SAUFEN //Errorink//

"Drei­und­fünfzig"

Aquella tarde Killer se hallaba en el apartamento de Ink, la verdad todo estaba muy calmado un poco de música de fondo, el tiempo pasaba a una velocidad que a veces le daba miedo a Ink, El tiempo tenía prisa y el dicho de al tiempo darle tiempo no era una opción. El albino de mancha en la mejilla estaba en el sofá con sus pies encima de los muslos de Killer.

El silencio no estaba en presencia, puesto que la tonada musical lo evitaba, pero era un silencio verbal cómodo e Ink tenía demasiado sueño, al final de cuentas sus insomnios por creatividad ya le estaban pagando factura.

Killer le bajó  un poco a la música para luego ver cómo Ink estaba que se dormía, se levantó haciendo que un sonido de queja saliera de la boca de él de cabellos albinos, Killer entro a la habitacion de Ink, y abrió el armario buscando una manta para luego salir con la manta de color rojo y echarla encima a Ink.

—¿Quieres chocolate o té?—

—lo que te quede más fácil—comentó ink cubriéndose mejor con la manta cerrando sus ojos como un bebé.

—sera té entonces—contestó el de pupilas azabaches para dirigirse a la cocina y empezar a preparar las cosas para hacer la bebida caliente.

Ink cerró sus ojos por un momento para luego como si en un parpadeo fuera escuchar como Killer puso en la mesa de el centro las tazas con la bebida caliente.

—Gracias—contestó Ink con sueño para sentarse mejor en el sofá y tomar una de las tazas con la bebida caliente.

—Ink, ¿porque últimamente estás que te duermes?—

—Mi cabeza y mente son un enigma, tener bloqueo todo el dia y dibujar como máquina en la noche—dijo Ink dándole un sorbo pequeño al té.

—Cuando vivíamos juntos no eras asi—

—Porque tenía miedo de despertarme y no dejarte dormir—contestó Ink mirando a Killer con una sonrisa suave.

Ambos estaban tranquilos, hasta que se oyó como en la puerta un golpeteo resonó, uno, dos y tres...

—¿Quién podrá ser a estas horas?—dijo Ink mirando a Killer.

—Espera voy y abro—comentó el de cabellos platinos para levantarse y dirigirse a la puerta.

Cuando la puerta se abrió Ink vio como Killer se quedó hablando con la persona de la puerta, así que por la duda Ink se paró a ver quien había llegado.

—¿Quien llego?—dijo Ink acercándose para ver como killer paro de hablar para volver a verlo.

—Es Zephyr—dijo killer para devolverle la mirada a su ex-cuñado.

—¿Qué hace él aquí?—dijo el de ojos color caramelo hacia su hermano el cual parecía anonadado.

—Killer viene a visitarme todos los viernes, la pregunta es ¿Que haces tu aqui?—comento el albino de mancha en la mejilla.

—Vine a visitarme, me preocupo por ti—

—Awwww, asi que no me odias—dijo Ink con una sonrisa.

—Si te odio, solo me preocupas—espeto Zephyr con una mueca.

—Auch—contesto Ink para darle la seña a Killer de que dejara pasar a su hermano.

—¿Quieres té?—cuestiono Killer observando al mayor.

—¿De que?—contesto con una pregunta

—De manzana—Dijo Ink—De el mismo que prepara mamá—Zephyr asintió y se sentó en uno de los sillones individuales de la sala.

Ink y Killer se fueron juntos a la cocina a hablar entre murmullos para no ser muy oídos por el recién llegado.