Natalia cerró los puños al darse la vuelta, y lo pensó dos veces antes de irse.
Cogió carrerilla hacia el reservado y Lukasz al verla aparecer no se inmutó ni un poco.
-¿Te parecerá bonito no?
Él sonrió.
-Pareces una novia celosa. Tú y yo no somos nada.
Ella cogió la copa más próxima y se la echó a ambos, para luego tirarle dos cubitos de hielo a la famosa Leila.
-Te metes el dedo por el culo. Zorra.
La alemana enfurecida se levantó y comenzó a pelearse con Natalia, que parecía que no, pero se defendía. Lukasz y Marco Reus fueron a separarlas.
-¡Chicas! ¡Basta!
-Te voy a arrastrar por toda Dortmund cuando te vea pichona de mierda, ¡¿quién te crees que eres?!
Natalia escupió al suelo.
-Agáchate y chúpalo, cerda. Se te dan bien esas cosas.-Se soltó de Marco Reus y salió dirección a la salida.
En el reservado todos se quedaron conmocionados por aquella reyerta, más que todo Lukasz, que se quedó mirando como Natalia se iba de allí.
-Le voy a pegar cuando salga de la universidad.
-No seas chiquilla. Déjala tranquila, bastante inmadurez ha demostrado ella poniéndose así cuando le dejé claro que sólo había sido sexo.
Leila le miró mal.
-Haré como que no he escuchado eso.-Se limpió el pecho.
Lukasz bebió algo nervioso de su copa.
-¿Te ocurre algo? Te veo serio, y no por lo de ahora.
El polaco negó con la cabeza.
Realmente Lukasz estaba un poco triste, por así decírlo.
Cuando una persona está tan mal emocionalmente no puede controlar las bajadas de ánimo que le dan a veces.
-Tengo algo que podría alegrarte, cariño...-Sonrió ella.
En su bolso de Luis Vuitton sacó una pequeña cajita amarilla, que al abrirla dejó a la vista la caja de Pandora.
Pastillas.
-¿Cuál quieres?
-Esta.-Cogió la de la carita sonriente.
Lukasz se la metió en la boca sin dudarlo y echó un trago de whiskey para pasarla.
Leila sonrió.
-Muy bien, amor. Ya verás que ahora te sentirás mejor.
Se besaron.
Mientras tanto, en otra parte de la discoteca, Mats y Cristina se despedían como nunca antes, ya que la mayor de las hermanas no quería que su hermana se fuese sola.
-Llámame, encanto.-Sonrió Mats besando su mejilla.
Se besaron.
-Adiós, Mats, gracias...-Se sonrojó.
Después de sonrisas tímidas, se dirigieron al hogar familiar, donde se encontraban solas ya que el señor Schneider, padre de las hermanas, estaba de viaje de negocios por Berlín.
-¿Quieres tú uno?-Señaló su hermana el hotdog que se estaba haciendo.
-Sí, porfa.
-¿Entonces en qué quedó la pelea?
-En nada, nos separaron y los gilipollas no hacían nada más que reírse.
-Pasa de ese cretino. Tú vales más que un polaco que sirve para 4 noches de mierda, hay más hombres en el mundo.
Asintió.
Un toque en la puerta se oyó.
Las hermanas se miraron.
Algo atemorizadas se dirigieron a la puerta.
-¿Quién es?-Dijo Cristina firme.
-Ábreme, Cristina.-Dijo Dani al otro lado con una voz un tanto extraña.
Natalia corrió a coger el teléfono.
-Está mi padre. No te voy a abrir, vete.
-No mientas más de lo que ya lo has hecho. Estás sola, con tu hermana.
Las hermanas se miraron.
-ÁBREME.-Gritó y dio un golpe en la puerta.
Las dos se alejaron de la puerta.
Natalia negó con la cabeza.
Dani comenzó a golpear la puerta fuertemente mientras repetía una y otra vez: "ábreme la puta puerta".
Natalia desesperada llamó a Mats para que viniese, que al instante y de forma rápida, acabó en el barrio en menos de diez minutos.
El central se bajó de su deportivo y a paso decidido entró a la casa, donde pudo ver a Dani en la puerta pegando golpes y soltando barbaridades por la boca.
-Eh.
Se giró.
-Fuera de aquí.
-Mira, el que faltaba, ¿quién te crees tú para quitarme a mi novia?
-Yo no te he quitado nada. Creo que eres tú el del error, mira comi estás, ¿pretendes que te abra la puerta así?
Dani no atendía a razones y se abalanzó sobre el alemán, que reaccionó más rápido y con su fuerza, lo lanzó al suelo.
El lateral del Madrid se puso de pie y comenzaron a pelearse de forma grotesca.
Las chicas abrieron la puerta y corrieron al incidente. Cristina a separar a Mats y Daniel, y Natalia armada con la pistola de su padre apuntando a Dani.
-Te ves ridícula apuntándome con eso.
-¡NO TE METAS CON MI HERMANA IMBÉCIL!-Gritó Cristina.
Natalia disparó al aire haciendo que Dani se asustase.
-La próxima va a tu frente, ¡DEJA EN PAZ A CRISTINA!
-Lo haré cuando ella me lo diga a la cara.
Cristina miró a su ex sin miedo.
-Tus celos son enfermizos Dani, y no tolero que me grites como lo has hecho hoy. No te quiero, estoy conociendo a Mats. Se acabó.
Dani se quedó en silencio.
Sin decir nada se dio la vuelta derrotado, y se marchó.
-Suelta eso Natalia.-Le dijo Mats a la menor de los Schneider para que bajase la pistola.
Cristina se puso a llorar y Mats la estrechó entre sus brazos.
-Shhh...ya está, has hecho bien. No te preocupes.
