La noche se tornó oscura. Lukasz y Natalia quedaron en un parque aleatorio cerca de la vecindad de este. El viento soplaba, no había nadie en las calles, y todo estaba triste y oscuro.
Lukasz y Natalia llegaron puntuales. Se sentaron en un banco y comenzaron a hablar.
-Qué. Rápidito.-Dijo ella cruzada de brazos.
-Maté a un chico.
Natalia se quedó petrificada al oír eso, pero luego se echó a reír.
-Es en serio. En Polonia.
Natalia le dejó hablar, y conforme la historia avanzaba, ella iba sintiendo más decepción, tristeza ya rabia. Lukasz lloraba.
-Eres un asesino...-Dijo ella poniéndose de pie.
-Mis padres me chantajean...necesito ayuda Natalia, Leila me tiene amenzado.
-Aquí la culpa es tuya por ser un descerebrado. Tienes que pagar por lo que hiciste.
Se arrodilló en el suelo sollozando.
-No quiero ir a la cárcel...por favor...por favor, te necesito Natalia. No puedo más sin ti, te lo ruego...te lo ruego....
-Te van a echar del equipo. Qué más da ya tu carrera.
Él la miró sollozando y casi sin creerse su crueldad.
-Ayúdame.
-NO LUKASZ. TIENES QUE PAGAR POR LO QUE HICISTE , ¡BASTA YA DE MENTIRAS!
-Nata...
-Me engañaste, pasaste de mi, me utilizaste y ¿Luego das pena con tus amigos dejándome mal a mi? Pues no. Se acabó Lukasz.
Lukasz cayó derrotado al suelo. Llorando, asustado, pensando en su carrera, en Natalia y en su vida.
-Voy a pasarme toda la vida en la cárcel...Natalia por favor...he cambiado...
-No. No has cambiado Lukasz.