Visiones.

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Pasaron las siguientes horas conversando sobre el don de Adara, ella le explicaba todo lo que podía hacer, al menos hasta donde había descubierto, mientras que Alice le contaba todo lo que sabía sobre los empáticos, omitiendo a Jasper al cien por ciento.

—Alice, aún no me has contado el porqué de tu visita.

La vampira desvió la mirada, ¿Cómo le iba a explicar que había visto a su hermana saltar de un risco? Ya bastaba con estar carcomiéndose internamente por los nervios, ansiosa por que el sol se ocultara y ella pudiera ir a buscar a Bella... o su cuerpo. No era necesario contarle a Adara para luego obligarla a quedarse en casa.

—Quería asegurarme de algo, es todo.

Adara la observó escépticamente. Para fortuna de Alice, la atención de la neófita se desvió a la puerta.

—Bella está por llegar. —susurró. —Le va a dar un infarto cuando te vea... porque te verá, ¿cierto?

Alice asintió mientras suspiraba de alivio cuando también alcanzó a distinguir el aroma de Bella, aunque al instante arrugó su perfilada nariz, un repugnante aroma se mezclaba con el de la humana.

—Asqueroso, lo sé. Es Jacob, el amigo de Bella. —explicó.

Se acercaron a la entrada en silencio, esperando a Bella entrar. Ambas compartieron una mirada interrogante al escuchar la discusión que se desarrollaba en el interior del vehículo.

—Se cree el único capaz de proteger a Bella. —murmuró con fastidio. Alice hizo un gesto extraño, una mezcla entre "que ridículo" y "que chico tan raro".

Cuando la puerta se abrió el aroma de Bella mezclado con el de Jacob inundó la casa, al menos según el olfato de las vampiras. Trastabillando por el asombro Bella se acercó a Alice y la abrazó con fuerza.

—¡Oh, Alice!

—¿Puedes explicarme como es que sigues con vida?

—¿Qué?, ¿Por qué no estaría con vida? —ambas compartieron miradas nada sutiles. —¿La viste...morir? ¿Qué rayos hiciste, Isabella?

—Ada, tranquila, no fue tan grave, nadie moría en mi visión. —Alice sonreía abiertamente, como si informara que habían ganado la lotería.

—Solo viniste en situaciones de vida o muerte, así que, me gustaría una explicación.

—Ahora que lo mencionas, a mi igual. —ambas miraron a Bella con un gesto de molestia.

—Me viste caer. —susurró.

—Te vi saltar. —le corrigió, con los ojos entrecerrados.

» Le dije que esto terminaría ocurriendo, pero no me creyó. "Bella me lo prometió.", "Ni se te ocurra seguir mirando en su futuro.", "Ya les hemos provocado bastante daño." —las mellizas se estremecieron por la excelente imitación. —Pero que deje de mirar no significa que se deje de ver. Te juro que no te vigilaba, Bella, a ninguna de las dos. Es solo que ya estoy en sintonía con ustedes y cuando te vi saltar del acantilado no me lo pensé dos veces para venir acá. —Bella se encogió ante la mirada furiosa de Adara. —Además, quería comprobar que Adara realmente hubiera cambiado. Sabía que no iba a lograr nada porque sería demasiado tarde, mas no podía quedarme de brazos cruzados, al menos podría ayudar a Ada y Charlie con la pena.

» Te vi caer, Bella, esperé y esperé, pero nunca saliste, ¿Qué pasó? —guardó silencio un momento, parecía estar procesando algo. Luego, la expresión de su rostro se volvió seria y su voz adoptó un tono de regaño. —¿Cómo has podido hacerle una cosa así a tu familia?, ¿se te ocurrió pensar en el dolor de Adara, o el de Charlie?, ¿Qué hay de mi hermano?, ¿puedes imaginarte lo que Edward...?

Hematoide.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora