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Al anochecer, ya se encontraba ebrio, mirando hacia todos lados, buscando algo de diversión, ya sea ver a gente peleando, ebrios discutiendo o mujeres revelándose.

Había pasado las siguientes horas pensando en cómo acercarse a JinYoung. Su estúpido flechazo había llegado duro. Nunca había sentido una atracción así, pues iba más allá de lo carnal. Cuando lo vio llorando en aquella tarima pública sintió el deseo de protegerlo. En aquel momento,cuando lo conoció en el lago, tenía entendido de que su atracción solo sería sexual, pero al llegar al pueblo y verlo, sintió algo más que hormonas rondando en su ingle.

Sabía que no era de sentar cabeza, y posiblemente jamás lo haga, pero esta podría ser la primera oportunidad de conocer algo más que su rutina de conocer personas en cada pueblo, acostarse con ella, cazar a la bruja y luego volver a acostarse para despedirse. Ahora anhelaba algo más. Un pequeño romance, posiblemente.

- ¡aquí estás! - escuchó la demandante voz de su amigo, muy, pero muy fastidiado. - pensé que te había llevado una bruja.

- no está muy lejos de eso. - mencionó con melancolía. - busqué a ese chico, y no se acostará conmigo. - su voz sonaba más esperanzada que decepcionada. - y yo realmente quiero estar con él...

- hey, hey, hey, somos cazadores de brujas, nosotros asesinamos brujas de cada pueblo del país, tú mismo dices y repites siempre que no podemos sentar cabeza. - gruñó YuGyeom. - vamos, no me hagas esto. Me hiciste separarme de ese chico; Kunpimook.

- cuando empecé esto de la cacería de brujas sabía que no podría tener una familia. - mencionó. - y no cambiaré de idea ahora, solo que... cuando lo vi... creo que me embrujó con su cuerpo y sus ojos y sus labios... un amor a primera vista que no va a rendir.

- hombre, nosotros podemos tener pareja, el problema es que ellos serían blancos fáciles de las brujas. - su amigo tomó asiento a su lado, pidiendo una cerveza. - por cierto, ya encontré una posada, allí dejé las armas y todo eso. - ambos mantuvieron silencio unos momentos. - ¿cuál es el plan?

- ¿qué plan?

- el plan para cazar a las brujas.

- mañana iremos al bosque a buscar pistas. - dijo sin más. - lo árboles son muy frondosos pese a ser octubre apenas. Hay que empezar a revisar las casas aisladas, son posibles sospechosas.

- hey, mira... - señaló Kim hacia una esquina del bar, donde estaba su gran amigo sheriff. - bastardo, lo odio.

En aquella esquina estaba WonHo, sheriff del pueblo, y estaba hablando con una buena cantidad de personas, lo que era particularmente sospechoso, y no porque sea un brujo u algo, sino que se acertaba bastante a la teoría de que era un idiota.

- dime que no es cierto. - murmuró sin energías JaeBum, poniéndose de pie para ir a ver qué planeaba ese imbécil, detrás suyo lo seguía YuGyeom.

- iremos a buscar a los hombres y niños desaparecidos. - habló en voz alta el sheriff. - trabajo que ustedes no se están molestando en hacer y aún así les pagan.

- estamos cerca de fin de mes, el velo entre los muertos y vivos se vuelve más fina cada vez. - habló JaeBum en un tono sereno pero a la vez serio. - ir al bosque de noche sería un suicidio. No va a encontrar a nadie allí.

- por lo menos tengo las agallas de hacer algo hoy. - ambos pectorales chocaron, demostrando rivalidad. WonHo era unos centímetros más bajo que JaeBum, pero sus músculos doblaban el ancho de los brazos del más alto.

- ¿qué harás?, ¿ir al bosque y mostrarle tus abdominales para que la pobre bruja se desmaye? - el tono burlón de Im estaba provocando a la autoridad. - cazo brujas para ganarme la vida, pero más importante aún, las cazo para salvar vidas. Apenas tu equipo de "nos creemos la muerte" y tú pisen la oscuridad del bosque se volverán un problema antes que la solución.

- a esos niños no les queda tiempo. - bramó con ira. - mientras más tiempo pierdes nuestros niños y amigos están siendo sacrificados.

- el sabbat es en noviembre, tendremos hasta esa fecha. - volvió a su serenidad. - llegaré a tiempo. Ahora, tú no hagas idioteces y deja a los profesionales hacer esto.

Se separó del hombre. Realmente poco le importaba lo que le sucediera, solamente interfería en su investigación. Volvió con su compañero a la barra con la intención de seguir bebiendo, hasta que escuchó la campanilla de la puerta. Volteó, pensando en que se encontraría con toda la manada de imbéciles que seguirían al sheriff hasta su muerte, pero se encontró con alguien más.

- YoungJae me dio los informes de las desapariciones, casas abandonadas en el bosque, zonas poco seguras y un sinfín de informaciones. - habló su amigo detrás de él, aunque no le estaba prestando verdadera atención.

- JinYoung... - el nombre salió de su boca en un murmullo. El mencionado desató el nudo de su capa roja y la colgó en el perchero de la entrada, dejando ver su cuerpo no tan delineado debido a la ropa suelta que utilizaba.

El chico se abrazó a sí mismo y caminó hasta detrás de la barra, evitando en todo momento voltear a ver al sheriff, aunque éste estuviera preparando su gran cacería, siempre estaría allí, acechándolo. El barman se acercó a él y le entregó un delantal. Él trabajaba aquí.

- disculpe, barman. - habló JaeBum, dirigiéndose directamente a JinYoung. Éste lo vio y sus mejillas enrrojecieron furiosamente. - quiero pedir unas disculpas, con doble de arrepentimiento por mi conducta, y en caso de que el servicio sea excelente, unos buenos besos de propina al barman más hermoso que he visto.

- no acepto piropos de parte de mis clientes. - habló él. - pero tomaré tus disculpas. - le sonrió forzosamente. - ¿qué va a querer?

- oh, corazón, deja de hablarme así, tutéame.

- lo lamento, pero estoy trabajando. - dijo en voz baja. - por favor, pida algo.

- dame un vaso de Whisky. - pidió. - JinYoung... - habló en un susurro. - ¿mañana podrías guiarme por el bosque?

- lo siento, pero no estoy para citas. - volteó unos instantes, tomando la botella y un vaso limpio. - por favor, estoy trabajando.

- en realidad, lo decía porque no conozco la zona y como míster músculo no quiere cooperar, supongo que tendré que buscar a alguien que nos guíe. - habló calmado, incluso algo tímido. - te pagaremos.

- oh, si es así... - habló casi en un murmullo. - está bien.

witch hunterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora