal lleno de espinas y una bella rosa negra, la única viva en ese arbusto.

— ¡JinYoung, no! — le gritó Im, corriendo hacia el mencionado.

Aún en trance, el demonio tomó la mano del chico, acercando su dedo hacia el rosal hasta clavarse una espina en su dedo medio y 3 gotas de sangre cayeran al suelo.

JaeBum llegó, tomando al chico en sus brazos, ya inconsciente con la espina clavada en su dedo, así que rápidamente la sacó y la tiró lejos. Le dio pequeños golpecitos al rostro del menor, aunque no hubo respuestas. YuGyeom salió de la casa, mirando la escena. Se levantó con el muchacho en brazos, caminando a la casa para mayor protección.

— vas con algo que me pertenece. — una voz habló detrás de él. Volteó rápidamente, encontrándose con un brujo con un parche sobre su ojo. — dame a ese chico, tenemos cosas que arreglar.

— no le pondrás una mano encima. — le advirtió el cazador, abrazando más el cuerpo del menor.

— Dios, hace un par de horas estabas a punto de ponerle una soga al cuello para matarlo. — habló el brujo. — pero bueno, no quiero perder el tiempo.

El brujo, ya no más tonto ni perezoso, dio un fuerte grito, ensordeciendo a todos. Los cazadores cayeron, JaeBum cayó, protegiendo al chico en sus brazos. Aún aturdido, abrazó al brujo blanco, protegiéndolo.

El otro caminó hacia ellos, jalando del cabello al cazador para separarlo de su objetivo. Golpeó en la mejilla al hombre y tomó al muchacho, alejándose de ellos.

— una hermosa flor rodeada de mugrosas espinas. — dijo el brujo. — qué lástima su destino.

JaeBum se levantó, tomando una piedra cualquiera para atacar al brujo que tenía a su chico, corriendo directamente hacia él.

— ¡suéltalo!

— chao.

Antes que JaeBum lograse atacar al hombre, éste se deshizo en varios cuervos, con una rosa blanca de por medio, huyendo de allí. Intentó atrapar a algunos, aunque no hubo mucho caso. Huyeron, y tenían a JinYoung, faltando poco para la luna azul en Halloween.

— esto se va a poner feo. — comentó YuGyeom.

Cuando el cazador volteó a ver a su compañero, lo encontró envuelto en unas sábanas, con el hijo del alcalde escondido detrás de su espalda. Simplemente los ignoró y entró a la casa, buscando sus armas.

— apenas son las 3 de la madrugada, no puedes ir por él. — dijo el menor. — los asesinarán y JinYoung no estará para ayudarlos, y estar muerto no es una sensación agradable.

— tienen a JinYoung, y si no le tienen paciencia le harán daño para que no escape. — le respondió. — debo ir por él. Debía cuidarlo, pero por mi impertinencia ese sujeto se lo llevó.

— ¿cómo fue que sucedió? — preguntó YoungJae. — es decir, ¿por qué saldría?

Miró a los pequeños cachorritos acurrucarse los unos con los otros, soltando pequeños sollozos. Extrañaban a su cuidador, tenían miedo de que algo le sucedieran.

— hey, su.. su dueño, amo, lo que sea, volverá. — dijo el joven, tomando a uno de los lobeznos para darle cariños detrás de sus orejas. El cachorro lamió su rostro agradecido. — llegue en una pieza.

Una vez los 2 cazadores armados y vestidos para la ocasión, se pusieron en marcha hacia el bosque, dejando a YoungJae en la casa del chico, cuidando a los cachorros.

Pero antes.

— si algo se acerca, si alguien te amenaza, no dudes en usarlo. — le dijo YuGyeom a YoungJae, entregándole un arma cargada. — defiéndete de todos si es necesario.

witch hunterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora