Intrusa.

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El resto del día lo pasó en soledad. Bella decidió pasar todo el día en la reserva y Charlie debía trabajar.

Limpió la casa de rincón a rincón en menos de treinta minutos. Amaba su velocidad excepto cuando quería perder el tiempo.

Después optó por hacer los deberes que tenía pendientes. Se supone que eran para hacer durante todas las vacaciones de pascua, mas, presa del aburrimiento, decidió hacerlos todos en ese día. E igual que limpiar, no le llevó tanto tiempo como esperaba.

Cuando estaba por preparar la comida el teléfono sonó.

—Diga.

—¿Ada?

—Hola, papá, ¿qué pasa?

—Billy nos invitó a cenar, llevaré pizza, ¿quieres que pase por ti o Bella lo hará?

Adara se mordió el labio con pesar.

—Eh... no, pa, estoy bien, me quedaré en casa. Quiero... leer un rato.

—¿Segura? Pasar por ti no es problema. Además, estoy segura que a Leah Clearwater le dará gustó verte, hace mucho que no vas a la reserva.

La mención de Leah no le ayudó, al contrario, la hizo sentir peor por no poder ir.

—No, papá, en serio, estoy bien, quiero dormir también, pasé todo el día limpiando y quiero descansar.

—Bueno... —refunfuñó. —Te llevaré algo de tu pizza.

—¡No! Digo, no, no te preocupes, cocinaré algo aquí. En serio, no voy a morir por pasar la tarde sola.

—Bien. Si te arrepientes llámame a la comisaría o a casa de Billy e iré por ti.

—De acuerdo, pa. Hasta luego. —se despidió y colgó.

Presa del enojo lanzó un centenar de maldiciones e insultos al aire, todos dedicados a Sam Uley y su estúpido tratado. Si no fuera por las normas que le habían obligado a acatar sin preguntarle, en ese momento estaría en la playa, probablemente jugando con Paul y Sam o  solucionando las cosas con Leah o conversando con Bella o simplemente no estaría encerrada en casa, sola.

[***]

—¿Cómo les fue? —preguntó cómo saludo.

—Bien, al parecer tu hermana y Jacob son amigos de nuevo.

—Ah, ¿sí? Que gusto. —Bella, a diferencia de Charlie, no dejó pasar la falta de entusiasmo en el tono de voz.

Adara regresó a su habitación sintiéndose igual de malhumorada. Cerró la puerta en silencio y se recostó en el suelo con la mirada perdida. Ni siquiera el sonido de los pasos de Bella la hizo enfocar la vista.

—¿Por qué estás tan enojada?

—Por nada, solo quiero hacer berrinches.

—¿Estás molesta conmigo? Jacob me dijo que los encontraste en el bosque. Estoy bien, Paul no me...

—Lo sé, créeme, si Paul te hubiera hecho algo no seguiría con vida... es broma, Bella, jamás mataría a nadie. —la expresión de la humana se suavizó. —Y no, no estoy molesta contigo. Después del acertijo de Jacob sabía que tarde o temprano lo descubrirías.

—¿Por qué nunca me lo dijiste?

—No es mi secreto, no es mi responsabilidad.

—¿Y lo de Laurent? Sabias que estaba asustada, ¿qué te costaba contarme que lo habían matado? —el tono de voz molesto de Bella no le provocó la reacción que ella esperaba, en realidad, no le provocó nada.

Hematoide.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora